jueves, 30 de mayo de 2013

TEMA 8 LA SOCIEDAD VALENCIANA TRAS LA CONQUISTA CRISTIANA


1.    LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
           
            Se produce una inversión los mudéjares pasan a ser minoría y los cristianos acaban transformándose en el grupo poblacional mayoritario.
            El descenso demográfico de los mudéjares se debió a la emigración masiva por las capitulaciones firmadas durante la conquista, marchándose sobre todo al reino nazarí de Granada, especialmente las élites políticas e intelectuales de la antigua taifa. Pero también después de la conquista tenemos que hablar de otras calamidades, guerras, epidemias, cautividad, etc.
            Dentro de la corona de Aragón los reinos de Valencia y Aragón van a ser los que mantienen una importante población mudéjar. En Cataluña solo podemos hablar de mudéjares en el Bajo Ebro, cerca de Tortosa y en Lleida. En Baleares prácticamente desaparece la población musulmana y en Navarra en Tudela también hay presencia mudéjar.
            Se les permitía quedarse tanto por los pactos de capitulación como por el hecho de que a los señores les interesa tener población mudéjar, ya que pagaban mayores rentas.
            La evolución de la población experimenta un descenso progresivo a lo largo del s. XIV y una recuperación de la población mudéjar en el XV, una vez superada la Guerra de los dos Pedros y las crisis económicas y epidemia que se viven en el XIV.
            En el s. XV hay un crecimiento agrario, incorporación en circuitos de comercio internacional, entrando en época moderna con un número importante de mudéjares.

2.    LA ESTRUCTURA SOCIAL

            La conquista supone la implantación de una nueva sociedad cristiana y feudal, que coexiste con los mudéjares sometidos y con judíos. Pero la diferenciación social no se basa exclusivamente en la religión, también hay deferencias en la riqueza y en la jurisdicción, entre aquellos privilegiados y los no privilegiados, pero también entre vecinos (con casa propia en la ciudad) y moradores (que no tenían casa propia) en las ciudades.

2.1.   El grupo de los privilegiados

            Entre los privilegiados nos encontramos con hidalgos, caballeros, Omes buenos, algunos burgueses (aquellos que pueden mantener caballo y armas).
            Esto va a dar lugar a establecimiento de estrategias familiares para obtener el mayor poder en las villas y ciudades. Para ello serán fundamentales los matrimonios concertados para mantener el patrimonio de la familia o incluso incrementarlo.
           
            También entre los privilegiados se encuentran los eclesiásticos aunque la Iglesia forma a su vez una jerarquía social paralela que va desde el obispo hasta el clero parroquial, aunque todos ellos tenían privilegios jurídicos, fiscales y sociales. La base de todo era el sacerdote que no tenía la misma categoría que el obispo.           

            Aquí hay que distinguir a la oligarquía de todo esto porque dentro de esta oligarquía algunos de sus representantes podían no ser privilegiados.
           

2.2.   Los no privilegiados

            En la terminología de la época son nombrados como ma mitjana y ma minor. Es un grupo heterogéneo ya que se trata del grueso de la población, pero básicamente son pecheros, los que pagan tributos. La mayoría se dedicaba a la agricultura, pero también dentro de este grupo están mercaderes, artesanos, marinos, corsarios, intelectuales o profesionales liberales; como notarios, médicos, escribanos, etc.
            En la ma minor encontramos el grupo más numeroso, formado por obreros no cualificados, pescadores, trabajadores asalariados que ejercen de criados, pastores, pequeños propietarios. Por debajo de todos ellos están los jornaleros.
            Aun más abajo estarían los pobres y los marginados. Gente que vivía de la mendicidad y su estado de pobreza hacia que vivieran de la caridad, pero también hay marginados como los vagabundos, prostitutas, enfermos, criminales. En el reino de Valencia se da una doble visión sobre la pobreza, ya que el pobre es el que representa a Jesucristo en la tierra, para que el rico ejerza la caridad cristiana. A su vez está la mentalidad de la burguesía que cree en el trabajo, que  hay que ganárselo.




3. LAS MINORÍAS ETNICO-RELIGIOSAS

           

3.1. Los mudéjares: de mayoría a minoría.

            El termino proviene del termino árabe Mudayyan, gente de la permanencia, aquel al que le ha sido permitido quedarse, el que paga tributo, domesticado. También se les conoce como mudéjares, moros, sarracenos, agarenos.
            Su característica más destacada es la discriminación y segregación con respecto a los cristianos, los mudéjares permanecen por conveniencia para los cristianos, son fuente de ingresos fiscales, de producción agrícola, de producción artesana, etc.
            Su presencia en la corona tiene como punto de partida unas bases jurídicas que se originan con las propias capitulaciones durante la conquista; pero también a partir de una serie de textos legales y religiosos propios del islam, que  son aceptados por los cristianos como punto de partida de la organización interna de las aljamas mudéjares.
            Estos textos son la Suna y la Shari´a que son el conjunto legal musulmán y que permitía que los mudéjares se rigieran con leyes, tribunales y penas propias, aunque siempre existía el derecho a la apelación real.
            Esta doble legislación va a dar lugar a conflictos con otros tribunales hasta que el Baile se convierte, en el encargado de todos los asuntos relacionados con los mudéjares.

            3.1.1. La aljama

            Es la comunidad musulmana en cualquier villa o ciudad, pero también es una entidad jurídica, es el órgano institucional y ente jurídico de los musulmanes.
            Dentro de ella hay una serie de cargos como son el Alamín, la autoridad más importante y tenía una función recaudatoria, podían ejercer como jueces ordinarios, y ejecutar sentencias de jueces superiores, eran designados por el rey en las tierras de realengo o por el señor en caso de señorío.
            Le siguen los adelantados, vells o jurados, que ejercían una función similar a la de los jurados cristianos. También tenían una serie de consejeros, els consellers o prohombres; en las aljamas pequeñas no se daban. Además estaba el Mustaçaf o Çalmedina o Zalmedina.
            En la autoridad judicial está el Cadí o Alcadí; que tenía funciones judiciales, notariales, intervenía en matrimonios, sucesiones y herencias; solía estar asesorado por los Alfaquíes que eran expertos en derecho musulmán. Pero además aparece la figura del Cadí General o Real que tenía autoridad sobre todos los mudéjares de Corona de Aragón y servía de intermediario entre los mudéjares y el rey. En la Corona de Castilla se lo conoce como Viejo Mayor.
            En cuanto a los cargos religiosos las aljamas conservaban dichos cargos gracias a los pactos de capitulación; como los Almuédanos, encargados de llamar a la oración, Zabazalás o Shaib-al-Salat; que se encargaban de la predicación. Aunque los encargados de predicar en las mezquitas son los alfaquíes, que también transmitían sus enseñanzas a los niños y eran expertos en derecho y asesoraban a los cadíes.
            También había oficiales cristianos que tenían competencias sobre los musulmanes, el Baile, que se encarga de los asuntos del rey en los distintos territorios y que se encarga de las aljamas reales, aquellas que están en realengo. En caso de que este estuviera ausente de ese territorio se encargaba el lugarteniente del baile.
            Estos cobraban las rentas resolvían cuestiones jurídicas, sobre todo los pleitos con cristianos. Y también la concesión de salvoconductos para poder viajar, en la documentación aparecen como Guiatges.
            En los señoríos el funcionario encargado de estas cuestiones en el baile (señorial).

            3.1.2. La sociedad mudéjar

            En ella podemos destacar el fuerte arraigo de estructuras tanto árabes como bereberes, que se mantienen a través de la práctica matrimonial de la endogamia, con matrimonios entre primos-hermanos, lo que fortalece el legado familiar. Esto no evito un proceso de aculturación que afecto a la lengua, sobre todo en Castilla y Aragón. El lenguaje propio de los mudéjares era la Algarabía, un dialecto del árabe muy degradado por las lenguas de los conquistadores.
            Se pude hablar de clase sociales dentro de la Aljama pero la jerarquía social no está bien definida debido al elemento que define a la familia de linaje, la familia extensa. Lo que no evita luchas por el poder o violencias personales. Aun así podemos referirnos a un grupo de mudéjares acomodados que controlaban los cargos públicos, elites religiosas y económicas; aunque la mayoría de los mudéjares eran de condición humilde. Por debajo incluso de pobres y marginados, dentro de la propia sociedad mudéjar.

            3.1.3. La morería

            La mayoría de las ciudades y villas se vaciaron de población musulmana tras la conquista, bien porque se marcharon a los señoríos rurales o a los arrabales donde formaron la morería a partir de la organización administrativa de la Aljama. Suele ser un recinto amurallado, formando un barrio propio, pero en muchas ocasiones hay que hablar de población mudéjar dispersa por la ciudad, esto llevo por ejemplo a comienzos del s. XIV a Jaime II a prohibir la construcción de casas a los cristianos junto al arrabal de Elche.
            No existió un aislamiento total entre las dos comunidades a pesar de las directrices eclesiásticas y las normativas civiles, incluso hubo cristianos que compraron casas dentro de las morerías, que alquilaban a los musulmanes o habitaban ellos o alquilaban a otros cristianos (normalmente gente de mal vivir).
            Un marco de contacto entre una y otra comunidad es de las Alhóndigas o Alfòndecs, que eran lugares para comerciantes y viajeros, que eran un monopolio real.
            Dentro de la morería hay una serie de edificios, la mezquita, elemento esencial de la vida social y religiosa, con su minarete y el Almuédano que llamaba a la oración; que en algunas ocasiones estuvo prohibido por recomendación del papado sobre todo desde el concilio de Letrán. El cementerio que era uno propio para los musulmanes realizando los enterramientos según sus ritos. También tenían su propia carnicería, su propio zoco, hornos, baños o hammam, heredero las termas romanas que no van a desaparecer con la conquista y repoblación cristiana.
            En cuanto a las viviendas estaban hechas de tapial en los muros y de la ladrillo en las esquinas, solían tener dos plantas y un pequeño corral.

            3.1.4. Segregación y discriminación

            Según Ferran y Mallol, la convivencia de las tres comunidades se basaba en la segregación pero también en el respeto a la organización interna de cada comunidad. Esto se hace patente en la segregación de la residencia, con barrios específicos en las ciudades. También hay segregación en las actividades sociales, no estaba bien visto que cristianos y musulmanes comieran y bebiera juntos; eso no evitaba que se invitara a integrantes de otra confesión a bodas, circuncisiones, entierros, etc.
            Otro marco era la taberna, a pesar de la prohibición a los musulmanes a entrar, aunque si podían comprar vino y llevárselo a su casa.
            Los musulmanes tampoco podían tener cristianos a su servicio, o entrar a los gremios cristianos.
            El contacto sexual entre personas de diferentes religiones era totalmente prohibida; con las máximas penas civiles y eclesiásticas. En el caso cristiano las penas eran menos graves y se condenaba solo a la mujer. El caso más frecuente era entre cristiano y musulmana; que en alguna ocasión se podía escapar de la pena de muerte bautizándose la musulmana. Todo para evitar el mestizaje, que causaba autentico terror.
            Por otra parte a partir del s. XIII se empieza a imponer una serie de distintivo de carácter discriminatorio; tanto para judíos como para musulmanes. Los musulmanes debía tener los cabellos cortados en redondo con la barba larga, debían vestir con la Aljuba, una túnica larga o con la Almeixia, una túnica larga con mangas.
            Mientras que las mujeres musulmanas debía llevar como las judías, la Aldifara. Todos estos eran elementos discriminatorios. La indumentaria de judíos y musulmanes era muy parecida y también la de los cristianos, por lo que la clave era más el corte de pelo.
            El uso de la lengua árabe genera un dialecto distinto al usado en Granada por ejemplo,  pero muchos mudéjares eran bilingües. En cuanto a la cultura el abandono de las élites tras la conquista provoca que el conocimiento quede en manos de los Alfaquíes.
            Américo Castro idealizo la España de las tres culturas, por su parte Sanchez Albornoz milito en la teoría opuesta la beligerancias constante entre las confesiones religiosas; aunque lo más posible sea un término medio. Posteriormente se ha utilizado el concepto coexistencia, juntos pero separados.
            Pero a su vez tenemos las normativas eclesiásticas y legales, que tienden hacia la segregación de las minorías, y al mismo tiempo los monarcas protegen a los mudéjares de los actos de violencia y por otra parte musulmanes, cristianos y judíos, a pesar de todas estas segregaciones coincidían en la taberna, en el obrador artesano, en el horno, en los espacios del día a día.
            También es cierto que la predicación de sacerdotes o predicadores en las ciudades podía generar un clima que tendiese hacia la violencia, mientras que en el ámbito rural la convivencia entre musulmanes y cristianos en materia religiosa no generó demasiados problemas.

3.2. La minoría judía


            La podemos definir a través de la frase de Luis Suarez Fernandez “una minoría religiosa, no étnica, instalada en su suelo, en yuxtaposición a la sociedad cristina, que constituia exclusivamente la legitimidad.”

            3.2.1. Demografía:

            Se calcula que en el último tercio del s. XIII es el momento de máximo esplendor, desde este momento se inician las dificultades con el privilegio General de Pedro III a la Unión aragonesa, prohibiendo que los judíos puedan tener cargos en la administración del rey. A lo largo del s. XIV se suma la peste negra, la guerra de los dos Pedros y el asalto a las juderías en 1391.
            A partir de 1391 la comunidad judía está herida de muerte, pero la investigación más reciente está descubriendo que algunos judíos que sobreviven y no se convierten al cristianismo se van a refugiar en el mundo rural.
            En el siglo XIV, antes de los asalto de 1391 la judería de Valencia contaría con entre 2.500 y 3.000 habitantes un 10% de la población de la ciudad. Tras las violencias de ese año la aljama más poblada sería la de Sagunto (Morvedre) que contaba con 700 hebreos. En 1492 la expulsión arroja estos datos de Aragón se expulsa unos 9.000; en Cataluña 3.000 y en Valencia 948.

            3.2.2. La sociedad judía

            Es una sociedad en la que el prestigio social proviene de tres fuentes, la fortuna, el saber y la ascendencia. Si es una sociedad tolerada por las autoridades cristianas se debe a dos motivos, por una parte por que las monarquías no han sido intolerantes con este grupo y sobre todo porque eran de importancia para el cobro de impuestos.
            La celula social básica de las juderías era la Aljama, que equivale a la universitas cristiana, al municipio cristiano. El origen es árabe de la palabra Algamáa que no denominaba solo el barrio judío si no la organización. El término para hablar del barrio es Juderia/Jueria o Call (Cataluña).
            En la corona de Aragón podemos distinguir dos grupos, uno minoritario el de los Judios Francos y otro mayoritario el de los pechero o peyteros, que son  los que pagan la peyta. Estos últimos a su vez se dividían en tres manos, mayor, mediana y menor. Los de la mano mayor, eran la aristocracia y se dedicaban a diversos oficios, el comercio, las finanzas, artesanado, medicina, o recaudadores de impuestos.
            La mano mediana incluye artesanos, mercaderes, profesiones liberales… la mano menor agrupaba a los estratos más bajos de la artesanía, pobres e indigentes. Algunos pobres estaban exentos de pagar algunos impuestos por su pobreza, pero no estaban exentos de la Sisa, un impuesto sobre el comercio y el consumo, este impuesto se introduce con Jaime II y Pedro III a petición de los municipios, ya que la gestión de su tributación se lleva a cabo por las autoridades urbanas.
            La pertenencia a una u otra mano dependía de la riqueza del individuo, aunque existían factores de movilidad social, como el matrimonio, enriquecimiento por negocios, concesiones reales, etc.
            Los que eran Francos lo eran por un tiempo limitado mientras estaban al servicio de la corona. También se usaba con musulmanes que repoblaban una villa o lugar; como en el caso de Elche los cuales durante un año tienen exención de tasas.
            Esta división iba en detrimento de aquellos que pagaban ya que cuando había que pagar impuestos se calculaba por la comunidad en sí y se repartían todos los pecheros; si alguno quedaba exento el resto de la comunidad tenía que asumir esa cantidad. En algunas ocasiones estas exenciones eran colectivas, normalmente por algún tipo de catástrofe.
            Pero hay elementos igualitarios entre todos los hebreos, como la confesión religiosa y la situación de inferioridad legal y social; ya que no podían ser oficiales reales, no podían tener siervos cristianos, debía haber una segregación entre judíos y cristianos, no podían ser médicos de cristianos, etc. Esta legislación civil parte de las normativas eclesiásticas iniciadas en el s. XIII desde el papado.
            Suele decirse que el judío culturalmente es superior al cristiano, aunque este es un baremo muy difícil de probar.

4.     LOS GRUPOS MARGINADOS. LOS ESCLAVOS

           
            Como son los esclavos, de los que tenemos para su estudio investigaciones locales pero no un estudio global, estas son del s. XV. Se está empezando a analizar el s. XIV, pero no sabemos nada del XIII.

            La normativa que regia la esclavitud aparecia plasmada en los Fueros, eran completamente dependientes del dueño, un objeto patrimonial que puede comprarse, venderse o regalarse; carecían de libertad, pero podían rescatarse para conseguir la libertad; judíos y musulmanes no podían tener esclavos cristianos.

            Las causas para entrar en la esclavitud eran el nacimiento, capturado en la guerra, el corso o una pena por delitos cometidos. Cuando se cautivaba a un oriundo de tierras infieles debía presentarse ante el Baile General del Reino y que se emitiera el certificado “de bona guerra”; aun así el propietario tenia que pagar dos impuestos, el quinto real, que era la quinta parte de toda venta; mientras que por las mercancías apresadas y vendidas se pagaba una 20ª parte el dret del vint.

            Muchos de estos nuevos esclavos procedían de la guerra de corso contra los berberiscos; donde el reino de Valencia y las islas baleares debido a su ubicación geográfica. Eran los espacios de la corona más visitados por piratas en busca de esa guerra del corso, esa piratería legal, aunque algunos eran piratas de verdad. También se ve afectado por los piratas del norte de África; y los almogávares del reino de Granada.

            La marina alta y baja son zonas habituales de piratas y corsarios; más al sur el puerto de Orihuela, Cap Cerver; Guardamar, o el Cap de l´Aljub (Santa Pola). Tambien hay corsarios cristianos como en la guerra de los dos Pedros, así como Portugueses, Genoveses y Provenzales. En el s. XIV la documentación habla de barcas y leños, en el s. XV de Galeota y Carabela.

            Los precios de los esclavos oscilan según el sexo, raza, edad o salud. La mayoría eran musulmanes de Granada o el norte de África, aunque a finales del s. XV se detectan esclavos negros e incluso de las islas Canarias.

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