1. LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
Se produce
una inversión los mudéjares pasan a ser minoría y los cristianos acaban
transformándose en el grupo poblacional mayoritario.
El descenso
demográfico de los mudéjares se debió a la emigración masiva por las
capitulaciones firmadas durante la conquista, marchándose sobre todo al reino
nazarí de Granada, especialmente las élites políticas e intelectuales de la
antigua taifa. Pero también después de la conquista tenemos que hablar de otras
calamidades, guerras, epidemias, cautividad, etc.
Dentro de
la corona de Aragón los reinos de Valencia y Aragón van a ser los que mantienen
una importante población mudéjar. En Cataluña solo podemos hablar de mudéjares
en el Bajo Ebro, cerca de Tortosa y en Lleida. En Baleares prácticamente
desaparece la población musulmana y en Navarra en Tudela también hay presencia
mudéjar.
Se les
permitía quedarse tanto por los pactos de capitulación como por el hecho de que
a los señores les interesa tener población mudéjar, ya que pagaban mayores
rentas.
La
evolución de la población experimenta un descenso progresivo a lo largo del s.
XIV y una recuperación de la población mudéjar en el XV, una vez superada la
Guerra de los dos Pedros y las crisis económicas y epidemia que se viven en el
XIV.
En el s. XV
hay un crecimiento agrario, incorporación en circuitos de comercio
internacional, entrando en época moderna con un número importante de mudéjares.
2. LA ESTRUCTURA SOCIAL
La conquista supone la implantación
de una nueva sociedad cristiana y feudal, que coexiste con los mudéjares
sometidos y con judíos. Pero la diferenciación social no se basa exclusivamente
en la religión, también hay deferencias en la riqueza y en la jurisdicción,
entre aquellos privilegiados y los no privilegiados, pero también entre vecinos
(con casa propia en la ciudad) y moradores (que no tenían casa propia) en las
ciudades.
2.1. El grupo de los privilegiados
Entre los privilegiados nos
encontramos con hidalgos, caballeros, Omes buenos, algunos burgueses (aquellos
que pueden mantener caballo y armas).
Esto va a dar lugar a
establecimiento de estrategias familiares para obtener el mayor poder en las
villas y ciudades. Para ello serán fundamentales los matrimonios concertados
para mantener el patrimonio de la familia o incluso incrementarlo.
También entre los privilegiados se
encuentran los eclesiásticos aunque la Iglesia forma a su vez una jerarquía
social paralela que va desde el obispo hasta el clero parroquial, aunque todos
ellos tenían privilegios jurídicos, fiscales y sociales. La base de todo era el
sacerdote que no tenía la misma categoría que el obispo.
Aquí hay que distinguir a la
oligarquía de todo esto porque dentro de esta oligarquía algunos de sus
representantes podían no ser privilegiados.
2.2. Los no privilegiados
En la terminología
de la época son nombrados como ma mitjana
y ma minor. Es un grupo heterogéneo ya que se trata del grueso de la
población, pero básicamente son pecheros, los que pagan tributos. La mayoría se
dedicaba a la agricultura, pero también dentro de este grupo están mercaderes,
artesanos, marinos, corsarios, intelectuales o profesionales liberales; como
notarios, médicos, escribanos, etc.
En la ma
minor encontramos el grupo más numeroso, formado por obreros no cualificados,
pescadores, trabajadores asalariados que ejercen de criados, pastores, pequeños
propietarios. Por debajo de todos ellos están los jornaleros.
Aun más
abajo estarían los pobres y los marginados. Gente que vivía de la mendicidad y
su estado de pobreza hacia que vivieran de la caridad, pero también hay
marginados como los vagabundos, prostitutas, enfermos, criminales. En el reino
de Valencia se da una doble visión sobre la pobreza, ya que el pobre es el que
representa a Jesucristo en la tierra, para que el rico ejerza la caridad cristiana.
A su vez está la mentalidad de la burguesía que cree en el trabajo, que hay que ganárselo.
3. LAS MINORÍAS ETNICO-RELIGIOSAS
3.1. Los mudéjares: de mayoría a minoría.
El termino
proviene del termino árabe Mudayyan,
gente de la permanencia, aquel al que le ha sido permitido quedarse, el que
paga tributo, domesticado. También se les conoce como mudéjares, moros,
sarracenos, agarenos.
Su
característica más destacada es la discriminación y segregación con respecto a
los cristianos, los mudéjares permanecen por conveniencia para los cristianos,
son fuente de ingresos fiscales, de producción agrícola, de producción
artesana, etc.
Su
presencia en la corona tiene como punto de partida unas bases jurídicas que se
originan con las propias capitulaciones durante la conquista; pero también a
partir de una serie de textos legales y religiosos propios del islam, que son aceptados por los cristianos como punto
de partida de la organización interna de las aljamas mudéjares.
Estos
textos son la Suna y la Shari´a que son el conjunto legal musulmán y que
permitía que los mudéjares se rigieran con leyes, tribunales y penas propias,
aunque siempre existía el derecho a la apelación real.
Esta doble
legislación va a dar lugar a conflictos con otros tribunales hasta que el Baile
se convierte, en el encargado de todos los asuntos relacionados con los
mudéjares.
3.1.1. La aljama
Es la
comunidad musulmana en cualquier villa o ciudad, pero también es una entidad
jurídica, es el órgano institucional y ente jurídico de los musulmanes.
Dentro de
ella hay una serie de cargos como son el Alamín, la autoridad más importante y
tenía una función recaudatoria, podían ejercer como jueces ordinarios, y
ejecutar sentencias de jueces superiores, eran designados por el rey en las
tierras de realengo o por el señor en caso de señorío.
Le siguen
los adelantados, vells o jurados, que ejercían una función similar a la de los
jurados cristianos. También tenían una serie de consejeros, els consellers o prohombres; en las
aljamas pequeñas no se daban. Además estaba el Mustaçaf o Çalmedina o
Zalmedina.
En la
autoridad judicial está el Cadí o Alcadí; que tenía funciones judiciales,
notariales, intervenía en matrimonios, sucesiones y herencias; solía estar
asesorado por los Alfaquíes que eran expertos en derecho musulmán. Pero además
aparece la figura del Cadí General o Real que tenía autoridad sobre todos los
mudéjares de Corona de Aragón y servía de intermediario entre los mudéjares y
el rey. En la Corona de Castilla se lo conoce como Viejo Mayor.
En cuanto a
los cargos religiosos las aljamas conservaban dichos cargos gracias a los
pactos de capitulación; como los Almuédanos, encargados de llamar a la oración,
Zabazalás o Shaib-al-Salat; que se encargaban de la predicación. Aunque los
encargados de predicar en las mezquitas son los alfaquíes, que también
transmitían sus enseñanzas a los niños y eran expertos en derecho y asesoraban
a los cadíes.
También
había oficiales cristianos que tenían competencias sobre los musulmanes, el Baile,
que se encarga de los asuntos del rey en los distintos territorios y que se
encarga de las aljamas reales, aquellas que están en realengo. En caso de que
este estuviera ausente de ese territorio se encargaba el lugarteniente del
baile.
Estos
cobraban las rentas resolvían cuestiones jurídicas, sobre todo los pleitos con
cristianos. Y también la concesión de salvoconductos para poder viajar, en la
documentación aparecen como Guiatges.
En los
señoríos el funcionario encargado de estas cuestiones en el baile (señorial).
3.1.2. La sociedad mudéjar
En ella
podemos destacar el fuerte arraigo de estructuras tanto árabes como bereberes,
que se mantienen a través de la práctica matrimonial de la endogamia, con
matrimonios entre primos-hermanos, lo que fortalece el legado familiar. Esto no
evito un proceso de aculturación que afecto a la lengua, sobre todo en Castilla
y Aragón. El lenguaje propio de los mudéjares era la Algarabía, un dialecto del
árabe muy degradado por las lenguas de los conquistadores.
Se pude
hablar de clase sociales dentro de la Aljama pero la jerarquía social no está
bien definida debido al elemento que define a la familia de linaje, la familia
extensa. Lo que no evita luchas por el poder o violencias personales. Aun así
podemos referirnos a un grupo de mudéjares acomodados que controlaban los
cargos públicos, elites religiosas y económicas; aunque la mayoría de los
mudéjares eran de condición humilde. Por debajo incluso de pobres y marginados,
dentro de la propia sociedad mudéjar.
3.1.3. La morería
La mayoría
de las ciudades y villas se vaciaron de población musulmana tras la conquista,
bien porque se marcharon a los señoríos rurales o a los arrabales donde
formaron la morería a partir de la organización administrativa de la Aljama. Suele
ser un recinto amurallado, formando un barrio propio, pero en muchas ocasiones
hay que hablar de población mudéjar dispersa por la ciudad, esto llevo por
ejemplo a comienzos del s. XIV a Jaime II a prohibir la construcción de casas a
los cristianos junto al arrabal de Elche.
No existió
un aislamiento total entre las dos comunidades a pesar de las directrices
eclesiásticas y las normativas civiles, incluso hubo cristianos que compraron
casas dentro de las morerías, que alquilaban a los musulmanes o habitaban ellos
o alquilaban a otros cristianos (normalmente gente de mal vivir).
Un marco de
contacto entre una y otra comunidad es de las Alhóndigas o Alfòndecs, que eran lugares para comerciantes y viajeros, que eran
un monopolio real.
Dentro de
la morería hay una serie de edificios, la mezquita, elemento esencial de la
vida social y religiosa, con su minarete y el Almuédano que llamaba a la
oración; que en algunas ocasiones estuvo prohibido por recomendación del papado
sobre todo desde el concilio de Letrán. El cementerio que era uno propio para
los musulmanes realizando los enterramientos según sus ritos. También tenían su
propia carnicería, su propio zoco, hornos, baños o hammam, heredero las termas romanas que no van a desaparecer con la
conquista y repoblación cristiana.
En cuanto a
las viviendas estaban hechas de tapial en los muros y de la ladrillo en las
esquinas, solían tener dos plantas y un pequeño corral.
3.1.4. Segregación y discriminación
Según
Ferran y Mallol, la convivencia de las tres comunidades se basaba en la
segregación pero también en el respeto a la organización interna de cada
comunidad. Esto se hace patente en la segregación de la residencia, con barrios
específicos en las ciudades. También hay segregación en las actividades
sociales, no estaba bien visto que cristianos y musulmanes comieran y bebiera
juntos; eso no evitaba que se invitara a integrantes de otra confesión a bodas,
circuncisiones, entierros, etc.
Otro marco
era la taberna, a pesar de la prohibición a los musulmanes a entrar, aunque si
podían comprar vino y llevárselo a su casa.
Los
musulmanes tampoco podían tener cristianos a su servicio, o entrar a los
gremios cristianos.
El contacto
sexual entre personas de diferentes religiones era totalmente prohibida; con
las máximas penas civiles y eclesiásticas. En el caso cristiano las penas eran
menos graves y se condenaba solo a la mujer. El caso más frecuente era entre
cristiano y musulmana; que en alguna ocasión se podía escapar de la pena de
muerte bautizándose la musulmana. Todo para evitar el mestizaje, que causaba
autentico terror.
Por otra
parte a partir del s. XIII se empieza a imponer una serie de distintivo de
carácter discriminatorio; tanto para judíos como para musulmanes. Los
musulmanes debía tener los cabellos cortados en redondo con la barba larga,
debían vestir con la Aljuba, una túnica larga o con la Almeixia, una túnica
larga con mangas.
Mientras
que las mujeres musulmanas debía llevar como las judías, la Aldifara. Todos
estos eran elementos discriminatorios. La indumentaria de judíos y musulmanes
era muy parecida y también la de los cristianos, por lo que la clave era más el
corte de pelo.
El uso de
la lengua árabe genera un dialecto distinto al usado en Granada por
ejemplo, pero muchos mudéjares eran
bilingües. En cuanto a la cultura el abandono de las élites tras la conquista
provoca que el conocimiento quede en manos de los Alfaquíes.
Américo
Castro idealizo la España de las tres culturas, por su parte Sanchez Albornoz
milito en la teoría opuesta la beligerancias constante entre las confesiones
religiosas; aunque lo más posible sea un término medio. Posteriormente se ha
utilizado el concepto coexistencia, juntos pero separados.
Pero a su
vez tenemos las normativas eclesiásticas y legales, que tienden hacia la
segregación de las minorías, y al mismo tiempo los monarcas protegen a los
mudéjares de los actos de violencia y por otra parte musulmanes, cristianos y
judíos, a pesar de todas estas segregaciones coincidían en la taberna, en el
obrador artesano, en el horno, en los espacios del día a día.
También es
cierto que la predicación de sacerdotes o predicadores en las ciudades podía
generar un clima que tendiese hacia la violencia, mientras que en el ámbito
rural la convivencia entre musulmanes y cristianos en materia religiosa no
generó demasiados problemas.
3.2. La minoría judía
La podemos
definir a través de la frase de Luis Suarez Fernandez “una minoría religiosa,
no étnica, instalada en su suelo, en yuxtaposición a la sociedad cristina, que
constituia exclusivamente la legitimidad.”
3.2.1. Demografía:
Se calcula
que en el último tercio del s. XIII es el momento de máximo esplendor, desde
este momento se inician las dificultades con el privilegio General de Pedro III
a la Unión aragonesa, prohibiendo que los judíos puedan tener cargos en la
administración del rey. A lo largo del s. XIV se suma la peste negra, la guerra
de los dos Pedros y el asalto a las juderías en 1391.
A partir de
1391 la comunidad judía está herida de muerte, pero la investigación más
reciente está descubriendo que algunos judíos que sobreviven y no se convierten
al cristianismo se van a refugiar en el mundo rural.
En el siglo
XIV, antes de los asalto de 1391 la judería de Valencia contaría con entre
2.500 y 3.000 habitantes un 10% de la población de la ciudad. Tras las
violencias de ese año la aljama más poblada sería la de Sagunto (Morvedre) que
contaba con 700 hebreos. En 1492 la expulsión arroja estos datos de Aragón se
expulsa unos 9.000; en Cataluña 3.000 y en Valencia 948.
3.2.2. La sociedad judía
Es una
sociedad en la que el prestigio social proviene de tres fuentes, la fortuna, el
saber y la ascendencia. Si es una sociedad tolerada por las autoridades
cristianas se debe a dos motivos, por una parte por que las monarquías no han
sido intolerantes con este grupo y sobre todo porque eran de importancia para
el cobro de impuestos.
La celula
social básica de las juderías era la Aljama, que equivale a la universitas
cristiana, al municipio cristiano. El origen es árabe de la palabra Algamáa que no denominaba solo el barrio
judío si no la organización. El término para hablar del barrio es Juderia/Jueria o Call (Cataluña).
En la
corona de Aragón podemos distinguir dos grupos, uno minoritario el de los
Judios Francos y otro mayoritario el de los pechero o peyteros, que son los que pagan la peyta. Estos últimos a su
vez se dividían en tres manos, mayor, mediana y menor. Los de la mano mayor,
eran la aristocracia y se dedicaban a diversos oficios, el comercio, las
finanzas, artesanado, medicina, o recaudadores de impuestos.
La mano
mediana incluye artesanos, mercaderes, profesiones liberales… la mano menor
agrupaba a los estratos más bajos de la artesanía, pobres e indigentes. Algunos
pobres estaban exentos de pagar algunos impuestos por su pobreza, pero no
estaban exentos de la Sisa, un impuesto sobre el comercio y el consumo, este
impuesto se introduce con Jaime II y Pedro III a petición de los municipios, ya
que la gestión de su tributación se lleva a cabo por las autoridades urbanas.
La pertenencia a una u otra mano
dependía de la riqueza del individuo, aunque existían factores de movilidad
social, como el matrimonio, enriquecimiento por negocios, concesiones reales,
etc.
Los que
eran Francos lo eran por un tiempo limitado mientras estaban al servicio de la
corona. También se usaba con musulmanes que repoblaban una villa o lugar; como
en el caso de Elche los cuales durante un año tienen exención de tasas.
Esta
división iba en detrimento de aquellos que pagaban ya que cuando había que
pagar impuestos se calculaba por la comunidad en sí y se repartían todos los
pecheros; si alguno quedaba exento el resto de la comunidad tenía que asumir
esa cantidad. En algunas ocasiones estas exenciones eran colectivas,
normalmente por algún tipo de catástrofe.
Pero hay
elementos igualitarios entre todos los hebreos, como la confesión religiosa y
la situación de inferioridad legal y social; ya que no podían ser oficiales
reales, no podían tener siervos cristianos, debía haber una segregación entre
judíos y cristianos, no podían ser médicos de cristianos, etc. Esta legislación
civil parte de las normativas eclesiásticas iniciadas en el s. XIII desde el
papado.
Suele
decirse que el judío culturalmente es superior al cristiano, aunque este es un
baremo muy difícil de probar.
4. LOS GRUPOS MARGINADOS. LOS ESCLAVOS
Como son los esclavos, de los que
tenemos para su estudio investigaciones locales pero no un estudio global,
estas son del s. XV. Se está empezando a analizar el s. XIV, pero no sabemos
nada del XIII.
La normativa que regia la esclavitud
aparecia plasmada en los Fueros, eran completamente dependientes del dueño, un
objeto patrimonial que puede comprarse, venderse o regalarse; carecían de
libertad, pero podían rescatarse para conseguir la libertad; judíos y
musulmanes no podían tener esclavos cristianos.
Las causas para entrar en la
esclavitud eran el nacimiento, capturado en la guerra, el corso o una pena por
delitos cometidos. Cuando se cautivaba a un oriundo de tierras infieles debía
presentarse ante el Baile General del Reino y que se emitiera el certificado
“de bona guerra”; aun así el propietario tenia que pagar dos impuestos, el
quinto real, que era la quinta parte de toda venta; mientras que por las
mercancías apresadas y vendidas se pagaba una 20ª parte el dret del vint.
Muchos de estos nuevos esclavos
procedían de la guerra de corso contra los berberiscos; donde el reino de
Valencia y las islas baleares debido a su ubicación geográfica. Eran los
espacios de la corona más visitados por piratas en busca de esa guerra del
corso, esa piratería legal, aunque algunos eran piratas de verdad. También se
ve afectado por los piratas del norte de África; y los almogávares del reino de
Granada.
La marina alta y baja son zonas
habituales de piratas y corsarios; más al sur el puerto de Orihuela, Cap
Cerver; Guardamar, o el Cap de l´Aljub
(Santa Pola). Tambien hay corsarios cristianos como en la guerra de los dos
Pedros, así como Portugueses, Genoveses y Provenzales. En el s. XIV la
documentación habla de barcas y leños, en el s. XV de Galeota y Carabela.
Los precios de los esclavos oscilan
según el sexo, raza, edad o salud. La mayoría eran musulmanes de Granada o el
norte de África, aunque a finales del s. XV se detectan esclavos negros e
incluso de las islas Canarias.
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