jueves, 30 de mayo de 2013

TEMA 6 JAIME II Y LA CONQUISTA DEL REINO DE MURCIA


1.    LA CONQUISTA CASTELLANA.
            Hace referencia a una taifa la de Murcia que integraban la actual región de Murcia y las tierras meridionales de la provincia de Alicante. Esta Taifa estaba gobernada por la dinastía ibn Hud.
            Esta taifa era presionada por las potencias que rodeaban dicho territorio por el sur el reino de Granada, pretendía extenderse a su costa; por el norte tenía la amenaza de Jaime I y por el oeste la corona de Castilla que con Fernando III estaba ocupando el norte de Andalucía.
            Ibn Hud opta por la opción menos dolorosa y aceptó el vasallaje a Castilla en 1243; con lo que se convierte en un protectorado castellano, por medio del Pacto de Alcaraz. Por este el infante Alfonso entra en Murcia y se hace con el Alcázar y también se hace con las principales fortalezas del reino; además de la mitad de las rentas públicas. A cambio los musulmanes mantienen sus propiedades, religión,  instituciones, usos y costumbres.
            Aun así una serie de ciudades del reino rechazaron el pacto y tuvieron que ser conquistadas, como Lorca, Cartagena, Mula, Orihuela, Alicante y Elche. Tras la conquista la población urbana del reino siguió siendo musulmana, bajo la obediencia de un Ra´is o señor, como vasallo de Castilla. En este momento va a surgir un señorío que es el de Crevillente que va a mantener su independencia dentro de la corona de Castilla y después de la de Aragón con una Ra´is hasta 1318. Otras localidades como Cartagena o Mula perdieron los beneficios pactados, se forzó la emigración musulmana hacia Granada o el norte de África, perdiendo sus propiedades; aunque la emigración no fue total. Los cristianos reemplazaron esa población con población cristiana; realizándose, como en Valencia, un fenómeno de repartimientos.
            Cada ciudad se convierte en un caso aislado dependiendo de la pervivencia de musulmanes el asentamiento de milicias o de colonos cristianos. En Orihuela se dan los repartimientos en varios periodos así como en la Villa de Alicante a la que se le concedió un amplio alfoz que incluía, Novelda, Aspe el viejo, Aspe el nuevo, Monforte, Bussot, Agost y Aigües de Busssot; por Alfonso X en 1252; por el interés que tiene el monarca en promocionar una villa que tenía una situación portuaria tan destacada, pero también que sirva de contención para cualquier pretensión expansionista de la corona de Aragón.
            Estos repartimientos y esta repoblación en muchos casos contradecían el pacto de Alcaraz, la presión sobre los musulmanes y sus propiedades cada vez fue mayor y acabo provocando el levantamiento de 1264, que ocurre de manera pareja al de los mudéjares andaluces, por lo que Alfonso X se ve obligado a pedir ayuda a su suegro Jaime I.

2.    LA CRISIS DINÁSTICA CASTELLANA.

            El problema dinástico surgido en Castilla en el último cuarto del s. XIII tuvo una consecuencia directa del reino de Murcia por Jaime II.
            El fallecimiento del  primogénito del Alfonso X que es Fernando de la Cerda, que murió siendo infante; y se abre un debate sobre quién debe reinar en Castilla, según las 7 partidas de Alfonso X debería ser uno de los hijos de Fernando de la Cerda; pero otros opinan que debía ser el otro hijo de Alfonso X, Sancho.
            Esto se intenta solucionar con una Guerra entre los partidarios de los Infantes de la Cerda (hijos de Fernando) y los de Sancho IV; que finalmente triunfa, estos son la nobleza que se opone a la centralización monárquica de Alfonso X.
            Ante esta situación los infantes de la Cerda se refugian en Aragón, la abuela era hija de Jaime I. Y Alfonso III apoya las pretensiones de estos a la Corona, con Jaime II cambia de alianzas por el tema de Sicilia, ya que necesita a Sancho IV como aliado; deja de apoyar a los infantes de la Cerda y acuerda matrimonio con una hija de Sancho IV, aunque no llega a realizarse. Sin embargo esta alianza no fructifica, ya que Jaime II es conducido a una encerrona para firmar.
            Así que finalmente busca el apoyo de Francia y el Papado, con el acuerdo de Anagni y vuelve a apoyar a los infantes de la Cerda.
            Sancho IV muere prematuramente y se reabre el debate sobre quién debe reinar el hijo de Sancho IV o los infantes de la Cerda. Sobre todo porque el matrimonio de Sancho IV con María de Molina estaba en entredicho, ya que eran parientes cercanos y Alfonso X no dio su bendición a dicho matrimonio y podría ser nulo. Con lo que su descendencia va a tener dificultades al trono, al futuro Fernando IV. Jaime II decide cambiar de nuevo de alianzas y apoya a los infantes de la Cerda; lo que suponía que consideraba a Alfonso de la Cerda como legitimo rey, en contra de los intereses de  Fernando IV; a cambio el infante de la Cerda cedía al rey de Aragón, el reino de Murcia.
            Mientras el hermano de Sancho IV el infante Don Juan reclama parte del reino de Castilla, los reino de Galicia, León y Sevilla.
            Esta es la oportunidad que aprovecha Jaime II ocupar/conquistar el reino de Murcia. Esta ocupación se dará entre 1296 y 1304; con lo que en esos 8 años el reino de Murcia pertenece a la Corona de Aragón.
            Pero en este periodo se va a producir un acontecimiento de orden internacional que va a cambiar la situación, el Papa (porque María de Molina paga más) reconoce la legalidad del matrimonio de Sancho IV con lo cual su hijo Fernando es legítimamente el rey de Castilla, mientras que Alfonso de la Cerda empieza a perder apoyos.
            Ante esto Jaime II decide firmar la paz con Fernando IV, el primer pacto es el de Ariza, que reconoce a Fernando IV como el rey de Castilla y se ceden a Alfonso de la Cerda, algunos territorios, villas y castillos. Un año después en el Tratado de Torrellas se soluciona el asunto del reino de Murcia, que supone el paso de las tierras del norte de Murcia a la corona de Aragón.

3.    LA CONQUISTA DEL REINO DE MURCIA.


            Jaime II inició este proceso enviando cartas a los alcaides de los castillos exigiendo la cesión de las fortalezas en homenaje feudal; pero algunos alcaides se niegan, concretamente el de Alicante y Orihuela.
            Con lo cual Jaime II decide recurrir a las armas y la primera acción sucede en Alicante, llega a Alicante con su ejército para conquistar el castillo de Santa Bárbara, consiguiéndolo finalmente, aunque está a punto de morir en esta acción, aunque finalmente el alcaide del castillo Nicolás Pérez muere y Jaime II arroja su cadáver a los perros.
            Poco después de la conquista de Alicante, Guardamar se rinde sin resistencia, Almoradí resiste 3 días, Orihuela que después de varios días de conversaciones, promesas y amenazas, se entregaba también a Jaime II. Mientras ocupa Callosa de Segura, Abanilla. Pero la capitulación de Orihuela fue la que favoreció la ocupación de buena parte del reino. Incluso llega a la capital a Murcia.
            En este periodo llega a entablar relaciones con el Ra´is (Arraez) de Crevillente; que finalmente capitularía y se convertiría en un señor musulmán dentro de un reino cristiano, algo bastante insólito; era de la dinastía Ibn Hudayr, que permanecerán el en poder bastante tiempo hasta 1318.
            En cuanto a Murcia ciudad tenía dos castillos uno en el extrarradio y otro en el casco urbano y ambos resisten inicialmente a Jaime II; el castillo del extrarradio capitula tras un asedio lo que le permite a Jaime II controlar parte de la ciudad. Finalmente se decide a negociar para no perjudicar a la población de la ciudad y finalmente el castillo capitula y el alcaide entrega el castillo.
            La toma de Caravaca y Cartagena fue consecuencia de asedios más o menos prolongados tras la caída de Murcia.
            Pero uno de los objetivos más importantes y difíciles de obtener fue el de Elche y otras plazas que pertenecían al infante Don Juan Manuel, ya que Jaime II no quería enfrentarse a la nobleza castellana, por lo que exige a Don Juan Manuel que le reconozca como rey a cambio de mantener sus propiedades; pero este es sobrino de Alfonso X el sabio y por tanto no puede reconocerle como rey puesto que es pariente del rey de Castilla. El problema es que el infante Don Juan Manuel es menor de edad y no puede tomar esa decisión.
            Por lo que Jaime II decide tomar Elche por las armas hasta que llegan a un acuerdo que supone una tregua de 7 años. Elche pasa a manos aragonesas pero con la promesa de devolución a Don Juan Manuel si este en esos 7 años siendo ya mayor de edad acepta la soberanía del rey aragonés.
            En un principio la propia crónica de la época de ramón Muntaner, refleja la facilidad de esta conquista. Pero posteriormente del Estal, en los 80, rompe con esta creencia al reflejar que muy pocas fortalezas se rinden sin más a la llegada de Jaime II si no que se abre un periodo de asedio o negociación, que sin demasiado derramamiento de sangre sí que refleja resistencia por parte de los alcaides, con respecto a lo que habían dicho los cronistas.
            Esta teoría es contestada por María Teresa Ferrer i Mallol, ya que postula que las villas y fortalezas del reino de Murcia demostraron cierta resistencia pero no toda la que podían haber opuesto a un rey conquistador y ese periodo de negociación o asedio antes de la capitulación son parte de la estrategia de los alcaides que se mantuvieron en contra de Jaime II el tiempo que pudieron esperando ayuda de Castilla. Como no llega finalmente capitulan. 
            La única población que realmente resiste es Lorca que lo hace hasta el 1300.








4.    LA PROCURACIÓN DE ORIHUELA.


            Tras la ocupación del reino una serie de circunstancias políticas y religiosas aconsejan a Jaime II volver a la paz con Castilla, como son el hecho de la legitimación de Fernando IV como rey de Castilla por parte del Papa y también la amenaza de rebelión de la Alta nobleza de Aragón.
            Para llegar a un acuerdo se nombra a una comisión de arbitraje encabezada por el infante Don Juan por Castilla, al Arzobispo de Zaragoza en el caso de Aragón, Don Jimeno de Luna; y el rey de Portugal don Dionís. El fallo de esta comisión fue la sentencia arbitral de Torrellas del año 1304.
            La sentencia supone la partición del reino de Murcia fijando el bajo Segura como frontera divisoria con la excepción de Guardamar y Cartagena que también serán aragonesas; pero no se especificaba la frontera entre Castilla y Aragón desde Villena al río Segura.
            Este embrollo fronterizo de la sentencia de Torrellas da lugar un año después al acuerdo de Elche, por el cual Caudete pasa a Aragón, Almansa, Yecla y Cartagena a Castilla; Elche y otros territorios de Don Juan Manuel y de su familia pasan a Aragón, para esto es compensado con varias tierras que serán el germen del marquesado de Villena.
            Estas nuevas tierras se conocerán como la Procuración General Ultra Sexonam (1308) a las 4 villas Orihuela, Alicante, Elche y Guardamar les concede los fueros de Valencia, y pasan a ser del reino de Valencia. Antes estaban indefinidas, desde 1304 a 1308. Con esto tienen Procurador propio y Baile propio.
            A partir de aquí Jaime II se dedica a reparar los daños de la guerra, en castillos, torreones, murallas, etc. Así como reorganizar administrativamente esta procuración.
            Quedan abolidos los fueros castellanos del reino de Murcia, el fuero que el mismo había concedido a este reino y se imponen los de Valencia. Impone la fiscalidad y franquicias de la Corona, los productos considerados como coses vedades, aquellos que no se podían exportar fuera de la procuración; también designo la competencia judicial de cada uno de los oficiales reales y municipales; de esta manera se crea una procuración dentro del reino de Valencia que finalmente se conocerá como Procuración de Orihuela.
            Este título de Procuración cambiará durante la Guerra de los dos Pedros; con lo que pasara a llamarse Gobernación de Orihuela en 1363, ya que el gobernador tiene mayores competencias militares. Este título se mantiene hasta comienzos del s. XVIII con los decretos de Nueva Planta.

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