1. LA CONQUISTA CASTELLANA.
Hace
referencia a una taifa la de Murcia que integraban la actual región de Murcia y
las tierras meridionales de la provincia de Alicante. Esta Taifa estaba
gobernada por la dinastía ibn Hud.
Esta taifa
era presionada por las potencias que rodeaban dicho territorio por el sur el
reino de Granada, pretendía extenderse a su costa; por el norte tenía la
amenaza de Jaime I y por el oeste la corona de Castilla que con Fernando III
estaba ocupando el norte de Andalucía.
Ibn Hud
opta por la opción menos dolorosa y aceptó el vasallaje a Castilla en 1243; con
lo que se convierte en un protectorado castellano, por medio del Pacto de
Alcaraz. Por este el infante Alfonso entra en Murcia y se hace con el Alcázar y
también se hace con las principales fortalezas del reino; además de la mitad de
las rentas públicas. A cambio los musulmanes mantienen sus propiedades,
religión, instituciones, usos y costumbres.
Aun así una
serie de ciudades del reino rechazaron el pacto y tuvieron que ser
conquistadas, como Lorca, Cartagena, Mula, Orihuela, Alicante y Elche. Tras la
conquista la población urbana del reino siguió siendo musulmana, bajo la
obediencia de un Ra´is o señor, como vasallo de Castilla. En este momento va a
surgir un señorío que es el de Crevillente que va a mantener su independencia
dentro de la corona de Castilla y después de la de Aragón con una Ra´is hasta
1318. Otras localidades como Cartagena o Mula perdieron los beneficios
pactados, se forzó la emigración musulmana hacia Granada o el norte de África,
perdiendo sus propiedades; aunque la emigración no fue total. Los cristianos
reemplazaron esa población con población cristiana; realizándose, como en
Valencia, un fenómeno de repartimientos.
Cada ciudad
se convierte en un caso aislado dependiendo de la pervivencia de musulmanes el
asentamiento de milicias o de colonos cristianos. En Orihuela se dan los
repartimientos en varios periodos así como en la Villa de Alicante a la que se
le concedió un amplio alfoz que incluía, Novelda, Aspe el viejo, Aspe el nuevo,
Monforte, Bussot, Agost y Aigües de Busssot; por Alfonso X en 1252; por el
interés que tiene el monarca en promocionar una villa que tenía una situación
portuaria tan destacada, pero también que sirva de contención para cualquier
pretensión expansionista de la corona de Aragón.
Estos
repartimientos y esta repoblación en muchos casos contradecían el pacto de
Alcaraz, la presión sobre los musulmanes y sus propiedades cada vez fue mayor y
acabo provocando el levantamiento de 1264, que ocurre de manera pareja al de
los mudéjares andaluces, por lo que Alfonso X se ve obligado a pedir ayuda a su
suegro Jaime I.
2. LA CRISIS DINÁSTICA CASTELLANA.
El problema
dinástico surgido en Castilla en el último cuarto del s. XIII tuvo una
consecuencia directa del reino de Murcia por Jaime II.
El
fallecimiento del primogénito del
Alfonso X que es Fernando de la Cerda, que murió siendo infante; y se abre un
debate sobre quién debe reinar en Castilla, según las 7 partidas de Alfonso X
debería ser uno de los hijos de Fernando de la Cerda; pero otros opinan que
debía ser el otro hijo de Alfonso X, Sancho.
Esto se
intenta solucionar con una Guerra entre los partidarios de los Infantes de la
Cerda (hijos de Fernando) y los de Sancho IV; que finalmente triunfa, estos son
la nobleza que se opone a la centralización monárquica de Alfonso X.
Ante esta
situación los infantes de la Cerda se refugian en Aragón, la abuela era hija de
Jaime I. Y Alfonso III apoya las pretensiones de estos a la Corona, con Jaime
II cambia de alianzas por el tema de Sicilia, ya que necesita a Sancho IV como
aliado; deja de apoyar a los infantes de la Cerda y acuerda matrimonio con una
hija de Sancho IV, aunque no llega a realizarse. Sin embargo esta alianza no
fructifica, ya que Jaime II es conducido a una encerrona para firmar.
Así que
finalmente busca el apoyo de Francia y el Papado, con el acuerdo de Anagni y
vuelve a apoyar a los infantes de la Cerda.
Sancho IV muere prematuramente y se
reabre el debate sobre quién debe reinar el hijo de Sancho IV o los infantes de
la Cerda. Sobre todo porque el matrimonio de Sancho IV con María de Molina
estaba en entredicho, ya que eran parientes cercanos y Alfonso X no dio su
bendición a dicho matrimonio y podría ser nulo. Con lo que su descendencia va a
tener dificultades al trono, al futuro Fernando IV. Jaime II decide cambiar de
nuevo de alianzas y apoya a los infantes de la Cerda; lo que suponía que
consideraba a Alfonso de la Cerda como legitimo rey, en contra de los intereses
de Fernando IV; a cambio el infante de
la Cerda cedía al rey de Aragón, el reino de Murcia.
Mientras el
hermano de Sancho IV el infante Don Juan reclama parte del reino de Castilla,
los reino de Galicia, León y Sevilla.
Esta es la
oportunidad que aprovecha Jaime II ocupar/conquistar el reino de Murcia. Esta
ocupación se dará entre 1296 y 1304; con lo que en esos 8 años el reino de
Murcia pertenece a la Corona de Aragón.
Pero en
este periodo se va a producir un acontecimiento de orden internacional que va a
cambiar la situación, el Papa (porque María de Molina paga más) reconoce la
legalidad del matrimonio de Sancho IV con lo cual su hijo Fernando es
legítimamente el rey de Castilla, mientras que Alfonso de la Cerda empieza a
perder apoyos.
Ante esto
Jaime II decide firmar la paz con Fernando IV, el primer pacto es el de Ariza,
que reconoce a Fernando IV como el rey de Castilla y se ceden a Alfonso de la
Cerda, algunos territorios, villas y castillos. Un año después en el Tratado de
Torrellas se soluciona el asunto del reino de Murcia, que supone el paso de las
tierras del norte de Murcia a la corona de Aragón.
3. LA CONQUISTA DEL REINO DE MURCIA.
Jaime II
inició este proceso enviando cartas a los alcaides de los castillos exigiendo
la cesión de las fortalezas en homenaje feudal; pero algunos alcaides se
niegan, concretamente el de Alicante y Orihuela.
Con lo cual
Jaime II decide recurrir a las armas y la primera acción sucede en Alicante,
llega a Alicante con su ejército para conquistar el castillo de Santa Bárbara,
consiguiéndolo finalmente, aunque está a punto de morir en esta acción, aunque
finalmente el alcaide del castillo Nicolás Pérez muere y Jaime II arroja su
cadáver a los perros.
Poco
después de la conquista de Alicante, Guardamar se rinde sin resistencia,
Almoradí resiste 3 días, Orihuela que después de varios días de conversaciones,
promesas y amenazas, se entregaba también a Jaime II. Mientras ocupa Callosa de
Segura, Abanilla. Pero la capitulación de Orihuela fue la que favoreció la
ocupación de buena parte del reino. Incluso llega a la capital a Murcia.
En este
periodo llega a entablar relaciones con el Ra´is (Arraez) de Crevillente; que
finalmente capitularía y se convertiría en un señor musulmán dentro de un reino
cristiano, algo bastante insólito; era de la dinastía Ibn Hudayr, que
permanecerán el en poder bastante tiempo hasta 1318.
En cuanto a
Murcia ciudad tenía dos castillos uno en el extrarradio y otro en el casco
urbano y ambos resisten inicialmente a Jaime II; el castillo del extrarradio
capitula tras un asedio lo que le permite a Jaime II controlar parte de la
ciudad. Finalmente se decide a negociar para no perjudicar a la población de la
ciudad y finalmente el castillo capitula y el alcaide entrega el castillo.
La toma de
Caravaca y Cartagena fue consecuencia de asedios más o menos prolongados tras
la caída de Murcia.
Pero uno de
los objetivos más importantes y difíciles de obtener fue el de Elche y otras
plazas que pertenecían al infante Don Juan Manuel, ya que Jaime II no quería
enfrentarse a la nobleza castellana, por lo que exige a Don Juan Manuel que le
reconozca como rey a cambio de mantener sus propiedades; pero este es sobrino de
Alfonso X el sabio y por tanto no puede reconocerle como rey puesto que es
pariente del rey de Castilla. El problema es que el infante Don Juan Manuel es
menor de edad y no puede tomar esa decisión.
Por lo que
Jaime II decide tomar Elche por las armas hasta que llegan a un acuerdo que
supone una tregua de 7 años. Elche pasa a manos aragonesas pero con la promesa
de devolución a Don Juan Manuel si este en esos 7 años siendo ya mayor de edad
acepta la soberanía del rey aragonés.
En un
principio la propia crónica de la época de ramón Muntaner, refleja la facilidad
de esta conquista. Pero posteriormente del Estal, en los 80, rompe con esta
creencia al reflejar que muy pocas fortalezas se rinden sin más a la llegada de
Jaime II si no que se abre un periodo de asedio o negociación, que sin
demasiado derramamiento de sangre sí que refleja resistencia por parte de los
alcaides, con respecto a lo que habían dicho los cronistas.
Esta teoría
es contestada por María Teresa Ferrer i Mallol, ya que postula que las villas y
fortalezas del reino de Murcia demostraron cierta resistencia pero no toda la
que podían haber opuesto a un rey conquistador y ese periodo de negociación o
asedio antes de la capitulación son parte de la estrategia de los alcaides que
se mantuvieron en contra de Jaime II el tiempo que pudieron esperando ayuda de
Castilla. Como no llega finalmente capitulan.
La única
población que realmente resiste es Lorca que lo hace hasta el 1300.
4. LA PROCURACIÓN DE ORIHUELA.
Tras la
ocupación del reino una serie de circunstancias políticas y religiosas
aconsejan a Jaime II volver a la paz con Castilla, como son el hecho de la
legitimación de Fernando IV como rey de Castilla por parte del Papa y también
la amenaza de rebelión de la Alta nobleza de Aragón.
Para llegar
a un acuerdo se nombra a una comisión de arbitraje encabezada por el infante
Don Juan por Castilla, al Arzobispo de Zaragoza en el caso de Aragón, Don
Jimeno de Luna; y el rey de Portugal don Dionís. El fallo de esta comisión fue
la sentencia arbitral de Torrellas del año 1304.
La
sentencia supone la partición del reino de Murcia fijando el bajo Segura como
frontera divisoria con la excepción de Guardamar y Cartagena que también serán
aragonesas; pero no se especificaba la frontera entre Castilla y Aragón desde
Villena al río Segura.
Este
embrollo fronterizo de la sentencia de Torrellas da lugar un año después al
acuerdo de Elche, por el cual Caudete pasa a Aragón, Almansa, Yecla y Cartagena
a Castilla; Elche y otros territorios de Don Juan Manuel y de su familia pasan
a Aragón, para esto es compensado con varias tierras que serán el germen del
marquesado de Villena.
Estas
nuevas tierras se conocerán como la Procuración General Ultra Sexonam (1308) a las 4 villas Orihuela, Alicante, Elche y
Guardamar les concede los fueros de Valencia, y pasan a ser del reino de
Valencia. Antes estaban indefinidas, desde 1304 a 1308. Con esto tienen
Procurador propio y Baile propio.
A partir de
aquí Jaime II se dedica a reparar los daños de la guerra, en castillos,
torreones, murallas, etc. Así como reorganizar administrativamente esta
procuración.
Quedan
abolidos los fueros castellanos del reino de Murcia, el fuero que el mismo
había concedido a este reino y se imponen los de Valencia. Impone
la fiscalidad y franquicias de la Corona, los productos considerados como coses vedades, aquellos que no se podían
exportar fuera de la procuración; también designo la competencia judicial de
cada uno de los oficiales reales y municipales; de esta manera se crea una
procuración dentro del reino de Valencia que finalmente se conocerá como
Procuración de Orihuela.
Este título
de Procuración cambiará durante la Guerra de los dos Pedros; con lo que pasara
a llamarse Gobernación de Orihuela en 1363, ya que el gobernador tiene mayores
competencias militares. Este título se mantiene hasta comienzos del s. XVIII
con los decretos de Nueva Planta.
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