Historia Contemporánea del
País Valenciano
Tema 1 – La crisis del Antiguo
Régimen y la Guerra del Francés en territorio valenciano
1.- Introducción
En los
momentos a caballo entre el siglo XVII y el XVIII, en el reino de Valencia se
está produciendo un proceso de homogeneización con el resto del territorio
español. En Cataluña se luchará con mucha más fuerza contra esta
homogeneización, que en Valencia.
A partir de
este momento, la figura del virrey desaparecerá, y en su lugar aparecerá la
figura del Gobernador General.
1.1.- De la sociedad estamental a la sociedad de clases
Se produce
lo que se ha venido conociendo como un proceso revolucionario, que creará un
nuevo orden social. Tendrá lugar una Revolución
Liberal, la cual se desarrollará de forma mucho más lenta que en otros
países como puedan ser Inglaterra o Francia. Se producirá también una Revolución Burguesa, cuya principal
consecuencia, será el ascenso al poder de los grupos burgueses, consolidándose.
En un primer momento, este nuevo grupo social, defenderá la democracia, pero
finalmente acabará adueñándose de ella. Paralelamente, existe también una Revolución Industrial o Económica.
Algunos autores niegan que se produjera esta revolución, pero esto no es
cierto. Lo que ocurre, es que la Revolución Industrial española tiene unas
características y unos tiempos diferentes a las revoluciones inglesas o
francesas.
En este
tránsito del siglo XVIII al siglo XIX en función a estas tres revoluciones, es
el comienzo de la implantación del Estado Liberal en España. Se tratará de un
proceso lento y complejo.
A partir de
estos momentos, nos vamos a encontrar con relaciones sociales mucho más
horizontales de las que hubiéramos podido encontrar tiempo atrás. En época
feudal, nos encontrábamos con relaciones sociales verticales y de dependencia,
donde el señor feudal poseía una posición de preeminencia sobre el campesino. Sin
embargo a lo largo de los siglos XVI y XVII estas relaciones irán poseyendo una
mayor homogeneidad, al aparecer pequeños campesinos libres y contratos
enfiteutas.
Este
tránsito de la sociedad estamental a la sociedad de clases se caracteriza por
la movilidad. En la sociedad estamental, era imposible o muy difícil acceder de una clase social a otra y
ascender; sin embargo, en la sociedad de clases, era posible ascender
socialmente.
1.1.- Características del Estado Liberal
El Estado
Liberal, que se irá conformando pro todo el territorio español a lo largo del
siglo XIX, está caracterizado por una serie de puntos:
·
Territorialidad: Aparece claramente reflejada en
los escritos de los Ilustrados. Es necesario tener fronteras que marquen los
límites del territorio, sobre los que el Estado va a tener jurisdicción y donde
se aplicarán unas leyes distintas a las que se apliquen fuera de estas fronteras.
Serán unas leyes únicas, donde no habrán señoríos, ni jueces distintos por
ejemplo.
·
Soberanía: La soberanía dentro del
territorio del Estado, deja de residir en el rey y comienza a residir en el
pueblo, con una soberanía nacional.
·
Constitucionalidad: La existencia de un marco
jurídico (Constitución) sobre todos y
cada uno de los ciudadanos de un territorio, que hable de los derechos y de los
deberes de estos ciudadanos, es fundamental.
·
Burocracia pública: La implantación de la burocracia
constituye un axioma fundamental, dentro de los liberales españoles. No
solamente tiene que ver con los intentos de control del pueblo, por parte del
estado, sino con la idea de alcanzar la igualdad (premisa fundamental del
Estado Liberal). Esta burocracia además, era fundamental para la recaudación de
impuestos. Por tanto, a lo largo del siglo XIX, España tiende a dotarse de
instituciones que den beneficios al aparato burocrático, como por ejemplo, un
intento de una nueva división territorial.
·
Obediencia y Poder legitimo: Son una
característica importante, puesto que el pueblo que habita dentro del
territorio del Estado, sabe que debe seguir unas leyes. Pero lo realmente
importante, es que el gobernante del territorio, debe gobernar a favor de unos
beneficios generales para el pueblo, sin embargo, si este gobernante no actúa
de forma adecuada, el pueblo puede pronunciarse.
·
Ciudadanía
·
Impuestos
·
Ejército Nacional
Por tanto,
en territorio valenciano, el siglo XIX, supondrá un cambio profundo en, las instituciones
políticas, la estructura económica y el sistema social. La fragilidad de
las instituciones y las transformaciones económicas provocarán la quiebra de la
monarquía absoluta, que arrastrará al Reino de Valencia como entidad
político-administrativa.
Al mismo tiempo,
se producirán unos cambios sociales. El cambio político, en virtud de uno de
sus principios de igualdad, arrumbará con la sociedad estamental y el régimen
señorial. Es importante tener en cuenta, que la mayoría de la población
valenciana, es una población agrícola.
Se
producirán también unos cambios económicos. Tras la desaparición del régimen
señorial en valencia, la administración del campo en Valencia, será similar a
la del resto de España. El nuevo orden liberal transformó la forma de propiedad
de la tierra, expropiando a las instituciones y reafirmando a los propietarios
privados.
Con
anterioridad a la abolición del régimen señorial, en el territorio del Reino de
Valencia, existían los señoríos. En estos señoríos se distinguía entre el
dominio directo de la tierra, el cual era propiedad del señor y en donde
residía la jurisdicción; por otro lado, encontramos el dominio útil de la
tierra, es decir, la capacidad para trabajar la tierra. Con el dominio útil,
una buena parte de la población agraria, poseía una propiedad, la propiedad
útil de la tierra que trabajaba. Todo esto en conjunto, formaría el régimen de
enfiteusis. En tierras valencianas, los contratos enfitéuticos, se
desarrollarían mucho más que en otros puntos de Castilla. La peculiaridad del
contrato enfitéutico, es que existen dos propietarios y cada uno tiene sus
ganancias.
Tras las
Cortes de Cádiz y con la abolición del régimen señorial, se produce un
conflicto, puesto que todo el montaje de la enfiteusis no tiene sentido ya, y
no se sabrá a quien le pertenecería la propiedad de la tierra, si al dueño
directo o al dueño útil. En general, a lo largo del siglo XIX, encontraremos
que los señores feudales serán quienes se hagan con la propiedad plena de la
tierra.
Es por esto
que los principales interesados en la implantación del régimen liberal, fueron
los señores feudales, puesto que con la implantación de este nuevo régimen,
gran parte de los enfiteutas perdían su control útil de la tierra y de los
privilegios que esto conllevaba.
En este
contexto, tendrán lugar los procesos desamortizadores del siglo XIX, los cuales
no tendrán una finalidad de reforma agraria, sino una finalidad económica, es
decir, para pagar deudas. Cuando las tierras se desamortizaban, pasaban a
subasta pública, donde eran compradas por una incipiente burguesía, que
fundamentalmente se dedicaba al comercio, pero también eran compradas por los
antiguos enfiteutas, que se habían enriquecido a lo largo de los siglos XVII,
XVIII y XIX, y que habían perdido sus privilegios con la implantación del
régimen señorial. Cuando los burgueses, que son principalmente comerciantes y
financieros, compran la tierra, la cultivarán tratando de extraer la máxima
riqueza posible. Se convertirán también en burguesía agraria.
Hasta este
momento, quienes principalmente se habían beneficiado de los contratos
enfitéuticos, eran los enfiteutas, puesto que el canon anual a pagar cada vez
era menor, puesto que fundamentalmente se pagaba en dinero y sufría continuas
devaluaciones. Ahora, con el régimen señorial, los señores feudales que habían
obtenido el pleno derecho sobre la tierra, firmarán contratos mucho más
rentables para ellos, en detrimento de los antiguos enfiteutas. Ahora los
contratos serían de corto plazo, para poder ser actualizados. En otras
ocasiones, ni siquiera habrá contratos de arrendamiento, sino que serán los
propios señores y burgueses agrarios, quienes explotarán directamente la
tierra. Todo esto explicaría el que los campesinos vieran de forma negativa las
reformas liberales y se lanzaran al monte.
(PREGUNTA DE EXAMEN à Lo suele preguntar) – También
pregunta el BOOM de la NARANJA
2.- La crisis del Antiguo Régimen
La crisis del Antiguo Régimen es extraordinariamente
compleja, porque en ella se conjugan factores de fondo, estructurales, y otros
generados por la propia coyuntura de finales del siglo XVIII y principios
del XIX. En primer lugar, fue un periodo de crisis
económica. En segundo lugar, cambió el contexto
internacional con el desarrollo de la revolución francesa y la monarquía española se vio inmersa, desde 1793 hasta
1814, en un periodo de guerras. Por último, la crisis fue, ante
todo, política y afectó al prestigio de la institución monárquica.
2.1.- Crisis económica
En estos
momentos, más del 70% de la población valenciana
vivía del campo, siendo la mayoría de ellos, simples jornaleros. El 30%
de población restante se dedicaba a los servicios o eran artesanos.
Aunque las diferencias entre unas regiones y otras de aquella España eran
grandes, la agricultura en su conjunto tenía problemas comunes. Buena
parte de las tierras de labor eran de manos muertas, fuera del mercado por lo
tanto; sobre la producción agrícola pesaban impuestos del Estado, derechos
señoriales, en especie y en dinero, y los diezmos, entre otras cargas.
Había una necesidad de reforma, de leyes agrarias que permitieran que la
gran masa de población campesina pudiera elevar su nivel de vida y educación. Se comenzó a hablar de reformas como la necesidad de desamortizar
la tierra para que pasara a manos más activas, o la mejora del sistema de arrendamientos para dar
seguridad a largo plazo a los campesinos que explotaban la tierra. Pero las
resistencias de quienes veían en peligro sus privilegios, especialmente la
Iglesia, fueron demasiado fuertes. En definitiva, la situación del campo valenciano, provoca conatos de
rebeldía. Nos encontraremos con numerosas revueltas contra el sistema.
Además, en este contexto, el siglo XIX estará caracterizado desde el punto
de vista de la subsistencia, por la continua sucesión de hambrunas y de
epidemias. Son elementos comunes a lo largo de todo el siglo XIX en España,
mientras que en el resto de Europa estos problemas ya no se dan. La cólera es
una de las principales enfermedades que afectaban sobre todo las zonas de la
costa, y que causaba importantes mortandades.
Estas mortandades se producen porque la producción de trigo siempre se
situó muy poco por encima del aumento de la población, de forma que en el
momento en que se produjeran malas cosechas por cualquier cambio climático,
apareciera la escasez de trigo y las hambrunas se generalizaran. Estas crisis
de subsistencia estarán detrás de muchas revueltas.
En este contexto de la Guerra de Independencia, debemos tener presente el
proceso de socialización política, modernización política. AMPLIAR
2.2.- Crisis de la monarquía*
Las dificultades crecientes y la incapacidad para resolverlas condujeron a
una profunda crítica que llevó al enfrentamiento con Godoy, hombre de confianza
de los reyes, y finalmente con el propio Carlos IV. La oposición se articuló en torno al futuro
Fernando VII. Por el contrario, otros españoles descontentos pusieron sus
esperanzas en Napoleón, cuya revolución liberal daba respuesta al deseo de
cambio de una minoría ilustrada. El Tratado de Fontainebleau (1807), por el que
Godoy autorizaba el acantonamiento de las tropas francesas con el objetivo de
una nueva campaña de conquista de Portugal y el consiguiente reparto, dio nuevo
impulso al complot de los conservadores (El Escorial, octubre de 1807).
Atento a la ocupación clandestina de la Península por los ejércitos
napoleónicos, bajo el pretexto de la expedición portuguesa, Godoy tramaba la
huida de la familia real española a Andalucía o a América, pero su propósito se
malogró con el estallido del Motín de Aranjuez (marzo de 1808), en que soldados, campesinos y
servidumbre de palacio, alentados por los simpatizantes del Príncipe heredero,
provocaron la caída de Godoy y obligaron a Carlos IV a abdicar en su hijo
Fernando VII. Sin embargo, Napoleón no reconoció a Fernando VII.
Mientras, las tropas francesas al
mando del general Murat, ocupaban Madrid. Napoleón obligó a padre e hijo a
acudir a Bayona para arreglar sus diferencias ante él. Con los reyes en
Francia, Napoleón no tenía que esperar más y obligó a ambos a traspasarle el
trono, que, a su vez, entregaría a su hermano José Bonaparte. A fin de hacer
más atractivo su gobierno, José I hizo
publicar el Estatuto de Bayona, una Carta Otorgada, que, a pesar de
mantener en las manos del monarca la mayor parte de las prerrogativas, ofrecía
un renovado aire liberal que cuestionaba los fundamentos del Antiguo Régimen. El
Estatuto de Bayona constituyó la primera experiencia constitucional española y,
aunque resulte paradójico, influyó en la que sería la primera Constitución
elaborada y aprobada por los españoles en Cádiz, en 1812.
2.4.- El impacto de la crisis en el País Valenciano
En un
proceso paralelo al de las guerras que mantienen Francia, Inglaterra y España,
en el campo valenciano, lo que vamos a ver, es una lucha clarísima ya no
solamente contra el francés, sino contra el sistema. Se trata de un proceso
conocido como el “ruralismo primitivo”, y será una respuesta a la implantación
de impuestos, además de los ya propios del régimen señorial. Pep de L’Horta,
será el líder de este movimiento. Un ejemplo, es la subida de impuestos que
realiza Godoy, en pleno contexto de guerra. Pero ¿quiénes están detrás de esta
revuelta? ¿los enfiteutas poderosos interesados en la extinción del régimen
señorial, o los campesinos que realmente vivían mal?
3.- La Guerra de Independencia
Teniendo en
cuenta estas características, la Guerra del Francés no deja de tener un
componente social, que es el que verdaderamente nos interesa. La guerra de la Independencia
fue, fundamentalmente, una guerra de liberación contra un invasor
extranjero, pero también fue una guerra civil, ya que un importante sector
de la población española aceptó y respetó la legitimidad de José Bonaparte.
3.1.- La guerra del “francés” en territorio valenciano
En la Valencia de la época a la guerra de Independencia se le llamó “la
guerra del francés”. Para unos, el levantamiento patriótico era una revolución
de signo liberal, con lo que la lucha contra los franceses tenía el doble
objetivo de la independencia y del establecimiento de un régimen liberal. Para
otros, que compartían el objetivo de la independencia, la lucha contra el
francés era la afirmación de los valores tradicionales, por lo que una vez
expulsado el invasor, se restauraría la monarquía legítima.
3.2.- Las Cortes de Cádiz y la participación valenciana
La
burguesía comercial, que copa las Juntas Supremas, convoca elecciones a Cortes,
con el fin de llenar el vacío de poder existente. En el proceso de elección de
los delegados valencianos en las Cortes, destacan tanto los representantes
elegidos, como el propio proceso de elección.
En cada
parroquia o municipio se elegían unos diputados que a su vez se reunían y
debían representar a sus provincias en las Cortes de Cádiz. La elección en
muchos casos no era ni secreta, si no que eran elegidos casi por asentimiento
por los escasos habitantes de la parroquia que se atrevían a mostrar su
opinión. Aunque estemos hablando de sufragio universal masculino indirecto, en
muchos casos lo que encontramos es la elección por aclamación de los señores
preeminentes, que en el campo, son los que tienen mayor jurisdicción, es decir,
los señores. En las ciudades, nos encontraremos con la elección de la
burguesía, cada vez mas importante, que tiene un perfil comercial en Valencia y
Alicante.
En Valencia habían tenido especial importancia José Canga Argüelles y el
clérigo ilustrado Joaquín Lorenzo Villanueva, en defensa de las tesis de los
revolucionarios, y del liberalismo. Pero tenían su contrapunto en Bertomeu
Ribelles o el jurista Francisco Javier Borrull, que incluso llegaron a proponer
que las Cortes se constituyeran según las leyes tradicionales, es decir, con
representación estamental.
Sin embargo, en las Cortes de Cádiz encontraremos una mayoría
revolucionaria, puesto que muchos territorios y municipios, sobre todo, los del
norte, fueron incapaces de enviar a sus representantes. Y estos fueron
sustituidos por los oriundos de estos lugares que residían en el sur de España
y que si tenían un perfil revolucionario. Prácticamente toda la labor
legislativa de las Cortes, entre 1.810-14, responderán a este carácter
revolucionario y liberal. La Constitución de 1.812, tiene claros tintes
progresistas, pero, al mismo tiempo, hace algunas concesiones al bando
conservador, sobre todo en materia eclesiástica, declarando a la religión
católica como única y universal.
La importancia fundamental de la legislación gaditana para el caso
valenciano, radica fundamentalmente en la posibilidad de poner fin al régimen
señorial y las consecuencias que esa abolición tendrá desde el punto de vista
económico en el País Valenciano. Las consecuencias de la abolición del régimen
señorial van a marcar el desarrollo económico, puesto que todo lo que ocurra en
Cádiz afectará a más de la mitad de la población valenciana, y a más del 60% de
las tierras cultivables valencianas. La mayor parte de las tierras señoriales
(60%) se explotaba mediante un régimen de enfiteusis, de la cual, la mayoría se
realizaba mediante pago en dinero, es decir, un censo. Esto quiere decir que
como consecuencia del proceso inflacionista de finales del s. XVIII y
principios del XIX, al pagar un censo en dinero, las condiciones eran
favorables para el enfiteuta o arrendatario. Si el censo se pagaba en especies,
lo cual era poco común, el beneficiado era el dueño directo de la tierra. El
que el contrato enfitéutico, fuera favorable para el arrendatario, supuso que
muchos de estos enfiteutas adquirieran una posición económica suficientemente elevada,
como para equipararse con el propio señor feudal. De ahí que los partidarios de
la abolición del régimen señorial no fueran los campesinos, si no los propios
enfiteutas.
Si se estudia la composición de los movimientos sociales habidos, a los
largo del todo el siglo XIX, en contra de los privilegios señoriales, nos vamos
a encontrar con que los lideres con enfiteutas, las clases acomodadas. La
abolición del régimen señorial, tenía un problema añadido, ¿a quién le
correspondía la propiedad de la tierra? Canga Argüelles, consiguió que la carga
de la prueba a cerca de la propiedad de la tierra, recayera en el señor feudal,
es decir, que era el señor feudal el que tenía que demostrar feacientemente que
era propietario pleno de la propiedad de la tierra. En el caso valenciano, fue
muy difícil que los señores pudieran demostrar que además del dominio directo,
eran propietarios también del dominio útil. Lo que parece demostrar que
fundamentalmente en las tierras de la provincia de Valencia, es que los enfiteutas
consiguieron transformar el dominio útil en propiedad de la tierra, lo que
supone que en el caso del País Valenciano, encontraremos como consecuencia de
las Cortes de Cádiz, una transformación en la propiedad de la tierra, no
encontraremos latifundios como en Castilla o Andalucía, si no, con pequeñas y
medianas propiedades. Por tanto, podemos decir que este minifundismo es
consecuencia de la victoria de esa clase acomodada enfiteuta, ante los
tribunales, frente a los señores, que no pueden demostrar que son dueños
totales de la tierra.
Esta abolición del régimen señorial, coincidirá en el tiempo, con el
proceso de desamortización. El proceso de desamortización, tendrá unas
importantes consecuencias sobre todo en el ámbito urbano, donde, por ejemplo se
derruirán edificios, para ensanchar las ciudades.
Además de esta legislación anti-señorial, debemos recordar la importancia
que la propia Constitución de 1.812 posee, la cual marcará el devenir político
a lo largo de todo el siglo XIX. Hace referencia sobre todo a la distinción
entre el derecho natural y el derecho político, lo que suponía que mientras se
hablaba de libertad y de igualdad en el terreno social, se contraponía a los
derechos políticos, los cuales solo los podían disfrutar quienes tenían un
cierto reconocimiento social. Como consecuencia de la propia Constitución de
1.812, nos encontraremos con que de derechos políticos, solo disfrutarán entre
el 1 y el 5% de la población masculina.
Si que parece aceptado entre los diputados de las Cortes de Cádiz, que en
los ayuntamientos, los alcaldes pudieran ser elegidos entre aquellos que
tuvieran el derecho común. La distribución provincial actual de España se hará
en la década de los 20 del siglo XIX. Esta idea ya estaba presente también en
las Cortes de Cádiz.
3.3.- La vuelta de Fernando VII. El Decreto de Valencia
Toda esta obra legislativa de las Cortes, se vendrá abajo en 1.814, con el
desembarco de Fernando VII en Valencia. El monarca, tomará la decisión de
anular todo el trabajo legislativo de las Cortes de Cádiz, excepto el punto que
lo reconocía como rey. Tanto el apoyo de la Capitanía General de Valencia, con
el apoyo del general Elío, como el apoyo manifestado por muchos diputados,
mediante el Manifiesto de los Persas, animaron a Fernando VII a anular el
trabajo de las Cortes, mediante el Decreto
de Valencia, y a iniciar una dura
represión contra los liberales. Su reinado, se extenderá hasta 1.833.
No hay comentarios:
Publicar un comentario