1. Antecedentes: la descomposición del Califato y las disposiciones previas a la conquista
Las taifas son el elemento que compone la P. Ibérica
previamente a la conquista, interfiriendo en ella distintos períodos de mayor
unidad como son el Almorávide y el Almohade. […]
La previsión de la conquista de tierras valencianas
propiciará la firma de diversos acuerdos entre reyes cristianos (castellanos y
aragoneses) para evitar rivalidades entre los reinos más importantes, aunque
los reinos no siempre los respetarían. Estos acuerdos eran:
-
Tratado de Tudilén (1151). Asignaba a Aragón las
taifas de Valencia, Denia y Murcia, incluyendo también el vasallaje de Aragón
con respecto a Castilla.
-
Tratado de Cazola (1179). Confirmaba los
derechos de Aragón sobre Valencia y Denia, aunque adjudicaba Murcia a la Corona
de Castilla. Se suprime esa cláusula de vasallaje, aunque se confirma la
supremacía castellana y se cierra las puertas a la expansión hacia el sur por
parte de la Corona de Aragón, dirigiendo sus esfuerzos únicamente hacia el otro
lado de los Pirineos.
-
Tratado de Almizra (1244). Establece la frontera
en Biar, Aigües y la Vila.
Antes de esos pactos, Alfonso II ya había realizado diversas
incursiones por tierras valencianas, al igual que Pedro II en el Rincón de
Ademuz. La muerte de este último monarca en la batalla de Muret frenó la
conquista aragonesa hacia el sur y hacia el norte, pues también se dejaba como
heredero a un niño: el futuro Jaime I.
Acontecimientos importantes fueron:
·
Batalla de la Navas de Tolosa. Supuso el
principio de la decadencia musulmana en la península.
·
Muerte de Pedro II en la batalla de Muret. Frena
la expansión aragonesa hacia el norte, y deja como heredero a un niño: el
futuro Jaime I.
2. Análisis de la conquista del reino de valencia
La conquista fue una iniciativa militar feudal de la clase
nobiliaria catalana y aragonesa en busca de nuevas tierras, de nuevos espacios.
Junto a estos nobles viajaron campesinos, solos o con sus familias, que huían
en cierta manera de las condiciones de vasallaje a las que estaban sometidos en
sus orígenes (malos usos[1] o
remensa[2]),
acudiendo a la frontera en busca de mejores modos de vida, mayores libertades y
donde podían obtener algunas franquicias.
También la conquista movilizó a mercaderes en busca de
nuevas oportunidades, aprovechando el momento de la guerra. Muchos judíos
financiaron campañas militares y participaron muchas veces como intérpretes
entre la población autóctona y los recién llegados. Sacerdotes y frailes de
todas las órdenes religiosas también acudieron.
No obstante, la empresa fue de carácter real, ya que el
monarca (Jaime I) asumió la dirección de la misma, especialmente después de una
serie de acontecimientos que le incitaron a ello, como pueden ser las acciones
de Blasco de Alagón y Pedro Fernández de Azagra a quienes el rey les concedió
la propiedad de todos los castillos y villas que pudieran ocupar.
Al mismo tiempo se llevaba a cabo la conquista de las Islas
Baleares, que fue resultado de los intereses de los comerciantes catalanes,
pues no supuso ningún beneficio para los aragoneses que no participaron ni
económica ni militarmente. En el caso de la conquista valenciana se conjugaban
varios intereses distintos, incluso contradictorios. Es una de las razones de
que el rey asumiera la empresa valenciana el posible mayor poder que pudieran
adquirir los señores.
3. La ocupación militar en tiempos de Jaime I
La conquista valenciana no se realizó de modo sistemático de
norte a sur, incorporando las diversas líneas de fortificación. Se ignoró este
sistema dada la descomposición musulmana y las características socio-económicas
del territorio en el
S XIII. Las ciudades eran donde se concentraba el poder
político militar y económico, una vez rendidos estos lugares caía todo su
entorno. El proceso se inicia en 1228 cuando el jefe de la caballería
valenciana Ibn Mardanish sustituyo
al anterior gobernador. Aprovechando que Jaime I estaba en Mallorca, Mardanish
atacó la región de Tortosa para legitimar su poder luchando contra los
cristianos.
Este acontecimiento fue la excusa que Jaime I necesitaba
para lanzarse sobre Valencia. Pero el verdadero revulsivo fu la conquista de
Morella por nobles y milicias comunales aragonesas. El monarca temió que esta
conquista acabase creando señoríos autónomos a favor de los nobles de Aragón y
en detrimento de la corona. La ofensiva se lanzó en 123 desde Teruel. El sitio de
Burriana presentó más dificultades de las esperadas por lo que los nobles
solicitaron la retirada, finalmente la localidad cae en manos cristianas
provocando a su vez la caída de todos los castillos del norte de Valencia y
reforzando la autoridad o la posición de Jaime I.
Burriana se
convirtió en el centro logístico de la conquista. También fue la corte real, el
punto de partida de cabalgadas por la huerta valenciana, la toma primera del
Júcar y como almacén de productos.
La continuidad de las conquistas exigió la movilización de
más recursos económicos que humanos, para ello el rey reunió a las cortes
generales prometiendo a cambio del dinero obtenido el reparto de tierras entre
los participantes en la conquista, además, el Papa Gregorio IX predicó la
cruzada contra el infiel y la promesa de indulgencias.
El enfrentamiento
entre cristianos y el ejército de Mardanish quedo latente la superioridad
militar de las tropas feudales o cristianas. La única alternativa musulmana tras
la derrota en el Puig en 1237 era la de guarecerse tras las murallas de la
ciudad de Valencia. En 1238 se iniciará la conquista de Valencia, tras rechazar
Jaime I el pago de un tributo anual y de la cesión de todos los castillos al
norte del río Turia. La ciudad aguantó a la espera de recibir la ayuda del
sultán de Túnez pero nunca llegó, finalmente capituló a finales de septiembre
ante la irritación de los nobles que querían tomar la ciudad al asalto. El 9 de
octubre de 1238 Jaime I entró solemnemente en la ciudad, consagrando la
Mezquita mayor en Catedral. La caída de Valencia traslada la frontera hasta el
Jucar. La expansión no se detuvo sino que continuó hasta Denia y Játiva.
Los enfrentamientos armados fueron escasos ya que la mayoría
de castillos y ciudades se rendían tras un asedio más o menos prolongado. La
conquista de Biar cerró la conquista de tierras valencianas por parte de Jaime
I.
4. La sociedad islámica antes y después de la conquista
Es un territorio ocupado por infieles. Lo que pretende Jaime
en su conquista es mantenerlos ya que no hay suficientes colonos para explotar
los territorios agrariamente. La conquista supuso la ocupación militar y el
sometimiento de la población autóctona pero también supone la destrucción de
las estructuras de la sociedad musulmana y la sustitución de un nuevo sistema
social “el feudalismo”.
La ocupación se realiza por medio de pactos, debido a la
desproporción numérica entre conquistadores y colonizados. Estos pactos
garantizaron la continuidad islámica y los elementos distintivos. La sociedad
andalusí estaba organizada en torno al estado y a las comunidades locales,
vinculados por medio de la fiscalidad, la riqueza económica en el campo llegaba
a la ciudad por medio de los impuestos.
La clase dirigente musulmana era generalmente urbana. La
ciudad era la sede de las instituciones políticas y religiosas concentraba el
producto de los impuestos, poseía propiedades agrícolas en territorio
suburbano, huertas de la ciudad. Pero lo esencial de sus ingresos provenía de las
pensiones asignada sobre el tesoro del estado.
La estructura agraria no excluye a las grandes heredades o
latifundios en manos de propietarios urbanos pero se basaba en la pequeña y
mediana explotación. El espacio rural estaba organizado en pequeñas alquerías,
entre 10 y 50 casas que tenían un origen clánico o tribal. Las alquerías
asociadas a pequeños perímetro de riego en las proximidades de un castillo o
fortificación con una pequeña guarnición militar y estas estaban rodeadas de
amplios espacios no cultivados.
Los castillos más importantes eran centro de representación
del poder central con funciones administrativas y se dedicaban a la recaudación
de impuestos.
5. Ocupación de Valencia (no entra)
Se centró en los núcleos urbanos. La caída de las ciudades más
importantes representa la caída del poder político musulmán. Las clases
dirigentes migraron a Murcia, Granada, Túnez…. Abandonan el territorio nos
60.000 musulmanes, casi un tercio de la población. Pero lo más importante es el
significado cualitativo ya que se marcharon juristas, doctores, hombres de
letras y mercaderes, es decir, la clase dirigente urbana.
De este modo la sociedad musulmana quedó descabezada y
desorganizada reducida a la población rural. La caída del Estado dejó solas a
las comunidades rurales frente a los invasores. Todo poder se convirtió en el
poder local. Descansando en la autoridad de los VELLS. Eran los más notables de
cada aljama, fueron los encargados de pactar la rendición de sus comunidades.
Los pactos acordaron una amplia autonomía y el respeto por las costumbres, las
leyes y las creencias religiosas. A cambio del reconocimiento de la soberanía
del monarca cristiano y el pago de un tributo no muy elevado.
Estas concesiones a la población musulmana se debían a que
los conquistadores no contaban con la suficiente población cristiana para
repoblar el territorio y no podían prescindir de la población autóctona si
querían mantener las estructuras productivas. La marcha también provocaría la
pérdida de rentas feudales a los nuevos señores, solo las áreas muy localizadas
los conquistadores confiscaron casas y tierras para repartidas entre colonos.
Las aljamas musulmanas perdieron el control de castillos y
fortificaciones que se convirtieron en puntos fuertes del poder real y
señorial. También perdieron el control de sus tierras sometidas al derecho del
señor. La lenta afluencia de pobladores cristianos aumentó la presión cobre las
comunidades musulmanas. Dando lugar al incumplimiento de los pactos acordados.
Lo que provocó la revuelta general de la población musulmana en 1247 liderada
por al-Azraq que se encastilló en las sierra de la Marina. Recuperó uno de los
20 castillos en el sur de Valencia y se prolongó durante más de 10 años.
Jaime I decretó la expulsión de los musulmanes para contrarrestar
estas revueltas. La medida no se hizo efectiva pero provocó un importante éxodo
hacia Castilla y Granada de población urbana y clases dirigentes, los
musulmanes fueron desalojados de las ciudades y sus huertas, llevados a las
montañas del interior confinados en morerias urbanas o en pequeñas reservas
laborales. La colonización cristiana se localizó en las áreas más productivas
como las huertas de Alzira y Játiva.
El resultado fue la atomización del espacio productivo
frente ala dominación de pequeñas explotaciones unifamiliares. Los últimos
intentos de resistencia musulmana surgen en 1276, en la década de los 60 hay
otro levantamiento mudéjar en Murcia. Esta insurrección sería aprovechada para
desplazar a la sociedad musulmana de zonas costeras y fluviales las zonas
montañosas del interior como la sierra de la Espada o los valles altos de la
Marina. El desplazamiento tenía como objetivo de alejar a los musulmanes de los
centros neurálgicos de poder y también reactivar las áreas periféricas de baja
productividad agraria, los mudéjares pasaron de una población mayoritaria a ser
un contingente cada vez más minoritario y marginal.
Solo decirte que no fue catalana aragonesa, pues Cataluña aún no existia. Era la Marca Hispánica y pertenecía a Francia, la cual fue muy rácana a la hora de aportar tropas para la conquista de Valencia. Solo vinieron las órdenes militares afincadas en la marca por orden de sus maestres y un contigente muy reducido de tropas aportadas por el rey francés. Por lo demás todo correcto. Saludos.
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