Tema 5 – El Sexenio Democrático. La eclosión de los movimientos
republicanos. Los sucesos de Alcoy
1.- La
revolución de 1868: sus causas, desarrollo y consecuencias
La Revolución de 1.868 estuvo
originada fundamentalmente por una serie de causas económicas, sociales y
políticas.
Es la última revolución que
lidera la burguesía y tiene la intención como en ocasiones anteriores de
acceder al gobierno mediante un golpe de estado, sin embargo el apoyo popular
hizo que el movimiento adquiriera tintes revolucionarios. Los protagonistas del
mismo no sólo querían derrocar a la reina, sino introducir reformas tendentes a
modernizar el sistema liberal, de manera que al instituir principios del
liberalismo democrático, como la eliminación del sufragio censitario, se
lograra la participación de las clases populares. Los principales objetivos de
esta revolución, eran:
·
Lograr el respeto de los derechos de los ciudadanos
·
Reconocer la soberanía nacional
·
Constituir unas cortes elegidas mediante sufragio universal
·
Acabar con los obstáculos que impedían la modernización del sistema
capitalista
·
Transformación del sistema de propiedad agrario
En el País Valenciano la acción
revolucionaria se adelantó notablemente en el ámbito rural, en el que proliferaron
las partidas republicanas y progresistas en 1.867 y 68. Estas partidas
republicanas, convivían con las partidas carlistas y ambas tenían una misma
base social: campesinos que estaban en desacuerdo con las medidas liberales que
los distintos gobiernos habían tomado. Sin embargo, sus pretensiones eran
diferentes; mientras que los carlistas defendían una buena vuelta al
absolutismo, los republicanos, defendían un gobierno republicano y federal. Las
partidas republicanas se asentaron fundamentalmente en las zonas interiores de
Valencia, mientras que los carlistas hacían lo propio en el interior de
Castellón.
La acción de las partidas
republicanas fue tan importante, donde destacaban figuras como las de José
Pérez Guillem “El Engueri” o Emigdio Santamaría, que se ha dicho que en el campo
valenciano ya había triunfado la revolución antes de que ésta se iniciase con
el pronunciamiento de la flota en Cádiz.
1.1.- Las Juntas Revolucionarias
en el PV
La forma de actuación,
después de la Revolución, era mediante la creación de Juntas de Gobierno y las
Juntas Revolucionarias. Las Juntas revolucionarias surgieron por toda la
geografía nacional, en cada una de las grandes capitales de provincia. En estas
Juntas revolucionarias, encontraremos a todos aquellos que apoyaron a la
Revolución del ’68, es decir, moderados, centristas, republicanos… y todas las
clases populares. En la ciudad de Valencia, encontraremos en estas Juntas al
Partido Progresista (Perís y Valero), el Demócrata (Antonio Guerrero) y la
Unión Liberal (Domingo Mascarós).
Estas Juntas revolucionarias
toman una serie de medidas:
·
Medidas fiscales, como la supresión de los impuestos de los
bienes y consumos
·
Ruptura con la Iglesia: expulsión de los Jesuitas
·
Supresión de Quintas
·
Medidas relacionadas con el fomento y el desarrollo
económico: reforma del Puerto de Valencia o establecimiento de instituciones
que hicieran posible esa modernización.
Ante estas Juntas
Revolucionarias, el Gobierno Revolucionario responde llamando al orden y ordena
disolver estas juntas. El Gobierno central, disolverá también las milicias,
puesto que afirma que ellos son los únicos encargados de mantener el orden.
En diciembre de 1.868 se realizan
unas elecciones municipales, en las cuales vencen los republicanos en el
territorio valenciano. Estos republicanos irán ganando terreno y escalando
puestos, y en las elecciones legislativas de enero de 1.869 de nuevo, volverán
a ganar en el territorio valenciano. Esta situación es contraria a lo que
sucede en el resto de España, donde ambas elecciones son ganadas por los
progresistas e incluso por los moderados.
1.2.- La Insurrección republicana
de 1.869 en Valencia
La supresión de estas Juntas
Revolucionarias, provoca en Valencia una nueva insurrección: la primera que
tendrá lugar contra el gobierno revolucionario. Por primera vez, en esta
insurrección encontraremos una presencia significativa de internacionalistas
(anarquistas que seguían las doctrinas de Fanelli) luchando con obreros y
campesinos republicanos[1].
El mayor logro de la revolución
del 68 fue el establecimiento del sufragio universal con el que se eligieron
unas Cortes que redactaron la Constitución de 1869. En este periodo el
general Serrano fue nombrado
regente hasta llegar a un consenso para ocupar la Corona.
2.- Principios
fundamentales de la Constitución de 1.869
El principal logro de este
gobierno, es la elaboración de la Constitución
del ’69, la cual destaca por la amplísima selección de derechos y deberes
de los ciudadanos. Fue una constitución liberal y democráctica, que otorgaba
una régimen de libertades muy amplía, si se la compara con otras constituciones
europeas de la época.
Los principales puntos de esta
Constitución, son:
·
Amplísima declaración de derechos, incluyendo derechos de tipo penal y
procesal
·
Soberanía nacional
·
Sufragio universal masculino, a mayores de 25 años
·
Se establece una monarquía parlamentaria como forma de gobierno
·
Establece una separación de poderes:
o Poder Ejecutivo à Rey
o Poder Legislativo à Cortes
o Poder Judicial à Independiente
Por el contrario, esta
Constitución no recogía un punto importante: El modelo de sociedad, el cual se venía gestando desde principios de
siglo, y garantizaba los privilegios de la burguesía en detrimento de la mayor
parte de la población. El modelo de sociedad quedó intacto. La Constitución del
’69 no recogía tampoco, ninguna de las peticiones relacionadas con la supresión
del sistema de quintas o referentes al sistema de propiedad de la tierra.
3.- El reinado
de Amadeo de Saboya
Otro de las labores del
gobierno provisional fue la búsqueda de un candidato a la corona de España ya
que la Constitución contempla como régimen político la monarquía
parlamentaria. La definitiva elección
recaerá en el candidato propuesto por el general Prim, hombre
fuerte del momento, Amadeo de Saboya (hijo del rey de Italia). El
asesinato del general Prim un día antes de que Amadeo desembarcara en España,
dejó a este rey sin su más firme defensor, apenas sin respaldo popular, ni de
la burguesía, ni de gran parte del ejército.
Durante el Reinado de Amadeo de
Saboya, en el territorio valenciano, los republicanos continúan ganando
importancia, así como, se produce el estallido de la Tercera Guerra Carlista.
3.1.-La Tercera guerra carlista
La Tercera Guerra Carlista,
estalla en 1.872 y enfrenta a los partidarios de Carlos VII, quien aboga por la
restauración de los fueros valencianos, y los partidarios del rey Amadeo.
Los carlistas se alzarán, teniendo un fuerte
protagonismo en Castellón. En Alicante también tendrán algún protagonismo, sobre
todo en la Vega Baja, donde se alcanzará la cifra de 850 guerrilleros en su
mayor apogeo. Provocarán razias en los pueblos para conseguir armamento y
manutención.
3.2.- Las partidas republicanas y
las huelgas internacionalistas
Los antiguos voluntarios de la libertad se
transformarán de nuevo en las partidas republicanas. Serán menos que los
carlistas. Las partidas republicanas solían quemar los registros de propiedad,
tanto como acto simbólico como utilitario para eliminar las pruebas de la
propiedad de la tierra.
En Alcoy en Valencia, principales
focos industriales, se producen una serie de huelgas, que por primera vez son
dirigidas por los internacionalistas anarquistas.
4.- La Primera
Republica y el Cantonalismo
Ante toda esta tensa situación,
donde el rey no contaba con apenas apoyos, además de estar sufriendo el
conflicto carlista y las diferentes huelgas, Amadeo abdica, e inmediatamente se proclama la I República.
Monárquicos, moderados y
carlistas, deciden quedarse en la retaguardia ante esta situación y prefieren
mantenerse a la espera de ver que hacen los republicanos. Mientras tanto, estos
sectores más tradicionales van preparando su regreso al poder con Alfonso XII
como rey.
Este Partido Republicano Federal,
tenía una serie de peticiones:
· Defensa de la República
· Laicismo del Estado
· Ampliación de las reformas
sociales
· Supresión de las quintas
·
Defensa de un sistema federal, formado por
repúblicas independientes, cada una con su propia constitución y gobierno
(cantones). Los obreros serían los dueños de los instrumentos de trabajo y de
los beneficios. El Estado sería el servidor del pueblo para facilitar la
transformación económica mediante: creación de bancos públicos y préstamos sin
interés.
Según
la tesis de Pi y Margall, el federalismo era el “mejor de los sistemas”.
Sin
embargo, pronto comenzarán a aparecer diferencias, y los republicanos federales
se dividirán en dos grupos:
o Benévolos o Legales à
Pretendían construir el Estado desde arriba, mediante la elaboración de una
Constitución. Defienden un Estado Federal sobre la base de cantones o
repúblicas independientes, creadas por el estado y referendadas por la
Constitución. Su líder era Pi y Margall.
o Intransigentes à Defendían la
construcción del Estado desde abajo. Primero se debían construir los Estados,
cada uno con sus propias leyes e instituciones, y a continuación pasar a hablar
de un Estado Confederado. Defienden que la formación de cantones dependía de la
voluntad de los ciudadanos, no del gobierno central. Su líder era José María
Orense.
Junto
a estos dos grupos, aparecen también los Republicanos
Unitarios, que defendían la República,
pero querían un estado no federal, sino centralizado y mantenían posiciones más
conservadoras desde el punto de vista político y social. Estaban dirigidos por
Emilio Castelar.
La acción política del
gobierno republicano, se divide en cuatro gobiernos, de los cuales la principal
acción es el Proyecto de Constitución de 1.873, así como una legislación
laboral que protegiese a los niños, y dotara al mundo laboral de una serie de
medidas higiénicas y de seguridad.
Durante el gobierno de Pi y
Margall, la República se vio lastrada por dos problemas graves: el
resurgimiento del Carlismo, que se
hacía fuerte en el País Vacos y Navarra, y el Cantonalismo, asentado en el litoral mediterráneo. Al mismo tiempo
que continuaba la Primera Guerra de Independencia de Cuba o Guerra de los Diez
años (1868-78). Los dos principales núcleos cantonalistas del País Valenciano,
serán los de Valencia y Alcoy.
La situación de la
República, cada vez se volvía más tensa e insostenible. El desorden y la
inestabilidad se generalizaron por todo el territorio, e incluso se declararon
guerras entre cantones (Granada contra Jaén).
4.1.- El movimiento cantonalista
en el PV
Se establecen cantones en el País
Valenciano, Cataluña, Murcia y Andalucía fundamentalmente. El Gobierno central
adoptó una postura represiva contra estos movimientos cantonalistas. La
represión estaría liderada por Martínez Campos y por Pavía, que serían quienes
darían muerte primero al sistema cantonalista, y luego al gobierno republicano.
Como ya hemos dicho, los
principales focos cantonalistas del territorio valenciano, son Valencia y
Alcoy. Existen además, otros focos cantonalistas por todo el territorio, como
por ejemplo Alicante, Torrevieja o Castellón. Los cantones de Valencia y Alcoy,
a pesar de ser los dos focos más importantes, son movimientos muy diferentes
entre ellos.
En Valencia, encontraremos a los llamados “burgueses en acción”
liderando el movimiento cantonalista. Se trata de pequeños burgueses, pequeños
propietarios de tierras o pequeños comerciantes. Se producirá la adhesión al
cantón de Valencia de la mayor parte de municipios de sus alrededores (179
municipios), siendo un cantón de
tipo moderado, dentro de la
tipología de los cantones. Al nacer por iniciativa de la pequeña burguesía de
la ciudad, el cantón valenciano no tuvo tanto carácter revolucionario como
otros cantones. Este cantón de Valencia, se trató de exportar a Castellón, pero
lo cierto es que allí fracasa, puesto que ningún municipio se adhiere. En
Alicante, este movimiento también fracasa, puesto que al frente de los
gobiernos se encuentran los republicanos más moderados.
4.2.- El Cantón de Alcoy
En Alcoy, por el contrario, aparece un verdadero movimiento
revolucionario. La rebelión de Alcoy, si estará liderada por obreros. Sin
embargo, existe una duda acerca de si lo que sucede en Alcoy es realmente un
movimiento cantonal, o es simplemente el acceso al poder local de los obreros.
Muchos afirman que se trata de una revuelta obrera internacionalista.
En cualquier caso, el cantón de
Alcoy, perdurará tanto en el tiempo como el resto de cantones.
5.- La crisis
del Sexenio*
En conclusión, la
Iª República española fue un fracaso debido a varias causas:
·
La falta de una auténtica tradición republicana
en el país
·
Los planteamientos radicales y revolucionarios
de los campesinos, los dirigentes de la Iª Internacional y los federalistas.
·
La hostilidad de los grupos monárquicos, burgueses,
la aristocracia de terratenientes, los sectores industriales y el clero.
La
República había muerto pero su nombre se mantuvo aún durante todo el año 1874,
bajo un gobierno provisional de unionistas y progresistas, presidido por el
General Serrano. Se trató de la llamada “República presidencialista”. Sus
principales medidas fueron:
·
Disolvió las Cortes:
·
Ilegalizó la Iª Internacional en España
·
Persigue a los federalistas más intransigentes
·
Creó un ejército para acabar con la guerra
carlista, sin resultados positivos
Poco
a poco, cobra fuerza el Partido Alfonsino, creado por Cánovas del Castillo, que
defendía la restauración borbónica en la persona del príncipe Alfonso, futuro
Alfonso XII. En 1870, Isabel II había abdicado en su hijo, Alfonso El 1 de diciembre
de 1874, el príncipe firmó un manifiesto (Manifiesto de Sandhurst), redactado
por Cánovas que sintetizaba el programa de la nueva monarquía: monarquía de
signo conservador y católica que defendería el orden, pero garantizaría el
sistema político liberal. El 29 de diciembre de 1874, Martínez Campos dio un
golpe militar en Sagunto, proclamando rey de España a Alfonso XII. Cánovas del
Castillo, junto con Sagasta, fue el artífice de la Restauración, basada en el
turno pacífico de dos partidos: El Conservador y el Liberal.
En
esta turbulenta época, España perdió su gran oportunidad democrática del
siglo XIX,pues fueron los años más caóticos de la Historia de la España
Contemporánea. Pero a pesar de la Restauración Borbónica, la construcción
del Estado liberal y la democratización del país estaban consolidadas, e
implantadas las libertades conseguidas hace tiempo en otros países de Europa
[1] Dentro de los republicanos, encontraremos republicanos
progresistas y republicanos moderados, que defenderán incluso, los mismos
intereses que los monárquicos. Dentro de los republicanos progresistas, en los
sectores más radicales, encontramos a los intransigentes,
quienes protagonizarán las posteriores acciones cantonalistas.
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