Tema 3 – El Carlismo en el País Valenciano.
Los avances de los liberales progresistas (Posible pregunta de examen)
1.- Las Regencias (1.833 – 43)
1.1.- La Regencia de María Cristina
Tras la muerte de Fernando VII se produce una reforma administrativa, y una
reforma política: El Estatuto Real, que no es una constitución, sino una carta
otorgada. Con ella se intenta otorgar derechos y recordar deberes a los
ciudadanos. Es una concesión que en un primer momento se hace para intentar
atraer a los liberales a la causa isabelina, en un momento en que ha estallado
la guerra carlista. No es el marco jurídico ideado por los liberales, pero
desde un principio observamso una reforma política.
1.1.1.- La desamortización de Mendizábal. Las consecuencias en tierras
valencianas
Por otro lado, se produce una reforma con claros tintes económicos: la
desamortización de Mendizábal. Esta medida no tiene como objetivo hacer
reformas en el campo valenciano, ni que se cultiven tierras improductivas o que
se implanten innovaciones tecnológicas en el campo. El objetivo de esta
desamortización, es superar el déficit de la Hacienda Española, la cual estaba
en bancarrota.
Todas las reformas de las que hemos hablado que se producen en el campo,
como la reforma agraria, el cambio en la estructura de la propiedad o la
introducción de nuevas tecnologías en el campo valenciano, son consecuencias
colaterales y no objetivos directos de la reforma. Esta desamortización, tendrá
también una consecuencia política importante, puesto que beneficiará en gran
medida a la burguesía emergente.
Puesto que el fin principal era superar el déficit económico, no se plantea
una reforma agraria, algo que era necesario, si no que lo único que se plantea,
es ganar dinero. El que más dinero daba en la subasta, era quien se llevaba la
tierra. Por tanto, las personas que disponían de dinero para comprar tierras,
eran las gentes que vivían en la ciudad, y no los propios trabajadores de la
tierra.
Durante el periodo que estamos tratando, hay dos grandes desamortizaciones,
la de Mendizábal, que afecta a las tierras del clero regular; y la de Madoz,
que afecta al resto de tierras. Sin embargo, existen más procesos de
desamortización a lo largo del siglo XIX, e incluso en el siglo XVIII.
El proceso de desamortización, no era algo simultáneo. Era un proceso muy
complejo, donde las tierras que se declararon susceptibles de ser
desamortizadas con Mendizábal, se fueron vendiendo durante décadas. Cuando
finaliza el proceso de desamortización, y las tierras que no han sido vendidas
se devuelven a la Iglesia, se calcula, que tan solo se vendió el 50% de las
tierras susceptibles a desamortización. Zaragoza, Valencia y Sevilla, son las
provincias que más propiedades ponen a la venta, y de las que se obtiene un
mayor número de ingresos. Se trata de un proceso largo, como ya hemos dicho,
que incluso llega a extenderse a los primeros años del siglo XX.
No existe un estudio global de las tierras desamortizadas en el País
Valenciano, pero si estudios parciales. Estos estudios parciales, nos
demuestran que el ritmo de ventas en el País Valenciano, fue algo mayor al
principio y a final del período, siendo algo más moderado en su época central.
¿Cómo se realizaban las subastas? Es un punto importante, puesto
que nos explica porque solo los que disponían de capital de manera inmediata,
podían acceder a la tierra. Fue un proceso claramente especulativo. Existía la
figura de los “truchimanes” quienes participaban en la subasta,
ejerciendo una falsa competencia, para elevar el precio de la tierra y que al
final, los verdaderos compradores, pagaran un precio más alto por las tierras.
Eran unas figuras enviadas por el Estado fundamentalmente.
Todo parece indicar que el volumen de tierras vendidas en el País
Valenciano, es similar al del resto de España, alrededor de la mitad de las
tierras en venta. Las principales consecuencias de este proceso desamortizador
fueron:
· Concentración de la propiedad en manos de una clase social muy
determinada: la burguesía urbana. Solo entre un 6 y un 11% de las tierras
desamortizadas son compradas por agricultores de la zona. El 90% restante fue
adquirido por la burguesía comercial.
· Las relaciones feudales, de vasallaje, van a desaparecer, a partir de
este momento encontraremos nuevas relaciones, que en la mayoría de los casos
endurecerán las condiciones de los contratos. Habrán rentas más altas y
contratos más cortos. Ya no encontraremos enfiteutas que dispongan de gran
libertad para trabajar la tierra. Esto provocará un empobrecimiento de la
población campesina.
· Tensión social en el campo. Al existir un gran número de
damnificados en el campo, por este empobrecimiento general del campesinado,
aumentan las tensiones sociales. A pesar de que muchos campesinos tuvieran
capital para poder comprar tierras, no se atrevieron a comprarlas, por miedo a
ser excomulgados por la Iglesia, quien se defendía del “robo” de sus tierras
con esta amenaza.
La Constitución de 1.837 va a marcar todo el desarrollo político del
reinado de Isabel II. Posteriormente, se elaborará una Constitución más
moderada, la de 1.845. La Constitución del ‘37 es una constitución de carácter
progresista, pero sin embargo, establece que solo un 2% de la población pueda
votar.
1.1.2.- La oposición al liberalismo: Carlismo y Guerra Civil (IMPORTANTE)
De forma paralela a estas acciones llevadas a cabo por los liberales, se va
a desarrollar la Primera Guerra Carlista (1.833-39), el primer enfrentamiento
civil de la historia contemporánea española. Detrás de este pleito dinástico,
donde el pretendiente Carlos aspirará a alcanzar el trono, en detrimento de la
reina Isabel, existe una guerra entre los partidarios del Antiguo Régimen y la
nueva clase liberal.
En el bando isabelino, encontramos a los liberales, quienes eran
partidarios del cambio de las estructuras políticas, con una consiguiente
modernización del país. Los liberales se aliaron con la reina Isabel, para
lograr el fin del absolutismo. El bando isabelino, estaría formado por:
· Apoyo del ejército
· Parte de la nobleza
· Burguesía
· Clases populares urbanas y campesinado del sur
En el bando carlista, encontramos a todos aquellos que tenían o
querían tener la singularidad política. Ideológicamente, representan al
absolutismo más intransigente, y defienden el catolicismo, la monarquía
absoluta y los privilegios forales. El País Vasco y Navarra, eran las conocidas
como Provincias Exentas, puesto que disponían de una fiscalidad propia, que las
beneficiaba. Por tanto, el grueso del bando carlista, está formado por:
· Parte del clero, contrarios a los procesos de desamortización y a la pérdida
de privilegios.
· Vieja aristocracia, que contaba con privilegios con el Régimen
Señorial
· Campesinos y artesanos del norte. Formarán el grueso del ejército
carlista
Algunos autores, plantean que la Guerra Carlista, es más una revuelta
social que una guerra, puesto que está protagonizada por los “proletarios[1]”. Estos
“proletarios” piden la vuelta a unas condiciones de trabajo que tenían antes, y
que eran mejores que la que tenían ahora. Pedían una vuelta al Antiguo Régimen.
Los carlistas valencianos, son aquellos campesinos, que por las medidas de los
gobiernos liberales, ven como sus economías se empobrecen. Han pasado de ser
enfiteutas, con la propiedad útil de la tierra, a ser simples jornaleros, con
contratos muy cortos y condiciones muy duras.
Se trata de una Guerra Civil que dura diez años, y se divide en tres fases.
El coste del conflicto fue muy elevado y hubieron cerca de medio millón de
fallecidos. Las fases de este conflicto, son:
o 1º Fase: 1.833-35
o 2º Fase: 1.835-37
o 3º Fase: 1.837-39
Será en territorio castellonense fundamentalmente, Morella y el Maestrazgo,
donde se desarrollen gran parte de las acciones del carlismo. Los carlistas se
sitúan en esta zona, por que se necesitaba de unas condiciones geográficas muy
determinadas, para poder mantener una guerra durante diez años. Las
luchas se desarrollaban mediante “guerra de guerrillas”.
Los voluntarios realistas, son los que van a conformar el grueso del
ejército de Cabrera, líder carlista en Valencia y Aragón. Pero no solo
encontraremos carlistas en el norte de Castellón, sino que también habrá
partidas carlistas en la Vega Baja, por ejemplo.
Este conflicto prolongado durante diez años, provocó que los movimientos
liberales se radicalizaran. Fue un conflicto muy cruento y con una dura
represión.
El carlismo, en el siglo XX, derivará y evolucionará hacia partidos
agrarios y partidos de derechas.
1.2.- La Regencia de Espartero
Se producen unos enfrentamientos entre liberales progresistas y moderados,
no son únicos en el País Valenciano, si no que se dan en todo el territorio
español, si bien es cierto, que en algunos puntos de Valencia, estos
enfrentamientos adquieren una gran relevancia. Estamos hablando, de disputas
dentro de la familia liberal, que adquieren en cualquier caso, un mayor caso en
nuestro territorio.
Este período (1.840-68), que coincide con el reinado de Isabel II es un
período donde los liberales moderados, van a ostentar el poder, a lo largo de
todas las décadas, con pequeñas excepciones. La primera de estas excepciones,
será la regencia de Espartero (1.840-43) y la segunda el Bienio
Progresista (1.854-56). Estos son los dos únicos periodos, donde las ideas
progresistas van a calar más en el territorio español, puesto que si hay
diferencias entre un bando y otros, fundamentalmente en materias económicas:
· Los progresistas defienden un librecambio y una ampliación del sufragio
electoral
· Los moderados, defienden el proteccionismo y un grupo electoral reducido
Se trata de una serie de diferencias entre ambos sectores, que aumentaran
la separación, y se manifestarán en forma de pronunciamientos y violencias.
A finales de 1.842 estalla un conflicto en Barcelona, pero también en
Alcoy, en contra de las reformas librecambistas de Espartero. En el origen de
este conflicto, estaba el anuncio de la firma de un tratado librecambista con
Inglaterra, que repercutiría negativamente en la industria textil. Los obreros
de las fábricas, pedían un mayor proteccionismo, mientras que los empresarios
pedían un mantenimiento de la estructura gremial. Proteccionismo y sistema
gremial, son dos características del Antiguo Régimen. Estas medidas liberales,
supusieron el fin de Espartero en el poder.
1.2.1.- La sublevación alicantina de 1.844. Los Mártires de la libertad
Durante los años de la regencia de Espartero (1841-1843), el régimen liberal
se afianzó en España. Sin embargo, surgieron entre los progresistas una rama
radical que se enfrentaría al propio Espartero. Los progresistas no sólo
luchaban por mejoras políticas, sino también por ampliar las libertades
sociales y económicas, frente al autoritarismo que estaba adquiriendo el
régimen de Espartero.
En la ciudad de Alicante, protagonizaron en 1844 la llamada "Rebelión
de Boné". La dirección de aquella revuelta fue asumida por el
coronel de carabineros Pantaleón Boné, quien había llegado desde
Valencia. Esta revuelta termina, con prácticamente la muerte de todos los
sublevados, incluido el propio Boné, que fue fusilado.
Una de las figuras que más destaca de esta revuelta, además de Boné, es
Martín el Empecinado, quien “traicionó” al líder de la revuelta, y negocio a
sus espaldas la entrega de la ciudad de Alicante. Para ello, cortó las
comunicaciones entre el Castillo de Santa Bárbara, donde se habían asentado los
sublevados, y la ciudad de Alicante, ante un inminente ataque de Roncalli,
Capitán General de Valencia y hombre de confianza de Espartero.
Fundamentalmente, entre 1.844-1.868, esa coalición moderada será quien se
haga con el poder, quedando los progresistas cada vez más marginados en los
sucesivos gobiernos.
2.- La década moderada (1.844 – 54)
Nárvaez y O’donell son los principales protagonistas de este período. Es un
momento, donde se intenta volver a aspectos ya superados por los liberales. Un
ejemplo de esta regresión, es el Concordato del Vaticano de 1.851, el cual
supondrá la paralización de las desamortizaciones y la vuelta de la educación a
manos de la Iglesia.
La tendencia centralizadora de los liberales, va a suponer la pérdida
progresiva de la identidad de los valencianos. No solo de las instituciones,
sino también de la mentalidad, las costumbres o las ideas. Es una tendencia
homogeneizadora, que se manifestará mediante la vertebración de los distintos
territorios que conformaban el Reino de Valencia.
2.1.- Los grupos sociales y el liberalismo moderado en el País Valenciano
En 1.857 solo podían votar 13.000 personas, y el 90% de este grupo, eran
propietarios agrarios. Como ya hemos visto, la mayoría de estos propietarios
agrarios habían accedido a la propiedad después de los procesos de desamortización,
y gran parte de ellos eran grandes burgueses urbanos: terratenientes, grandes
empresarios y financieros. Estos grandes comerciantes, no podían permitir que
el sufragio universal se implantara y que de ésta forma pudieran perder el
control de las ciudades. Es por esto que apoyaron la unión entre moderados y
progresistas, los cuales se unen para implantar unidad y orden en un único
bloque de poder. El orden está por encima de las libertades.
Frente a la oligarquía burguesa, nos vamos a encontrar con una pequeña
burguesía y con las clases trabajadores, quienes pedían una serie de mejores
sociales y laborales. Las clases populares no pedían derechos políticos,
sino mejoras en las condiciones de trabajo y de vida, como por ejemplo:
· Peticiones de seguridad en el trabajo
· Supresión de impuestos
· Descenso de los precios de los productos alimenticios
· Fin de los privilegios de conmutaciones (por dinero o por hombre) en las
quintas
· Asociacionismo
· Campesinado más pobre
2.2.- La Segunda Guerra Carlista
En este momento, nos encontraremos ante una Segunda Guerra Carlista, aunque
lo cierto, es que para muchos, este conflicto no fue considerado como una
guerra. Esta guerra estará protagonizada por los campesinos de Cataluña y del
norte del País Valenciano: “La Guerra dels Matiners”.
Fue un conflicto, que se desarrolló fundamentalmente entre los años
1.846-49, teóricamente originado por la negativa de Isabel II a casarse con el
pretendiente carlista, Carlos Luis de Borbón.. El conflicto, cuestionado por
muchos historiadores como tal guerra, fue fundamentalmente un levantamiento
popular en distintos puntos de Cataluña. Las partidas de Matiners,
combatieron conjuntamente con partidas de ideología republicana, en lo que vino
en llamarse coalición carlo-progresista.
3.- El Bienio Progresista (1.854-56)
Desde sectores del propio partido moderado, desde el partido progresista y
el partido demócrata pedían un cambio de gobierno, pero cada uno con objetivos
distintos. En junio de 1854, O’Donnell realiza un pronunciamiento en Vicálvaro
conocido como la Vicalvarada. En principio es un simple pronunciamiento de
militares cercanos al partido moderado que critican la corrupción, que en
principio fracasó, pero los rebeldes se reagruparon y publicaron una proclama,
el llamado Manifiesto de Manzanares, que obtuvo un respaldo popular masivo,
provocó la revolución en julio y el triunfo del pronunciamiento.
En este momento se llevarán a cabo, cuatro acciones fundamentales:
· La Constitución
de 1856, de carácter progresista, que no entra en vigor.
· La
desamortización de Madoz – 1855, sobre bienes civiles (tierras
de propios y baldíos), para conseguir dinero para el ferrocarril.
· Ley del
Ferrocarril – 1855. El primer tendido ferroviario se regula en 1844 por ley, (sólo se habían
construido dos tramos (Barcelona-Mataró y Madrid-Aranjuez). La ley de 1855 que
establecía ventajas para estimular la inversión, dando como resultado que los
especuladores y financieros hicieran enormes fortunas jugando en Bolsa con las
acciones ferroviaria, pero no se consigue estructurar un auténtico mercado
nacional (amplias zonas de Andalucía y Galicia quedan aisladas).
· Ley de
sociedades bancarias. Se reorganiza el sistema financiero permitiéndose la creación de
Sociedades Anónimas de Crédito. Igualmente se aprobó la ley de Banca,
transformándose el antiguo banco de San Fernando en Banco de España, con
funciones oficiales.
3.1.- La medidas progresistas y la conflictividad social y laboral en las
provincias valencianas
La conflictividad social y laboral en tierras valencianas durante el Bienio
Progresista, hace que muchos historiadores digan que la revolución valenciana
del 68, había triunfado mucho antes en el País Valenciano, que en el resto de
España. Los trabajadores valencianos se sublevarán contra las medidas tomadas
contra sus intereses. Algunas de estas medidas, son:
o Encarecimiento de los precios
o Salarios estancados
o Desempleo
o Decadencia del artesanado
o Problemas sociales de la industrialización
o Reemplazos y quintas
o La segunda invasión del cólera
Durante el Gobierno de Unión Liberal, se vive un momento de alta
inestabilidad, que en caso del País Valenciano, tendrá fundamentalmente,
episodios de rebelión y de conflicto en 1.864, coincidiendo con las
inundaciones.
El final del bienio progresista, se produce por varios hechos:
· La lentitud de las reformas
· Las propias reformas
· Una serie de crisis agrícola
· Una crisis de subsistencia
· La aparición de una epidemia
Todo ello provoca un descontento hacia el gobierno,
desde el carlismo hasta un sector del propio partido progresista. El gobierno
se ve obligado a reprimir con violencia manifestaciones, se divide, Espartero
dimite y la reina, en julio de 1856, encarga a O’Donnell crear gobierno.
3.2.- La desamortización de Madoz. Consecuencias en tierras valencianas*
4.- La vuelta al moderantismo (1856-1868)*
La Unión Liberal fue el partido que controló la
vida política durante los últimos años del reinado de Isabel II, formado por
moderados cansados de la corrupción y convencidos de la necesidad de ampliar la
base social del régimen, y por progresistas cercanos al moderantismo. O´Donnell
y Narváez gobernarán, en diferentes momentos, durante los últimos años del
reinado. O’Donnell restaurará la constitución de 1845, con un Acta Adicional,
pero al desear que la ley de desamortización continuara, se enfrenta con la
reina y dimite. Le sustituye Narváez que restaura todo el espíritu de la década
moderada, anulando el Acta Adicional. Su actuación represiva obliga a la reina
a entregar de nuevo el gobierno a O’Donnell.
Entre 1858 y 1863 se desarrollan 3 acontecimientos:
· Nuevo intento de sublevación carlista, que fracasa
· Sublevaciones campesinas. El origen estaba en la desamortización de las
zonas comunales, en el sistema de quintas y en los impuestos sobre el consumo.
· Desarrollo de una política exterior expansionista, más con un intento de
recuperar prestigio que por los resultados, que no fueron ventajosos. Se centró
en la intervención en la península
4.1.- Inquietud social y revolución en el campo valenciano*
Se vive un momento de gran conflictividad social, impulsada por las
distintas catástrofes que se producen: inundaciones en 1.864, una epidemia de
cólera en la Ribera y una crisis bancaria en 1.866.
En el campo valenciano, la revolución triunfó de forma muy prematura,
puesto que ésta triunfó incluso antes de que se hubiese iniciado.
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