1. El Reino de Valencia en la época de los Reyes Católicos
1.1. Las consecuencias de la unión dinástica
1.2. La represión de las minorías. Musulmanes, judíos y conversos
o
Judíos
o
Musulmanes
o
Conversos
1.3. El repliegue cultural y lingüístico
-
Inquisición
-
Decadencia del comercio
-
Llegada de linajes castellanos
-
Valencianos en relación con la administración
-
Castellanización lingüística
2. La Revuelta de las Germanías
2.1. El origen de la crisis
En el Reino de Valencia la Edad Media se cierra bien entrado
el s. XVI con esta revuelta que conllevará como consecuencia la conversión
forzosa y masiva de la población musulmana. Los historiadores han discutido
mucho acerca del carácter de esta revuelta: revuelta urbana, revuelta rural.
Para algunos, esta revuelta representaría la primera revolución moderna
mientras que para otros este levantamiento fue una reacción frente a la
política europeísta que trajo Carlos V a la península. Bien es cierto que, en
esta revuelta se mezclaron varias luchas paralelas (menestrales y pueblo llano
frente a oligarquía urbana tradicional, lucha de campesinos contra señores, y
también lucha por conseguir una única religión en contra de la comunidad
mudéjar). Esta revuelta tuvo lugar en un momento de grandes convulsiones
sociales que tuvieron lugar en toda Europa ya desde el s. XIV, como por ejemplo
la Jacquerie francesa de mediados del s. XIV, la revuelta inglesa de 1381, la
remensa catalana, etc. También hubieron guerras campesinas en Alemania en 1616.
En el Reino de Valencia la prosperidad del s. XV fue
aprovechada por las élites urbanas, por los grupos burgueses en detrimento de
las clases más populares que estaban totalmente excluidas del poder político y
de los beneficios económicos. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta la
competencia de los comerciantes extranjeros frente a la población autóctona,
así como la sobreabundancia de maestros gremiales impidiendo la promoción
dentro del gremio por parte de los aprendices, e incluso fuera del sistema
gremial que estaba en decadencia vemos que había trabajo no controlado por las
cofradías de oficios.
2.2. Del alzamiento popular a la represión de las Germanías
Pero principalmente el motivo de la revuelta fue la
reivindicación por parte de los menestrales en el gobierno de la ciudad, en la
que pretendían llevar a cabo una reforma en el gobierno municipal. Los factores
que precipitaron el levantamiento fueron tres:
-
Irrupción de la peste en 1519, que incrementó
todavía más los efectos de las crisis de subsistencia que se había originado
como consecuencia de fenómenos meteorológicos, perdiéndose cosechas por lluvias
y por la riada de 1517. Esta riada provocó la huida de los miembros del
gobierno dejando un vacío de poder.
-
Retraso en la llegada de Carlos V a convocar las
Cortes y jurar en ella los Fueros Valencianos, con la excusa de la presencia de
la peste.
-
Decisión del rey de armar a las cofradías de
oficios para asegurar la defensa del reino frente a los ataques de los piratas
berberiscos.
En 1520 Adriano de Utrecht es nombrado regente de la
monarquía hispánica en 1520, un extranjero. Tras la movilización gremial se
constituirá un comité ejecutivo en Valencia, la Junta de los Trece (1519) con
el consentimiento del monarca. Otro extranjero, Diego Hurtado de Mendoza, será
nombrado en 1520 Virrey de Valencia. Con esta militarización los agermanados
impusieron a dos de sus representantes entre los seis jurados de la ciudad. Desde
el punto de vista militar se puede distinguir dos grandes frentes: por un lado
estaría la parte norte del Reino de Valencia (Maestrazgo, La Plana, Campo de
Morvedre,…) donde las tropas agermanadas fueron totalmente derrotadas; al sur
del Reino (Xátiva, Gandia, Elche,…) los agermanados tomaron el castillo de
Xátiva venciendo a las tropas del Virrey, saquearon Gandía y afianzaron sus
plazas. Sin embargo, no fueron bien aprovechadas estas victorias y con las
disputas internas en su bando fueron derrotados en la ciudad de Orihuela con lo
cual toda la parte sur del Reino cayó en manos de las tropas del Virrey,
comenzando una represión durísima contra los rebeldes.
La guerra todavía se prolongó hasta diciembre de 1522 cuando
se rindieron Xátiva y Alzira. Las consecuencias de esta derrota por parte de
los agermanados fueron diversas. Fue nombrada como Virreina Germana de Foix en
1523, produciéndose numerosas confiscaciones, penas de muerte, etc.
En el ámbito rural los impulsores de la revuelta fueron en
principio los labradores con medianas propiedades que intentaron consolidar su
posición frente al señor feudal, pero este primer levantamiento fue sustituido
por los vasallos y por otros campesinos más radicales en busca de la
destrucción del señorío feudal. El componente antiseñorial y antifeudal se
manifestó en la exigencia por parte de los agermanados de la abolición de los
censos y de las rentas feudales, pero no obtuvieron ninguna de sus
pretensiones.
2.3. La conversión de los mudéjares. Los moriscos
De las consecuencias que tuvo para los musulmanes está el
que fueron hostigados por parte de los rebeldes obligándolos a convertirse al
cristianismo por el recelo religioso, económico y social de los cristianos.
Eran artesanos con productos de enorme calidad, a pesar que estaban excluidos
de las cofradías de oficios. Algunos de estos mudéjares fueron incorporados al
ejército por parte de los nobles para poder defenderse, con lo cual también se
representó como un signo de oposición. En 1521, tras la primera victoria
agermanada en Gandía, las tropas rebeldes impusieron el bautismo forzoso a las
poblaciones musulmanas de La Marina y La Safor, y estos bautismos forzosos se
extendieron a la costa y la huerta. Una vez sofocada la revuelta se plantea
seriamente el problema de si las conversiones forzosas eran válidas o no,
incluso reuniéndose una junta de teólogos y juristas en Madrid en 1525 y
pronunciándose favorablemente a la validez pues se les había dado otra opción:
conversión o muerte.
Esta declaración a favor de las conversiones forzosas estaba
íntimamente ligada a esa política de unidad religiosa que progresaba por la
monarquía, y de esta forma acabó el trabajo iniciado por los Reyes Católicos.
Carlos V legalizó esos bautismos y obligó al resto de los musulmanes a
convertirse. Esta medida contó con la oposición de la nobleza, que veía
peligrar sus rentas, y también por la población mudéjar, pero no tuvieron
éxito. Aparecerá entonces el problema de los moriscos, que finalizó con la
expulsión de 1609.
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