jueves, 30 de mayo de 2013

TEMA 5 EL REINO DE VALENCIA EN TIEMPOS DE LA CASA DE BARCELONA.


El rey no quiere que la taifa de Valencia se convierta en una extensión del reino de Aragón  para lo cual la monarquía cuenta con el apoyo de las clases urbanas, que participan en el juego político en oposición a los grupos nobiliarios, que están descontentos de esta marginación. Dentro de esta nobleza hay que distinguir entre la alta nobleza y los demás miembros de la nobleza, como los caballeros. La alta nobleza es nobleza de sangre mientras que los demás grupos son nobleza de mérito.
            Esto provoca un antagonismo político que va a ser el hilo conductor de la historia Valenciana desde la creación del reino hasta comienzos del s. XIV.
Hay tres fases:
-         Hegemonía monárquica: Jaime I y Pedro III, entre 1238 y 1283.
-         Reacción nobiliaria: Alfonso III y Jaime II, entre 1283 y 1329. La nobleza forma la unión y reclama una serie de concesiones a la monarquía para equilibrar esa hegemonía monárquica.
-         Ruptura monarquía-ciudades: Alfonso IV y Pedro IV, entre 1329 y 1348.

1.- LA HEGEMONÍA DE LA MONARQUÍA.

            Desde la conquista se crea un nuevo reino en el que predomina el patrimonio real, no se premite la creación de grandes señoríos. Esto no será una característica fija ira variando con el tiempo, a favor de la nobleza.
            A pesar de la hegemonía de estas primeras décadas el control del reino no era completo, había revueltas musulmanas (1247-1258, 1276-1277); la oposición de la nobleza aragonesa a la implantación de los fueros de Valencia. Por el contrario la nobleza catalana se puso al servicio del rey, como vía de promoción social y política, generando una nobleza “autóctona” que se caracteriza precisamente por su procedencia exterior que surgió de los funcionarios del rey, especialmente de los Bailes y de los Alcaides de los castillos.
            El conflicto entre la nobleza aragonesa y la monarquía queda en un segundo plano con las conquistas y las revueltas, ya que pueden obtener beneficios. Esta se pone de manifiesto con la implantación de los fueros en todo el reino. Queda evidenciado en las Cortes de 1264 cuando los aragoneses niegan su apoyo al rey. Con lo que no participaran en la campaña contra la sublevación en Murcia.
            El Rey se negó a aplicar el fuero de Aragón en todo el territorio valenciano y aceptó su mantenimiento en los señoríos donde ya estaba implantado.

2.- LA REACCIÓN NOBILIARIA.


            El enfrentamiento entre la nobleza aragonesa y la monarquía se intensifico en el reinado de Pedro III. Uno de los hechos más destacados ocurre en 1283, cuando se produce un levantamiento de diversos grupos sociales aragoneses contra el monarca en el que participaron la Alta nobleza, que formaban la Unión Aragonesa, los barones y las milicias urbanas de Aragón.
            Este hecho es propiciado por el levantamiento de los sicilianos contra la casa francesa de Anjou, que reinaba en Sicilia desde hacía poco tiempo, en contra de la población siciliana, que prefería a la anterior dinastía.
            Esta rebelión se dio en las famosas Vísperas sicilianas; y le ofrecieron la Corona a Pedro III, porque estaba casado con Constanza de Sicilia. Pedro acepta  y envía una floto; esto le enfrenta al Papa y al rey de Francia que preferían a los Anjou; con lo que el Papa excomulga a Pedro III y el rey de Francia prepara un ejército para atravesar los pirineos.
             Así que la Unión Aragonesa se crea para enfrentarse al monarca aprovechando la situación. Por lo que se ve obligado a hacer una concesión a la nobleza aragonesa que es el Privilegio General de Aragón, en el que acepta la validez del fuero de Aragón para los aragoneses que vivan el territorio valenciano. Sin embargo rechaza extender el fuero de Aragón en todo el reino y repartirlo en caballerías (distritos que controlan los nobles), es decir la pérdida del realengo.
            También impide militarmente la invasión de las tropas francesas y para evitar la excomunión toma una decisión que agrada a la Santa Sede, los territorios peninsulares los herede su hijo Alfonso y en Sicilia se establezca como rey su otro hijo, Jaime.
            Para obtener el apoyo de los grupos urbanos valencianos Pedro III confirmo los fueros de Valencia y concedió a las villas reales y a los ciudadanos el Privilegium Magnum, que consagraba la diferencia del reino frente al resto de Estados y el predominio del modelo urbano frente al señorial.
            Alfonso III el Liberal (1285-1291) nada más llegar al trono se ve obligado a imponer el fuero aragonés, enviando un ejército aragonés armado por la unión para hacer frente a la resistencia de oficiales y villas reales a su aplicación. Los enfrentamientos armados entre barones aragoneses y oficiales reales valencianos fueron continuos.
            Por otra parte hay enfrentamientos dentro de la propia unión aragonesa por la jerarquía social que da lugar a pequeñas guerras feudales.
            Se da un avance en la señorialización del reino, la consecuencia de este proceso fue el repliegue de la monarquía dentro del reino de Valencia ya que estaba interesada en otros objetivos como asegurar la hegemonía comercial catalana en el mediterráneo.
            Con Jaime II (1291-1327) se retornó a la política peninsular pero el reino de Valencia no dejo de implicarse en empresas exteriores. Originalmente fue rey de Sicilia pero su hermano Alfonso III muere sin descendencia y él hereda la corona de Aragón, cosa que no deseaba el papado (volvemos a empezar); para contrarrestar esto realiza varias alianzas, en primer lugar con Castilla, para mantenerse como rey de Sicilia; pero no funciona.
            Así que intenta llegar a un pacto con Francia y el Papado, el tratado de Anagni, por el cual Jaime II renuncia a Sicilia, pero llega a un acuerdo matrimonial con los Anjou. Pero en Sicilia no va reinar un Anjou si no otro hermano de Jaime II, Federico. Con oposición de Francia y del papado.
            Con lo cual Sicilia pertenece a la casa dinástica pero no al mismo rey. El tratado también tenía una clausula secreta por la que el papa cedía Córcega y Cerdeña a la corona de Aragón, a cambio de la renuncia de Sicilia. Aunque esta situación se da a comienzos del reinado, Jaime II no envía tropas a Cerdeña hasta el final de su reinado, lo que dará lugar un conflicto con los genoveses y ahondar en la señorialización del reino de valencia, para el apoyo de los señores en la conquista de Cerdeña.
            En la península ibérica Jaime II retorna a la política interna, lo que tendrá repercusiones en el reino de Valencia. Destaca la campaña en el reino de Murcia en 1296; aprovechando la situación de debilidad en la que se encuentra Castilla, en 4 años ocupa todo el reino de Murcia, ya que Lorca resiste hasta el 1300. El reino de Murcia perteneció a la corona de Aragón hasta 1304, dándose incluso una propuesta para crear unos nuevos fueros en dicho reino, aunque no llega a aplicarse.
            Esto se pondrá por escrito en el Tratado de Torrellas (1304) y un año más tarde el Tratado de Elche; que suponen la incorporación del noreste del reino de Murcia a la corona de Aragón y en 1308 al reino de Valencia.
            Aquí se incorporaba Cartagena pero sin unión por tierra; aunque se perderá poco después.
            En este territorio hay cuatro villas reales Elche, Guardamar, Alicante y Orihuela. Elche pasara a manos señoriales. Más tarde en 13010 Jaime II se plantea otro objetivo peninsular con la conquista de Almería, aliándose con Castilla para que atacara por tierra mientras que Aragón atacaba por mar; la campaña acabo en fracaso por el escaso interés de Castilla en la empresa.
            Con estas conquistas se acerca el territorio valenciano al musulman, suponiendo una mayor amenaza para el reino. Desde este momento se tensan las relaciones entre el reino de Valencia y el de Granada, por incursiones por parte de los nazaríes, como en 1304 cuando atacaron por tierra y por mar con la colaboración de los mudéjares valencianos y llegaron a atacar Villajoyosa, asediaron Alcoy, incendiaron Cocentaina y el valle de Jávea.
            4 años más tarde hubo una nueva incursión sobre Denia, Jávea y Alicante, provocando el temor entre los cristianos del Sur del reino. Todo esto era posible gracias al despoblamiento del reino de Murcia que permitía el paso de las tropas musulmanas.
            Como consecuencia se producían asaltos a las morerias sospechosas de colaborar los nazaríes, las autoridades cristianas trataban de detener estos asaltos y de poner freno a las invasiones granadinas. Los raptos y muertes eran frecuentes y en el caso de que fuera un cristiano el rescate lo pagaba la comunidad musulmana si era al revés los cristianos.
            Esta violencia dio lugar a un descenso progresivo de los mudéjares entre los s. XIII y XVI pasando del 80 al 30 %, también debido al cambio en el modelo social que sufrieron al tener que abandonar los centros urbanos para trasladarse a las tierras de señorío. Los esfuerzos de los monarcas por atraerlos al realengo no dieron su fruto porque en tierras señoriales, se les permitía mantener su cultura y religión mientras que en las de realengo no. Esto se permitía así por que pagaban una mayor renta feudal.
            En el s. XV las comunidades de mudéjares en el medio rural experimentaran un notable incremento de la producción agrícola y por tanto un crecimiento económico.
            Todas estas ventajas y prosperidad de las comunidades mudéjares dara lugar a diversos estallidos de violencia; aunque no supondrán un punto final en las relaciones entre cristianos y musulmanes; si no que fueron consecuencia de acontecimientos ocurridos fuera del reino que tienen su repercusión dentro del territorio valenciano.
            Como el año de 1455; que ocurrió poco después de la toma de Constantinopla por los Turcos y una intervención del Papa condenándolo. En 1521 con las Germanías también se dan asaltos a las morerías.
            La comunidad hebrea tampoco salió indemne con asaltos a las juderías en 1391. Esto lleva a un éxodo de la ciudad al campo de la comunidad Judia, para huir de las persecuciones.

3.- LA DIVERGENCIA ENTRE LA MONARQUÍA Y LAS CIUDADES.


            Las concesiones del monarca dieron lugar a la señorialización del reino y la conformación de un nuevo equilibrio del poder con mayor protagonismo de la nobleza. Esto supuso un cambio de alianza que culmina con un enfrentamiento entre la monarquía y las villas reales; la mayor discrepancia radicaba en la perdida de patrimonio real al ponerse rentas y jurisdicciones en manos de la nobleza, así como villas, lugares y castillos. Con esto el estamento real, las ciudades, tenían menos fuerza en las Cortes.
            Esta situación se observa claramente en los últimos años del Jaime II pero sobre todo en tiempos de Alfonso IV.
            La ciudad de Valencia se puso a la cabeza de las ciudades que iban a ser segregadas del realengo en beneficio del infante Fernando, hijo de Alfonso IV, con villas como Castellón, Morella, Burriana, Játiva, Elda, Novelda, Alicante, Orihuela y Guardamar.
            La divergencia también se observa en las campañas exteriores cada vez más alejadas de los intereses comerciales urbanos. Aun así el avituallamiento de grano para las campañas mediterráneas provocó el endeudamiento de las ciudades.
            Con Pedro IV se recuera Mallorca, el Rosellón, acaba con la campaña de Cerdeña, se interesó por la campaña del estrecho y todas estas empresas exteriores fueron costeadas por las ciudades.
            La ruptura definitiva se produjo con la guerra de la Unión 1348; con la que Pedro IV acabó con este conflicto pero supuso el inicio de un periodo histórico adverso, con hambrunas y la peste negra.

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