(El oráculo) El soberano mismo, el rey del Alto y Bajo Egipto Maat-ka-Re. La majestad de la corte suplicó ante las gradas del señor de los [dioses]. Una orden se escuchó desde el gran trono, un oráculo del mismo dios: debían abrirse las rutas hacia el Punt, debían ser atravesados los caminos hacia las Terrazas de la Mirra: "Conduciré el ejército por tierra y por mar para traer las maravillas de la Tierra del Dios, para esta deidad, para la que creó su belleza". Se actuó de acuerdo con todo lo que había ordenado la majestad de este dios, según el deseo de su majestad, para que se le dé vida, estabilidad y dominio como Re, eternamente...
(Inscripciones que acompañan a los relieves)
(Partida de la expedición) "Navegando por el mar, comenzando el buen camino hacia la Tierra del Dios, navegando en paz hacia el País del Punt, por el ejército del señor de las Dos Tierras, de acuerdo con la orden del señor de los dioses, Amón, señor de los tronos de las Dos Tierras, que está al frente de Karnak, para traerle las maravillas de todos los países, porque él ama grandemente al rey del Alto y Bajo Egipto [Maat-ka-Re]..."
(Desembarco en el Punt) "[Llegada] del Emisario Real a la Tierra del Dios, junto con el ejército que le acompaña, ante los grandes del Punt, enviado con todos los buenos productos de la corte, v.p.s., para Hathor, Dama del Punt, a causa de la vida, prosperidad y salud de su majestad."
(Los nativos del Punt se acercan) "Llegada de los Grandes del Punt, inclinándose, con la cabeza gacha, para recibir a este ejército del rey. Entonan alabanzas al señor de los dioses Amón-Re... Ellos dicen, solicitando la paz: '¿Por qué habéis llegado hasta aquí, hasta este país que la gente desconoce?, ¿habéis venido por los caminos del cielo?, ¿habéis navegado sobre las aguas, por la tierra y el mar de la Tierra del Dios? ¿Habéis marchado (por el camino) de Re? (Con respecto) al rey de Egipto, no hay ruta hacia su majestad, para que nosotros (podamos) vivir por el aire que da'"...
(Los barcos se cargan con las mercancías del Punt) "Cargando los barcos pesadamente con las maravillas del País del Punt: todas las buenas maderas aromáticas de la Tierra del Dios, montones de resina de mirra, jóvenes árboles de mirra, ébano, marfil puro, oro verde de Amu, madera de cinamomo, madera-hesyt, incienso-ihemut, incienso, pintura de ojos, monos, babuinos, perros, pieles de pantera del sur, y (en fin) siervos y sus hijos. Jamás se trajo nada igual a esto para ningún (otro) rey desde el principio del tiempo."
(La vuelta a Egipto) "Navegando, llegando en paz, viajando hasta Tebas con el corazón alegre, por el ejército del señor de las Dos Tierras, estando los Grandes de este país tras ellos. Ellos han traído aquello cuyo igual no fue traído para ningún otro rey, a saber, las maravillas del Punt, a causa del poder de este augusto dios, Amón-Re, señor de los Tronos de las Dos Tierras".»
BIBLIOGRAFÍA: a) Texto: Sethe, Urkunden IV 315-355; De Buck, ERB, 48-53 (selección), b) Traducción: BAR, U, 102-122 (recogiendo la bibliografía más antigua). Sobre el país del Punt véase K. A. Kitchen, "Punt and how to get there", Orientalia XL (1971) 184-207, y LA, W, 1198-1201, s.u. "Punt".
COMENTARIO: El reinado de Hatshepsut (1490-1469 a.C.) es uno de los episodios más llamativos y problemáticos del Imperio Nuevo. Problemático entre otras cosas por las dudas y discusiones que ha suscitado la fijación de la sucesión dinástica.
Hija de Tutmosis I y esposa de Tutmosis II, Hatshepsut, tras la muerte de éste, asumirá el poder so pretexto de la corta edad del sucesor designado, el futuro Tutmosis III. No conformándose con la regencia, esta extraordinaria mujer asumió la dignidad faraónica (circunstancia ésta, por otra parte, no nueva en la historia de Egipto) y controló el poder más de veinte años, con el apoyo sin duda de una importante facción de la corte, de donde destaca el Gran Mayordomo Senmut. Desde el punto de vista de la política exterior, el reinado de Hatshepsut supuso un paréntesis en la creciente actividad imperialista de la XVIII Dinastía. La soberana prefirió invertir su esfuerzo, al parecer, en actividades edilicias o en campañas comerciales pacíficas, destacando la expedición al País del Punt. El recuerdo de este acontecimiento se perennizó en el célebre templo-mausoleo que Hatshepsut erigió en el anfiteatro rocoso natural de Deir El Bahari, cerca de Tebas. Allí, una sucesión de relieves acompañados de textos explicativos relata la intervención de un oráculo de Amón que ordena la expedición, los preparativos y la partida de una flota de cinco navios de carga, la llegada a la tierra del Punt, la acogida y negociaciones con los nativos (obviamente siempre representados como sumisos a la voluntad del faraón y del dios Amón), y finalmente el regreso feliz a Egipto. Aparte de la extraordinaria calidad artística de los relieves, se trata de la mejor y casi única relación que con cierto detalle se hace en las fuentes egipcias respecto al Punt. Tierra conocida ya desde el Imperio Antiguo, sabemos que se accedía a ella por mar; normalmente las expediciones salían del Valle del Nilo a la altura de Koptos, siguiendo el Wadi Hammamat, desembocando en la orilla del mar Rojo (puerto de Gasus), y continuando seguidamente por mar. Los productos del Punt eran marfil, monos, pieles de animales, perros, oro, resinas, maderas preciosas, mirra y sobre todo el incienso (árboles del incienso fueron plantados en las terrazas de Deir El Bahari al regreso de la expedición). A pesar de las dudas y discusiones acerca de su localización, lo más verosímil es situar el País del Punt en la costa oriental africana (y no en la península Arábiga, como en ocasiones se ha hecho), a la altura del sur sudanés y de Eritrea, penetrando quizás hasta la actual Etiopía.
56. Gran himno a Atón
El himno más notable, quizás, de la Literatura egipcia es el que, según algunos, redactó el faraón Amenofis IV (Akhenaíón) hacia el año 1365 a. C., con el que intentó expresar su propia actitud personal ante Atón, el Disco solar, a quien consideró fuente absoluta de vida.
" [Adorar] al gran Atón vivo1046 en sus fiestas jubilares, señor de cuanto el Disco abarca, señor del cielo, señor de la tierra, .señor de la Casa de Atón1047 en Akhetatón.1048
Tú haces fecundas a las mujeres
y creas la semilla en los hombres,
y haces vivir al hijo en las entrañas de su madre,
a quien apaciguas y se le calla el llanto,1063
porque tú eres nodriza, incluso en el seno,
dando el aliento que hace vivir a todas las criaturas.
Cuando [el niño] desciende de las entrañas a la tierra,
en el día de su nacimiento,
tú abres su boca y provees a sus necesidades.
Cuando el polluelo pía en el huevo contra su cascarón,
tú le das, dentro, el aliento para hacerle vivir; '
- ¡Oh único dios, que no tiene igual!
Tú creaste el mundo según tu deseo
—mientras estabas solo—
así como a los hombres, ganado y animales salvajes,
cuanto hay en la tierra, andando sobre sus patas,
y cuanto hay en lo alto, volando con sus alas,
los países extranjeros, Siria, Kush1065 y la tierra de Egipto.
Tú pones a cada hombre en su sitio,
V proveyendo a sus necesidades:
así todos obtienen su alimento y la duración de su vida está
[calculada.
Tú eres el Único,
elevándote en tus formas [diversas] de Disco viviente,
que aparece y brilla, que ilumina,
que se aleja y después [de nuevo] se acerca.
De ti hiciste millones de formas,
aunque permaneciendo en tu unidad:
Lciudades, pueblos, campos, caminos y ríos.1075
Tú estás en mi corazón
y no hay otro que te conozca,
sino tu hijo Neferkheperu Reuaenre,
porque hiciste que tuviera conciencia
de tus designios y de tu poder.
A todos los que corren sobre sus pies,
desde que tú fundaste la tierra
tú los hiciste crecer para su hijo,1076
salido de tu cuerpo,
el Rey del Alto y del Bajo Egipto, que vive de la Verdad,
el señor de los Dos Países, Neferkheperu Reuaenre,
el hijo de Re, que vive de la Verdad,
el señor de la corona, Akhenatón, de larga vida,
[Y para] la Gran esposa real, su bienamada,
la señora de los Dos Países, Nerferneferu-Atón Nefertiti.1077
¡Viva y florezca para siempre jamás!
56. Gran himno a Atón
1046 Esto es, al rey, a Amenofis IV, que se consideraba una hipóstasis del sol.
1047 Del Templo de Atón, lógicamente, divinidad que asumió los diversos
quehaceres y cualidades del dios solar.
1048 "Horizonte de Atón", nombre de la capital de Amenofis IV. Hoy Tell el-Amarna, a unos 320 km al norte de Tebas.
1063 El llanto del niño en el seno de su madre.
1065 Territorio comprendido entre la segunda y la cuarta cataratas; esto es, Nubia.
1073 Esto es, todo lo creado es parte o forma de Atón.
1076 Para Akhenatón.
67. (Tedio de un oficial en un destino fronterizo)
«Resido en Kenkentaui, y estoy sin personal. No hay nadie que haga ladrillos, y en el distrito no hay paja. ¿Dónde están los que me trajeron?... ¿No hay asnos? Han sido robados.
Paso el día escudriñando lo que hay en el cielo, como si estuviera cazando pájaros. Mi mirada atisba furtivamente el camino para ascender a Palestina. Paso la noche bajo árboles que no tienen fruto (alguno) que comer. ¿Dónde están sus dátiles? Ninguno hay; no producen. El mosquito está aquí, en el crepúsculo, y el mosquito-seweí (?), al mediodía... y chupa de cada vena.
Camino como alguien que está firme en sus huesos; atravieso la tierra a pie. Siempre que se abre una botella, está llena de cerveza de Kedi, y (entonces) la gente sale... la copa afuera.
Aquí hay doscientos perros grandes y trescientos lobos, en total quinientos, que cada día están atentos a la puerta de la casa cada vez que salgo, porque ellos huelen la bebida-seber cuando se ha abierto la jarra. Sin embargo, ¿no tengo yo el pequeño perro-lobo de Teherhu, el Escriba Real, aquí en la casa? Él me ha librado de ellos. En todo momento, cuando quiera que yo haga una salida, está conmigo, como guía, en el camino. Tan pronto como ladra, corro a deshacer el nudo (?).
BIBLIOGRAFÍA: a) Texto: A. H. Gardiner, Late Egyptian Miscellanies, Bruselas, 1937 (Pap. Bologna II; Pap. Anastasi IV, 12, 5 y Pap. Anastasi V,ll, 7 respectivamente), b) Traducción: Erman, Literature, págs. 199-200 (ne 66), 203-4 (ne 67) y 202-203 (ne 68)*; Lalouette, Textes Sacres et Textes Profanes, pág. 232 (ns68).
COMENTARIO: La enseñanza de los jóvenes escribas debía de ser dura; las prácticas se multiplicaban. Se copiaban los grandes textos clásicos de la literatura, los elogios o alabanzas al oficio de escriba, muy apropiados para el caso, pero también se utilizaban escritos oficiales, registros, notificaciones y cartas, documentos que iban sin duda a constituir el grueso de su trabajo cotidiano. Entre los modelos de cartas algunos eran ejemplares auténticos que por su composición y lenguaje debían de haber sido considerados por los maestros como dignos de imitación. A ellos pertenecen los tres textos que ofrecemos, datados todos del Imperio Nuevo avanzado. El primero es un rutinario informe de un escriba a su señor, que menciona a los faraones Ramsés II y Mineptah, su sucesor, en cuyo reinado debe datarse, y centrado en el cuidado de caballos y los problemas que causa la huida de tres campesinos dependientes. El segundo, una pequeña joya, es el retrato que un oficial hace de un destino alejado y carente de alicientes, que asemeja un destierro; las incomodidades del lugar, las curiosas compañías (animales y humanas) con las que se encuentra, la añoranza por una actividad más estimulante, quizás en Palestina, el marco de las grandes conquistas egipcias en el Imperio Nuevo, están pintadas con una viveza no exenta de ironía. Por último tenemos una carta de felicitación de un oficial a otro por un ascenso, datada en el reinado de Sethi II; nótese la importancia que siempre da el egipcio a seguir los pasos del padre, a continuar en su posición, en este caso dentro de la profesión militar que tanta importancia tiene en el Egipto del Imperio Nuevo.
30. Carta de Burnaburiash II de Babilonia a Amenofis IV
LAS CARTAS DE TELL EL AMARNA (XVIII Dinastía)
«Dicho a Nibhurreya, el rey de Eg[ipto], mi [hermano]: Así (habla) Burra-Buriyash, rey de Karad[un]iyash, tu hermano: Todo va bien para mí. Para ti, para tu casa, tus mujeres, tus hijos, tu país, tus gr[a]ndes, tus caballos, tus carros, ¡que vaya todo muy bien!
Desde el tiempo (en el que) mis ancestros y tus ancestros hicieron una declaración recíproca de amistad, ellos se enviar[on] buenos regalos como homenaje, y no rehusaron jamás una petición de cosa alguna valiosa. Mi hermano me ha enviado entonces dos minas de oro como regalo de homenaje. Si el oro es abundante, envíame tanto como tus antepasados. Pero si es escaso, envíame la mitad de lo que tus antepasados enviaban. ¿Por qué me enviaste dos minas de oro? Mi trabajo para el templo es en este momento considerable, y estoy muy ocupado en su ejecución. Envíame mucho oro. Y por tu parte, todo lo que tú quieras de mi país, escríbeme para que se te pueda enviar. En la época de Kurigalzu, mi antepasado, todos los cananeos le escribían aquí, diciendo: "V[e]n a las fronteras del país para que podamos rebelarnos y aliarnos [colntigo". Mi antepasado les envió esta respuesta: "No penséis en una alianza conmigo. Si os convertís en los enemigos del rey de Egipto, y si os aliáis con cualquier otro, ¿no he de ir yo a saquear vuestros hogares?, ¿cómo puede haber una alianza conmigo?". Por miramiento hacia tu antepasado, mi antepasado no les escuchó. Ahora, en lo que concierne a mis vasallos asirios, no soy yo quien te los ha enviado, ¿Por qué han ido ellos a tu país por iniciativa propia? SÍ me eres leal no negociarás asunto alguno. Envíamelos con las manos vacías. Te mando como regalo de homenaje 3 minas de lapislázuli auténtico y cinco tiros de caballos para cinco carros de madera.»
61. El Decreto de Horemheb
Sobre una gran estela, muy mutilada, descubierta en el templo de Karnak, el faraón Horemheb (1339-1304 a.C.) ordenó grabar un edicto, consistente en diez artículos, que iba contra los abusos cometidos por funcionarios civiles y militares. Este documento, cuya copia fue enviada a las principales capitales egipcias, denominado impropiamente Decreto, constituye un valiosísimo instrumento histórico para el conocimiento del Derecho egipcio y para el análisis de los últimos años de la XVIII dinastía.
Pero Su Majestad estaba en vela en todo momento, buscando lo que era útil para Egipto, escrutando [los] casos
Igualmente, los encargados del Almacén de Ofrendas1251 del faraón —¡Vida, Salud, Fuerza!— tienen la costumbre de dispersarse por las villas requisando la mano de obra para efectuar la cosecha
¡Debéis saber que esto es un abuso! ¡Que no se actúe más de esta forma!
En cuanto a cualquier servicio <...> En cuanto a cualquier encargado del Almacén
Los dos cuerpos del ejército
[pero] ellos se justifican declarando: "¡Nos han sido arrebatadas!"
¡Debéis saber que esto es una villanía! ¡Que no se actúe más de esta forma!
Cuando el intendente de las tropas del faraón —¡Vida, Salud, Fuerza!— vaya a efectuar la inspección del ganado en todo el país, será él quien recogerá las pieles de los [animales] muertos que provienen de <... Mi Majestad ha ordenado que el campesino sea dispensado a causa de> su buena voluntad.
Igualmente, todo miembro del ejército del que se sepa que efectúa todavía a partir de este día, la recogida de las pieles, la ley le será aplicada de la siguiente forma: será golpeado con cíen bastonazos, recibirá cinco heridas abiertas, y la piel de la que se haya apropiado por medio del robo le será confiscada.
Igualmente, los que recogen el forraje1264 para los uabut
—¡Vida, Salud, Fuerza!— aplicándose <[así] en despojar> a los particulares de los frutos de su trabajo.
¡Debéis saber que esto es una mala acción! <¡Que no se actúe más de esta forma!>
Es [únicamente] en los jardines y en los
Si nos enteramos que van [todavía] al jardín de cualquier miembro del ejército o de
Además, todo alcalde, todo profeta del que se sepa que se sienta para hacer justicia en la Corte establecida para juzgar y que saque provecho de quien viole la justicia, será acusado de un crimen capital, porque, precisamente, Mi Majestad ha hecho esto para hacer eficaces las leyes de Egipto y para no dejar que sobrevengan otros casos de <...>.
<...> para actuar de forma que toméis conocimiento de estos nuevos decretos,1292 es por lo que Mi Majestad los ha hecho redactar para dirigir a todo el país, después de que Mi Majestad se hubo acordado de esos casos de robo1293 que se practi- L:can a la vista y con el conocimiento de este país <...>.'
1236 Horemheb llamó a un escriba para transmitirle sus órdenes.
1237 El escriba.
1238 El rollo de papiro.
1239 El en original aun, esto es, "robo". Algunos autores generalizan el término y lo traducen por "opresión".
1251 Lugar donde se efectuaban actividades relacionadas con las ofrendas y los impuestos.
1252 Planta kety. En esta época sus flores además de ser utilizadas para extraer aceite, también sirvieron para confeccionar coronas de ceremonia ofrecidas a los dioses.
1252 Aquí quien incumpliese las órdenes sería "enviado" (no deportado o exiliado) a Tjaru, probablemente para incorporarlo a alguna guarnición defensiva del lugar.
1253 Un buen contingente de los animales era propiedad del faraón. Si el animal moría, debía entregarse su piel al intendente de las tropas. Sin embargo, los responsables del ejército abusaban de los campesinos y exigían de ellos animales para quedarse con sus píeles.
1255 Los animales propiedad del faraón estaban marcados con una señal específica.
1256 Periódicamente, los inspectores tenían que hacer el censo del ganado alquilado o prestado a los campesinos para sus faenas agrícolas.
vuelta".
1264 En el original semu. Debe entenderse como alimento destinado a los animales que se hallaban en los uahut del palacio y del templo.
1292 Aquí habla en plural, mientras que en el Preámbulo lo ha hecho en singular ("Decreto").
1293 De hecho, todas las cláusulas aluden a robo. Sin embargo, debería entenderse como casos de opresión y abuso por parte de los funcionarios, que es a quienes va dirigido el Decreto.
1294 El final del texto está perdido.
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