Índice
1.- La Paleografía. Concepto, método y objeto de la
Paleografía y su evolución en el tiempo. Terminología del análisis
paleográfico. El sistema braquigráfico y su evolución. Elementos no
alfabéticos: numerales y criptografía.
2.- Instrumentos y soportes de la escritura. Las tintas.
3.- El origen del alfabeto latino. La escritura romana y su
evolución. Las escrituras librarias. Las escrituras cursivas. La aparición de
la escritura minúscula.
4.- La ruptura de la unidad gráfica y el particularismo
gráfico altomedieval. La escritura latina en Francia, en Italia, en las islas
Británicas, en Centroeuropa. La escritura latina en la Península Ibérica: la
escritura visigótica.
5.- La vuelta a la unidad gráfica. La escritura carolina,
su origen y su expansión por Europa. La introducción de la escritura carolina
en la Península Ibérica.
6.- La aparición de la escritura gótica: su origen y
difusión. La escritura gótica en la Península Ibérica: la Corona de Castilla.
La escritura gótica en la Corona de Aragón y el Reino de Navarra.
7.- La edición de documentos y
manuscritos.
1.- La Paleografía. Concepto,
método y objeto de la Paleografía y su evolución en el tiempo. Terminología del
análisis paleográfico. El sistema braquigráfico y su evolución. Elementos no
alfabéticos: numerales y criptografía.
1.1.- La Paleografía. Concepto,
método y objeto de la Paleografía y su evolución en el tiempo
La paleografía se define como estudio de las ciencias
antiguas, término acuñado en 1904 en el titulo de Paleografía Graeca, de Bernard de Montfaucon. Esta obra no funda la
ciencia paleográfica pero si instaura los estudios paleográficos griegos. La
ciencia paleográfica surge unos años antes, en 1681, cuando don Jan Domijon
funda su tratado, siendo la paleografía uno de los elementos que deben tratarse
en los estudios de los documentos antiguos. La paleografía será, por tanto, la
ciencia que estudia la escritura y los signos gráficos en si mismos, sus formas, origen y evolución y
para su interpretación adecuada, es decir, lectura, datación y localización.
La paleografía tendría como objeto de estudio cualquier tipo
de alfabeto desde la antigüedad hasta ahora, si bien se divide en paleografía
latina, otra griega, hebrea, árabe etc. Por tanto, el objeto de la paleografía
en principio seria la lectura y transcripción correcta de los textos,
entendiendo por transcripción la transliteración de un texto escrito con unas
determinadas formas a las formas actuales y en segundo lugar la datación y
localización de las escrituras, especialmente las que carecen de estas
peculiaridades.
En consecuencia, la tercera es el análisis y evolución de
los signos gráficos en su conjunto y por regiones.
A partir de los años 80 del siglo XIX tuvo mucho auge la
llamada Escuela Italiana, que amplia esta visión y de la cual su máximo
exponente fue Armando Petrucci, quien definió la paleografía como aquella
ciencia que estudia la historia de la escritura, especialmente la escritura
manual en sus diferentes fases, las técnicas usadas para escribir en los
diversos periodos, el proceso de producción de los testimonios escritos en las
diversas épocas, y finalmente los propios productos de este proceso, ya sean
incluidos en libros, documentos, inscripciones u otra naturaleza, de carácter
publico o privado.
El objeto clásico de la paleografía son documentos escritos
sobre soporte blando, es decir, trazada con un diverso estilo sobre tablillas
enceradas, papel, papiro, pergamino etc.
En los años 20 y 30, gracias a la Escuela Francesa, se abolió
estas diferencias entre epigrafía y paleografía ya que los signos utilizados en
ambas disciplinas son los mismos, adecuados cada uno a un soporte distinto. No
obstante, las técnicas varían en función del objeto, el soporte y la época en
la que fue realizado.
Las características vienen determinadas por la finalidad que
se destina y el medio en el que se produce. Por tanto, existen tantas
paleografías como sistemas de escritura. La nuestra estudia la paleografía
latina desde sus orígenes, siglo VI AC, hasta la actualidad, si bien generalmente
se estudia solo hasta el siglo XVI-XVII, pues la evolución de la escritura se
congela a partir de la evolución de la imprenta.
3.-Objetivos de la
paleografía.
El paleógrafo se pregunta, a partir de las normas de
Petrucci, cuatro cuestiones que corresponden sustancialmente a los fines y
métodos de su investigación y que responden a cuatro estadios sucesivos de la
ciencia paleográfica y que responden también
a una finalidad, que requiere un método de trabajo.
La primera pregunta es qué cosa dice el texto y la respuesta
es una lectura del propio texto. Esta lectura paleográfica debe ser crítica o
interpretativa, que presupone una serie de conocimientos técnicos (extensión de
las abreviaturas etc.), genéricos (sistema grafico utilizado, usos de chancillería,
formulario utilizado, la lengua utilizada) y específicos y que da como
resultado una correcta transcripción según un método concreto previamente
establecido, es decir, unas normas comunes al usuario del texto. Esta primera
pregunta corresponde a un desarrollo de la paleografía anterior a la obra de
Jean Mabillon, pues esta necesidad ya surgió en la Edad Media.
La segunda cuestión es cuándo y dónde se ha escrito el
testimonio que nos ocupa, y la respuesta consiste en la datación y ubicación de
los testimonios gráficos con los que trabajamos, es decir, atribuir una fecha
más o menos aproximada y un origen geográfico más o menos exacto. Estas
preguntas tienen importancia fundamentalmente para el campo librarlo o
manuscritos no documentales, porque generalmente los documentos ya suelen
llevar una data tópica y crónica. La respuesta a estas preguntas es de gran
importancia para la crítica textual y la historia de la cultura. La ubicación
espacio-temporal es de gran importancia para conocer aspectos como la transmisión
de los textos en el espacio-tiempo.
Esta pregunta permite establecer pautas de tipo cultural, es
decir, introducir la ciencia paleográfica en el mundo de la cultura. Esta
pregunta corresponde al segundo eslabón del desarrollo de la ciencia paleográfica,
cuando se constituye como una ciencia propiamente dicha gracias a personajes
como Jean Mabillon.
La tercera pregunta es el cómo se ha producido el testimonio
escrito que tenemos delante. Para ello planeta Petrucci es que toda escritura,
independientemente de su texto, es un sistema de signos que una vez realizado
constituye un elemento figurativo valorable por si mismo, es decir, que existe
una estética de la escritura. La técnica de ejecución responde a una voluntad
de técnica determinada. El cómo responde a una técnica de ejecución dentro de
los varios tipos de escritura, cuyo estudio ha llegado a explicar cambios
fundamentales dentro del desarrollo de la escritura latina, entre las que
destaca la figura de Jean Mallon, quien analizó el paso del sistema clásico al
actual y puso de relieve como las formas de ejecución de la escritura explican
cambios tan sustanciales como la aparición de la letra minúscula, que
cristaliza a partir del siglo IV y que se debe a una ejecución que se da en el
ámbito de las escritura menos formales, como las privadas.
Este análisis también pone de relieve influencias reciprocas
entre diferentes escuelas escritorias por medio de la difusión de hábitos
gráficos diversos o nuevos elementos escritorios, como por ejemplo la difusión
de un determinado tipo de pluma paralela a la difusión de la escritura gótica.
Por ultimo nos sirve para el estudio de escrituras
personales de singular relieve, como la de Petrarca, padre de la escritura
humanística. Es estudio de esta técnica grafica y su valoración en conjunto,
permite, por otra parte, la confrontación entre los productos gráficos en si
mismos y otros productos contemporáneos, lo que nos habilita a detectar
testimonios del gusto estético en una determinada época y lugar. Será Robert
Marichal quien en una de sus obras reflexiona largo y tendido sobre este
aspecto en concreto, estableciendo analogías entre la escritura y estructura
del códice escolástico y la arquitectura gótica. Marichal basará sus estudios
en la obra de Erwin Panofsky Arquitectura
gótica y pensamiento escolástico.
Esta pregunta corresponde con un estadio de desarrollo de la
ciencia paleográfica protagonizado por el propio Marichal, Mallon y Leon
Gilissen. En esta tendencia lo fundamental es el análisis de acto grafico y
cómo esto se refleja en la forma de los signo y en el producto escrito en si.
La última pregunta que se plantea Petrucci es quién y por
qué. Quién sabía escribir y cuantos sabían escribir en una época determinada,
es decir, como estaba la alfabetización de extendida y con que fines se
utilizaba la escritura en cada época, es decir, que función tenia en cada
sociedad organizada. En esta última fase del desarrollo de la escuela
paleográfica se considera la difusión social de la escritura, entendía como
simple capacidad de escribir. En segundo lugar que papel asume en cada sociedad
organizada la escritura, que función desempeña y también que cada tipo de forma
tipográfica asumen en el ambiente cultural. Petrucci planeta la función social
de la escritura a todos los niveles, su función, los tipos, su difusión, quien
sabia escribir, quien podía acceder a ella…
Así pues, tenemos cuatro niveles de cuestiones planteadas
que corresponden a cuatro estadios de desarrollo de la ciencia paleográfica.
El sistema braquigráfico y su
evolución.
La braquigrafía deriva de términos griegos que significa
abreviatura de las palabras. Tiene como finalidad facilitar la escritura y la
lectura. Las abreviaturas se definen como términos o palabras de las que se han
suprimido un o más letras, sustituidas por un signo indicativo. Por tanto, para
interpretarlas es necesario considerar no solo las letras que vemos sino
también el signo que se ha utilizado para indicar esta supresión. En general se
suele suprimir más bien las vocales.
El origen de las abreviaturas es confuso. Por un lado se da
una explicación a la hora de ahorrar material y esfuerzo, si bien esta
explicación no se sostiene del todo porque algunos signos abreviativos cuestan
casi tanto de trazar como la palabra completa y porque los códices con menos
abreviaturas utilizan materiales de mayor calidad.
Otra explicación que puede ser digna de ser tenida en cuenta
y es que posiblemente se crearan con la finalidad de facilitar la lectura,
partiendo del supuesto que el ojo humano no se detiene a descifrar letra por
letra, sino el conjunto de la palabra. Así pues, la percibir el conjunto de la
palabra abreviada se capta el concepto de la misma manera que si viera la
palabra completamente desarrollada. En consecuencia todo deriva de la
confluencia entre el ahorro del esfuerzo y el facilitar la lectura, así como
con la terminología del texto que aparece en el manuscrito en cuestión.
Ya desde antes de la era cristiana los romanos ya abreviaban
mediante siglas, tanto para nombres de personas, días del calendario y muchas
formas en las inscripciones, documentos y otras formas oficiales como las
datas. Esto era usual en el dominio epigráfico y jurídico.
Valerio Probo, en el siglo I d.C., realizó un compendio de
las abreviaturas romanas y que ha llegado hasta nuestra época de forma
fragmentaria. Con posterioridad se crearon nuevas abreviaturas que afectaba a
determinados elementos gramaticales como –que, -um o –bus. El uso de estas
abreviaturas lo encontramos en los manuscritos de la baja antigüedad copiados
en los siglos IV y V y pueden presentar formas diversas en su suspensión o
contracción. Estas abreviaturas nos han llegado a través de listas compiladas
en el siglo VIII y siguientes. Se utilizaban sobre todo el manuscritos jurídicos
y por ellos reciben el nombre de notae iuris
y literae singulare, las que daban lugar a dudas, por lo que en el 438 se
prohibió su uso.
Las notae juris
decayeron en su uso en Europa occidental y los códices de los siglos VII y VIII
casi no aparecen, pero se mantuvieron en las Islas Británicas por las
peculiaridades de la implantación de la cultura latina en Irlanda en
Inglaterra, desde donde retornaron al continente tiempo después. Además los
monjes irlandeses trajeron nuevas abreviaturas sobre los antiguos modelos de la
baja antigüedad.
Estas notae juris
no constituyen en si un sistema particular, sino que son un compendio de
abreviaturas jurídicas, pero no siempre aparecen en documentos jurídicos por lo
que Bernae Bischop las llamó notae
antiquae.
Otro sistema es el de los llamados nomina sacra que fueron estudiados por Ludwick Traubek que los
utilizó como un indicador cultural y un elemento de datación de los documentos
en lo que se constituyó como el primer intento de los documentos desde un punto
de vista cultural. Estos nomina sacra
son un conjunto de abreviaturas relativas en principio a cosas sagradas o
funciones canónicas y eclesiásticas, que aparecen en manuscritos cristianos
entre los siglos IV al VI. Este hombre señaló que estas abreviaturas se formaron
sobre el modelo de las abreviaturas griegas similares en manuscritos sacros y
que se formaron en el ambiente judeocristiano de Alejandría y que reflejarían
el temor reverenciar de los judíos a dios, lo que habría dado lugar a estas
abreviaturas para evitar poner el nombre de dios de forma extensiva.
En los nomima sacra
eran aparecían abreviaturas por contracción en la que los casos oblicuos se
indicaban cambiando la ultima letra. En principio, nombrarían cosas sagradas, de manera que las
más antiguas serian iesus, christus,
spiritus y deus. En el siglo V habrían aparecido las abreviaturas de Dominus y sanctus. A partir de este
siglo, este repertorio se habría ampliado a otras abreviaturas que ya
evidenciaban funciones eclesiásticas de los manuscritos canónigos. Así,
aparecerían las palabras clericus,
diaconus y presbiter. En el siglo VI
aparecerá noster, episcopus y reverendus.
Por otra parte la función sacra se habría perdido en este momento, por lo que a
partir del siglo V aparecerían en códices profanos como obras de Virgilio y
similares.
Sobre el modelo de estas abreviaturas, los monjes irlandeses
habrían desarrollado también un sistema de abreviaturas en su forma de
contracción, que es más fácil que la suspensión.
Durante la Alta Edad
Media se rompió la unidad gráfica de occidente. Estas diversas tradiciones
graficas constituyeron a su vez diversas tradiciones sobre el empleo de
abreviaturas, sobre todo en aquellas escrituras que se denominan pre-carolinas,
fundamentalmente la escritura merovingia, la visigótica, la insular y la
beneventana. Cada uno de estos grupos de escritura tienen unas formas de
abreviaturas que le son características y tiene asimismo una ortografía
característica, pues el progresivo desconocimiento del latín en sus diversas formas
va dando aparición de las lenguas protorromanas, con características diferentes
en cada zona. Uno y otro indicio pueden constituir fácilmente señales de
difusión cultural.
La reforma carolina, unificó las escritura también en este
campo, de manera que en los diversos lugares en los que se utiliza esta
escritura, entre los siglos VIII y XI unificó gráficamente Europa, excepto la
zona del sur de Italia, se utiliza también un sistema de abreviaturas
homogéneo. Hacia el año 800 aparece abreviatura de –rum y la de –ur, asi como
la de –er. El numero de abreviaturas varia según la calidad del mismo. Mientras
que en los textos escolares el numero de abreviaturas es crecido, en los
manuscritos de lujo apenas se hallan en los nomina sacra.
El rápido desarrollo de las nuevas disciplinas científicas a
partir del siglo XIII produjo un cambio en el modo de transmitir y transcribir
los textos, y con ello dio lugar a la crearon de nuevas abreviaturas en los que
se tiene en cuenta la aplicación e las
normas sobre las leyes de la escritura latina, separando por un lado la raíz y
por otro la desinencia.
También aparece el uso de las sílabas finales de forma
sobrepuesta. Esto dio lugar a una proliferación de las abreviaturas, de forma
que a finales de la edad media vuelven a surgir listas de las abreviaturas
existentes en aquel momento, así como las abreviaturas propias de los
manuscritos de farmacia, teología, derecho etc., y de este modo podemos
distinguir tres periodos en el uso de las abreviaturas.
Desde el inicio de la edad media hasta el siglo IX, con las
abreviaturas clásicas de la baja antigüedad, que sostienen básicamente en
abreviaturas por contracción, en las que se conservan sobre todo las letras
consonantes, abreviaturas en forma de sigla doble y abreviaturas por suspensión
indicadas mediante alienas horizontales superpuestas.
Entre los siglos X y XII las abreviaturas se hacen menos
frecuentes y se multiplican los signos especiales, al tiempo que en las
abreviaturas por contracción aparecen vocales junto a las consonantes.
Del siglo XIII al XV nos encontramos con el periodo más rico
en formas y sistemas abreviativos, debido a la mayor proliferación de los
manuscritos y la aparición de la letra cursiva. Predominan las formas por
contracción silábica y con el final de la palabra en forma sobrepuesta.
Por otra parte, se pueden distinguir en abundancia dos
periodos: un primer periodo hasta mediados del siglo XI en el que aparece un
numero reducido de formas abreviativas bastante constante y hasta 1500 otra
época de gran riqueza y variedad de formas. La difusión de la imprenta, sobre
todo a partir del periodo post-incunable dio lugar a la desaparición de las
abreviaturas en el libro impreso y de la misma manera que el modelo impreso
hizo que la evolución de la escritura latina se congelase, dio lugar también a
que las abreviaturas se redujeran enormemente en cuanto a formas y cantidad en
los manuscritos del siglo XVI en adelante. Por otra parte, el sistema
abreviativo se inventa para el latín de manera que para las otras lenguas,
románicas o no, el sistema lo que hace es adaptarse, sin que se cree un sistema
nuevo, de manera que no hay signos especiales o específicos para estas lenguas,
utilizándose sobre todo abreviaturas de omisión nasal, de E y R y de –ur, y
también adaptaciones a partir de los
nomina sacra.
Para indicar las declinaciones, en estas abreviaturas lo que
se hacia era cambiar la ultima letra, de manera que si DS es Deus, DI será Dei.
2.- Instrumentos y soportes de
la escritura. Las tintas.
2.1.-Tintas por carbono.
Entre las tintas, debemos distinguir entre las negras y las
de colores, siendo la primera la más utilizada. Su uso data ya desde la
antigüedad y procede de diversos lugares, donde ya en textos canónicos hebreos
se constata el uso de tintas hechas con negro de humo y aceite. Este mismo
proceso se daba también en Roma, algo que sabemos gracias a los textos de
Plinio el Viejo, quien afirmaba que para obtener negro de humo se debía
construir un pequeño horno con dos cámaras, una inferior y otra inferior con
cubierta abovedada con estuco o mármol. Además, la superior tenía dos ventanas
cerradas con puerta de hierro, comunicada con la de abajo a través de unos
agujeros. Cuando se realizaba la combustión en la cámara superior el negro de
humo ascendía por dichos agujeros hasta posarse en la cámara superior, a la
cual se le abrían las ventanas adjuntas para dejarlo enfriar. También con la
tinta de sepia se podía escribir, si bien esta técnica no era utilizada de
forma sistemática.
Así, las tintas que se conocen de la antigüedad serán tinta
al carbono, pues tanto el negro de humo como los carbones picados son de
procedencia del carbono. Parece ser que entre los romanos, la presencia de
estas tintas se realizada a través de la mezcla de este negro de humo con goma
arábiga y diluida con agua, de la cual
se obtenían pastillas de tinta. Son tintas químicamente inertes, lo que hace es
posarse sobre el soporte pero sin penetrar.
La tinta china es también al carbono, si bien se realizada a
partir de carbones picados de abeto y otros árboles, a la que se le añaden una
serie de productos que pueden llegar hasta 300 componentes. Estas tintas al
carbono se pueden borrar por lavado y
por rascado.
2.2.-Tintas metaloácidas.
Las tintas metaloácidas son tintas que tienen cuatro
componentes como son n acido de origen vegetal, una sal metalica, un espesante
y un vehiculo líquido. El acido vegetal suele ser acido gálico o acido tánico.
Éstos se obtienen por decocción o por maceración a partir de las nueces de
agalla y cortezas de árboles o arbustos
respectivamente, tras lo cual se picaban y se ponían a remojo o a cocer, para
posteriormente dejarlas secar al sol.
Una vez realizado este proceso de colaba y se mezclaba con
al sal metálica, que solía ser sulfato de hierro o cobre. El paso siguiente
sería la aplicación del espesante, para así dar lugar a una sustancia negra
llamado tanato de hierro. El vehiculo liquido podrá ser agua, cerveza o vino
blanco. La forma normal de borrado será el rascado a través del cortaplumas.
En la Alta Edad
Media todas las fórmulas son de tintas metaloácidas. La primera fórmula de
tinta que encontramos en occidente es la del monje Teófilo en el siglo XII en
su obra Diversis Altibus. En este
tratado se habla sobre lo que es la artesanía de las tintas. En ese importante
tratado se habla de la fabricación de tintas de forma práctica, como si fuese
un manual. Incluso en este momento estas formas de tinta se han considerado al
carbono, si bien los últimos estudios determinaros que se trataba ya de una forma
de elaboración de tinta metaloácida incompleta a partir de tanato de cobre. Se
trata de una fórmula en la que el elemento vegetal se obtiene a partir de la
cocción de cortezas de espino blanco primaverales a las que se les añade un
elemento nuevo como es el cobre. El objeto final de esta fabricación son unos
carbonos diluidos en agua de lluvia, si bien está incompleta porque le faltaría
el espesante como la goma arábiga.
Hay que decir que las fórmulas de fabricación ya se conocían
en la antigüedad de manera indirecta, pues ya se utilizaban este tipo de
materiales para tintar los cueros. Además, hay un texto polémico de un obispo
de Alejandría que habla de los oráculos de los templos egipcios, donde los
devotos escribían sus peticiones y las metían al dios en la boca, a partir de
un sistema de tintas muy utilizado en la época.
Ya en el siglo XIX se perfeccionaron los procesos químicos,
y es por esto por lo que se descubrió la presencia de añadidos en las tintas
que hacen que los resultantes de los procesos formativos varíen en unos casos y
en otros. El problema de las tintas metaloácidas es que el elemento metálico
suele ser un sulfato, de manera que la reacción entre la sal metálica y el
acido vegetal deja libres iones de azufre, que en relación con el agua forman
el acido sulfúrico que a la larga quema el papel. Lo que sucede es que en la
Edad Media y Moderna, los profesionales de
la escritura realizaban sus propias tintas debido a que por el precio que
costaba comprar un litro de tinta, se podían comprar componentes como para
hacer cinco litros. Por ello en muchos tratados de caligrafía y enseñanza
aparecen tantas referencias de fabricación de fórmulas tintóreas. Como
contrapartida, la fabricación casera repercutía en el color más o menos intenso
de la tinta así como del grado de acidez de la misma.
2.3.-Tintas de colores.
Las demás tintas que conocemos, destaca la de color rojo.
Ésta se podía obtener a partir de diversas formas, como la maceración en
vinagre del palo brasil, un tintóreo que se importaba ya desde el siglo XV a
Valencia y que daba un olor de brasa. También se podía utilizar el cinabrio,
elemento utilizado ya por los antiguos romanos. En cuanto al azul, éste se
podía obtener o del paste o del lapislázuli. El blanco se hacia a partir de
carbonato de plomo y el verde con oxido de cobre. Estos colores generalmente se
aplicaban a partir de un aglutinante como la yema de huevo o la miel. Para el
color oro se usaba el polvo de oro o el pan de oro. Las tintas rojas y azules
se utilizaban para hacer énfasis en partes muy puntuales de los textos.
La tinta, para utilizarla, era necesario calentarla y por
eso los únicos monjes que podían acercarse a la cocina eran los escribas,
provistos de una estufilla portátil con la que calentaban la tinta. Por ultimo,
el escriba, aparte de tintas y soportes poseían una serie de útiles como
plumas, compás de punta, la regla, el cortaplumas o scaltrum, la piedra pómez, la tiza y la esponja.
3.- El origen del alfabeto
latino. La escritura romana y su evolución. Las escrituras librarias. Las
escrituras cursivas. La aparición de la escritura minúscula
3.1.- El origen del alfabeto
latino
En la Roma de transición de la monarquía a la república (s.
VI a.C.) dos influencias culturales: la etrusca y la griega. Se han encontrado
inscripciones etruscas en la zona más antigua de Roma (s. VII a.C.). Sería uno
de estos dos orígenes los que tendría la escritura latina, aunque se discute el
origen griego de la escritura etrusca, la cual se piensa que durante la primera
mitad del s.VII se adaptó a la lengua latina, por:
· Antes
del s. VIII la lengua etrusca no parece muy conformada.
· La
inscripción latina más antigua 670 – 650 a.C.
Los ejemplos son varios.
1.
La Fibula de Praeneste. Datada a
finales del s. VIII, contiene el nombre de quien la hizo. Actualmente se piensa
que es una falsificación realizada en la segunda mitad del s. XIX, porque
apareció en el mundo anticuario y la compró un individuo que trabajaba en la
Misión Arqueológica Germana en Roma, según algunas versiones fabricada ex professo siguiendo las indicaciones
del experto.
2.
El Lapis Niger fue descubierto en el foro de Roma en
1899, en el lugar donde la tradición situaba la sepultura de Rómulo. Se trata
de una especie de prisma que contiene una lauda o inscripción sepulcral que
recuerda a un rey, por lo que ha sido muy interpretada. Interpretada como un “rex” llevaría a la monarquía
prerrepublicana, sin embargo “rex
sacrorum”[1]
sería muy posterior, ya de época republicana. Lamentablemente se trata de una
especie de monolito que está mutilado en la parte superior, y al desarrollarse
verticalmente todas las frases están truncadas. La escritura estaría en
boustrofedon[2].
Se data en el s. VI.
1.
La
Lamina
de Lavinio tiene una dedicación a Casto y a Pollux de derecha a
izquierda. Es de la misma época que el Lapis
Niger.
2.
Los
Vasos
de Duenos son tres jarritas unidas con una inscripción perimetral que
se datan en el s. V a.C.
Por otra parte, en la Roma arcaica habría dos grupos
utilizadores de la escritura:
-
La
clase elitista, que la utilizaban para textos propagandísticos, celebraciones,
etc.
-
La
clase sacerdotal, especialmente para funciones públicas y religiosas.
Por tanto tenemos un uso relativamente
variado de la escritura pero con una función social muy restringida, y con una
finalidad relativamente reducida: oficial, sacral y celebrativa. Por otra
parte, con una difusión tan corta el uso de la escritura era más bien
ocasional, por lo que no hay que extrañar por lo que las formas de la escritura
se caractericen por una escritura capital: aspecto epigráfico, ritmo sentado,
no enlazamientos, etc. También se favorecería esto porque la mayoría de
soportes eran materiales duros, acentuando la tendencia hacia el epigrafismo,
aunque también conocemos textos sobre materiales blandos (tela, madera, piel, tabulae albatae, etc). Estos textos se
destinaban al público y revestían oficialidad, por lo que se hicieron de forma
monumental. Sobre esta tradición, las tendencias cursivas no actuaron en forma
significativa durante mucho tiempo.
3.2.- La escritura romana y su
evolución
Esta escritura adquiere desde el principio un aspecto
rígido, un ductus sentado muy epigráfico en todas sus manifestaciones, dando
lugar a un modelo de escritura sobre la cual las tendencias cursivas de la
escritura actual no tuvieron durante mucho tiempo influencia ninguna.
Las características más notables son:
·
A con travesaño oblicuo
·
E y F con los trazos oblicuos
·
H cerrada como dos cuadrados montados
·
K con trazos menores cortos y casi horizontales
·
M y N con trazos cortos y con cinco y tres
trazos respectivamente
·
P abierta y rara
·
S triangular
·
X con forma de cruz griega
·
V con forma de Y
La “G” la introdujo un gramático latino en el s. III a.C.
para un nuevo sonido que no existía en el alfabeto etrusco, y que añadió a la C
un trazo. Hacia finales de la República se introdujeron la Y y Z por influencia
griega.
3.3.- Las escrituras librarias
Hacia el s. III a.C. la escritura romana entra en un proceso
de normalización, que se hace con una geometrización de formas y una
eliminación de elementos cursivos. Este proceso de normalización grafica
aparece ya conseguido en la 1ª mitad del s. II a.C. y se considera como hito en
este aspecto la inscripción que Lucio Emilio Paulo dedicó en el templo de Apolo
en Delfos. En el s. I se llega ya a un canon gráfico, la Escritura Capital Clásica
que va a encontrar sus mejores ejemplos en época augustea y primera época
imperial, dando origen a nuestras mayúsculas:
Ø
Geometrización
de las formas según ángulos rectos y secciones de elipse muy próximas a los
semicírculos. Esto quiere decir a que todos los ángulos sean rectos o de 45º, y
que las curvas se tracen con forma de óvalo, cercano al semicírculo.
Ø
Absoluta
uniformidad y proporcionalidad de forma y diseño de cada letra.
Ø
Perfecto
encuadramiento en un sistema bilineal de escritura mayúscula.
Ø
Claroscuro
de los trazos que facilita la lectura obtenido mediante la ejecución de
incisiones de sección angular. “V”
Ø
Ligera
prolongación en forma de espátula a continuación de los trazos verticales,
oblicuos y horizontales (serifas). Esta ligera prolongación en forma de
espátula tiene una doble finalidad: subrayar la línea de escritura y dar una
terminación uniforme.
En conjunto se obtiene una escritura perfectamente legible y
una impresión de armonía y elegancia de formas. Por otra parte, en los textos
epigráficos menos solemnes y en los de carácter privado se utiliza desde el s.
I una letra capital distinta, la “Capital
Libraria” o “Capital Rústica”.
Esta capital tiene un módulo más estrecho y alargado, escribiéndose en un
rectángulo alto, además de que los trazos horizontales son gruesos y los
verticales y oblicuos finos. Posiblemente se deba a que se pintaba con pincel.
De la Escritura Capital Elegante existen pocos ejemplos,
todos los cuales han llegado en textos de Virgilio en códices de pergamino. El
más importante en el Virgilio Augusteo, del que quedan 7 folios. Rígida en
diseño, ancha en sus letras, gran espesor de los trazos gruesos y geometrizada,
con tendencia a los ángulos rectos y a los arcos elípticos cercanos al
semicírculo. Su uso sería en códices de lujo, únicamente, y vinculado a la
tardía revivencia de la cultura del alto imperio durante el bajo periodo del
mismo por la aristocracia de la Urbs.
3.4.- Las escrituras cursivas
La
capital cursiva
Ya con el período más antiguo de Roma se conoce un uso de la
escritura a nivel privado sobre materia dura e instrumento punzante y con un
uso más restringido. Entre los s. V y III se produce un uso mayor de la
escritura. Las principales características de la cursiva romana serían:
·
Ejecución
sobre materia dura con elemento punzante.
·
Fuerte
tendencia a la verticalidad.
·
Letras
características:
·
A
con travesaño oblicuo
·
E
como dos líneas paralelas verticales.
·
F
como dos líneas paralelas, siendo la segunda más corta que la primera.
·
abierta
por la parte inferior
·
R
abierta verticalmente
La progresiva difusión de la escritura durante el período
republicano acentuó la cursividad. A principios del s. I a.C. aparecen dos
letras característica de la cursiva: la “b” con panza a la izquierda y la “d”
preminúscula, que se deben a la rapidez del ductus. Esta simplificación de las
formas basada en unir trazos mediante formas curvas se vio a la vez favorecida
por el uso de las tablillas enceradas, así como el papiro y el cálamo, difusión
paralela al uso de la escritura y de la educación escolar.
Entre los s. I a.C. y I d. C. la capital romana en su uso
cursivo adquirió un aspecto tipificado con las siguientes características:
o
Tendencia
a la tetralinealidad.
o
Ausencia
de ligaduras (al menos en el s. I d.C.)
o
Inclinación
hacia la derecha.
Esta escritura la encontramos en las tablillas de cera
pompeyanas. En el s. II encontramos ligaduras y vemos la inclinación hacia la
izquierda. Encontramos estos ejemplos en las tablillas dacias. Uno de los principales
puntos de referencia lo encontramos en Virgilio, texto de enseñanza en la
educación romana. La capital cursiva fue ampliamente utilizada sobre papiro,
con diferencias sobre el tratado hecho sobre tablillas. Esto provoca unas
características distintas: trazado prolongado hacia la derecha, las formas
redondeadas, tendencia a las ligaduras, etc. Esta escritura capital cursiva se
difunde cada vez más en los s. II y III hasta constituir la escritura oficial a
todos los niveles de la administración romana, tanto civil como militar.
Tenemos como ejemplo papiros de Egipto y de Dura Eropos. Las letras más
características son:
o
A
sin barrita en medio
o
E
sin barrita en medio
o
M
con primer trazo prolongado
o
Letras
raras…
La
capital libraria
En época arcaica encontramos libros sobre piel, tejido o
papiro, pero en el período republicano, por el aumento de la influencia
cultural griega, debió extenderse más el uso del papiro como soporte librario y
aumentar la proporción de libros en papiro, presentando forma de rollo. Tenía
una vara para enrollarlo y desenrollarlo llamado umbilicus, y una etiqueta colgante señalaba su autor y título. Se
podían guardar en cajas redondas capsae.
En el s. I esta producción de libros estaba supeditada en
talleres artesanos donde se lanzaban libros destinados al mercado. Solía ser
mediante un dictado, para un número de copias mayor, los stationarii. De estos talleres existen testimonios en las obras de
Marcial, Horacio o Quintiliano, por ejemplo. Además, en el período imperial se
fundaron en Roma las mayores bibliotecas del mundo, una de las más grandes la
Biblioteca Ulpia fundada por Trajano. Las bibliotecas se organizaban por épocas
y materias.
En su forma se parece mucho a la capital romana. Tenemos una
escritura sentada y con las letras claramente separadas entre sí. No separa las
palabras (escritura continua), de ritmo vertical, absoluta uniformidad de
módulo, bilinearidad y ausencia absoluta de elementos cursivos. Existe
contraste entre trazos finos verticales y gruesos horizontales y oblícuos, y se
añaden al final de las astas trazos de coronamiento. Se pueden distinguir en el
desarrollo dos periodos: entre los s. I-III d.C. y entre los s. IV-VI. En el
primer período estamos hablando de una producción de libros destinados a la
circulación, sin embargo, a pesar de ser
una época floreciente, se han conservado muy pocos testimonios y fragmentarios.
Se caracteriza por un módulo ancho y con una (…). A partir
del s. III el diseño de las letras aparece artificioso y con formas
ornamentales. En los s. IV-VI la Capital comienza a recibir influencias de la
uncial y la semiuncial, y además se difunde otro tipo de libro: el códice. Este
se hará preferentemente en forma de pergamino, porque resiste más para coserlo.
Aparecen los ejemplares de lujo junto a los normales, y ejemplares de uso
normal de factura descuidada. Se dispone de un número relativamente abundante.
La división se basa más bien en términos codicológicos que paleográficos, pues
no hay una división clara con criterios morfológicos en la capital libraria. Se
puede observar una mayor rigidez, mayor artificiosidad, pero no hay diferencia
sustancial de formas. Sin embargo, las características hacen pensar que la
escritura capital libraria de este segundo período responde más a la imitación de
modelos antiguos del Alto Imperio que no a la evolución natural de una
escritura en uso, tratándose de una época de plena crisis imperial.
También tenemos ejemplos en el uso librario de la capital
epigráfica o Capital Elegante. Existen ejemplos que suelen ser de obras muy
importantes (Virgilio, etc.), siendo su mayor obra el Virgilio augusteo donde
encontramos uno de los pocos ejemplos de ilustración libraria romana.
Escritura rígida de módulo ancho donde algunas letras como
(a, o, m) se pueden inscribir en un cuadrado, de ahí la denominación de Capital
Cuadrada. Preponderancia de ángulos rectos y formas de elipse próximas al
semicírculo. Se tiende a pensar que los ejemplos conservados son datables entre
los s. V y VI cuya escritura se aproxima a la de las lápidas romanas y que
correspondería a unas cualidades epigráficas tardías, relacionables por un
intento de restauración del poder imperial de la clase senatorial, y que
corresponderían a encargos de bibliófilos emparejables a los códices purpúreos
de esta época que son de materia bíblica: Génesis de Viena, Génesis de Roma,…
3.5.- La aparición de la
escritura minúscula
Minuscula
cursiva
Entre los s. II y III se produce una profunda
transformación. Tando en la escritura libraria como la usual, comienza a verse
una escritura que presenta unas diferencias profundas con la capital, que
tiende a la tetralinealización. El primero que hizo notar esta transición y le
atribuyó unas causas fue Jean Mallón en su Paleographie
Romaine. Es característico un fragmento del Epítome de Tito Livio. Se produce una mutación en la morfología del
titulus, sobre todo en la presentación de los trazos gruesos. Esto es visible
especialmente en la letra «b», que ya tiene una forma moderna. Este cambio se
habría realizado, según la escuela italiana, en los ambientes de la escritura
usual ajenos a la escritura libraria formal, y habría ascendido al ámbito
librario solamente como consecuencia de los cambios que se dan a partir del s.
III en que determinadas tendencias culturales suben al plano del arte oficial.
Esta producción debió extenderse entre los s. III y V en los libros en forma de
rollo y de códice, y han quedado ejemplos en libros de tipo usual y
escolástico. A finales del s. III la capital cursiva es sustituida por la llamada
Cursiva Nueva o Minúscula Cursiva, que a finales de s. III está ya afirmada en
el ámbito administrativo.
Los s. IV y V se cambia, de manera que en el s. V la cursiva
romana es la única en todo el mundo romano, excepto en la Cancillería Imperial.
Esta escritura es una escritura sin claroscuro, pues se trazaba con un cálamo
de punta dura, y debido a la posibilidad del ductus presenta frecuentes
ligaduras, que dan lugar a mutaciones morfológicas en muchas letras debido a
que se producen uniones de trazos en muchas letras así como separaciones de
trazos de una letra. Así mismo, hay
módulos que pueden aparecer tanto arriba de la línea de escritura como debajo.
Letras más características:
ü
“a”
uncial de un solo trazo o abierta arriba.
ü
“b”
con la panza a la derecha o a la izquierda.
ü
“e”
en dos trazos, en ocasiones con el ojo superior cerrado.
ü
“n”
casi forma actual
ü
“r”
(R cursivizada) y “s” (con forma de
gamma o de r)
ü
“u”
de un solo trazo
En el s. V la cursiva nueva se hace más alta y estrecha y se
inclina hacia la derecha. Este tipo de escritura continuó utilizándose durante
la Alta Edad Media hasta el s. VII, un período que se hace más rígido e
irregular, y se irregulariza también el uso de ligaduras. Esta escritura se va
a utilizar en las cancillerías, aunque la cancillería de Roma Occidente seguirá
utilizando la Litterae Coelestes, así
como las cancillerías provinciales utilizará una cursiva nueva alargada, con
muchos trazos de adorno y cursividad de modulo.
4.- La ruptura de la unidad gráfica y el particularismo gráfico altomedieval. La escritura latina en Francia, en Italia, en las islas Británicas, en Centroeuropa. La escritura latina en la Península Ibérica: la escritura visigótica.
4.- La ruptura de la unidad gráfica y el particularismo gráfico altomedieval. La escritura latina en Francia, en Italia, en las islas Británicas, en Centroeuropa. La escritura latina en la Península Ibérica: la escritura visigótica.
4.1.- La ruptura de la unidad gráfica y el particularismo
gráfico altomedieval.
La tradición romana había sido bastante unitaria, de forma
que todos los tipos de escritura se habían difundido a lo largo y ancho del
imperio. Además, estos tipos de escritura eran comprendido por las personas
alfabetizadas, formando todas partes de una única tradición gráfica y único
sistema escolar. Esto se ve finalmente destruido entre los s. VII y VIII por:
-
El
desmoronamiento del sistema de enseñanza superior romano, dando lugar a menos
personas alfabetizadas.
-
La
desaparición del sistema de producción del libro antiguo. A partir del s. VI
las oficinas laicas son sustituidas por oficinas eclesiásticas, que dependen de
las catedrales y los monasterios y que carecen de una implicación mercantil.
Extensión del códice en pergamino. Se mantiene la uncial y semiuncial para la
copia de libros durante mucho tiempo.
-
La
sustitución del imperio desde un punto de vista político y administrativo por
los reinos bárbaros que se van a instalar en las diversas zonas, dando lugar al
aislamiento de dichas zonas así como de las diversas tradiciones culturales.
-
A
esto se debe añadir un factor típico de la cultura altomedieval que es la
tendencia a separar rígidamente entre sí las diversas manifestaciones de una
misma cultura. Petrucci lo manifiesta en el hecho de que, mientras determinadas
personas conocían la escritura para copiar libros, los notarios no sabían
utilizar más de un tipo de escritura, de manera que ellos sabían únicamente
leer sus documentos.
-
Todo esto favorecería el proceso de desintegración y
fragmentación, llamado por Chencheti “particularismo gráfico altomedieval”. Se
refiere a la diversificación escrituraria en uso en las distintas partes de
Europa, así como por las diversas escalas de alfabetización y objeto que se
persigue. Por tanto hay que entenderlo tanto geográfica como socialmente.
Respecto de la producción documental adquiere modificaciones
particulares. En la producción libraría hay tendencias diferentes y en algunos
casos opuestas, pues se utilizan antiguas como la uncial o semiuncial como escrituras
de nuevo tipo, modificaciones de cursiva nueva, que en raros casos alcanzan una
canonización. Estas escrituras se difunden en un ámbito geográfico amplio,
constituyéndose como “escrituras nacionales”. Son la visigótica, merovíngica,
insular y beneventana.
4.2.- La escritura latina en
Francia, en Italia, en las islas Británicas, en Centroeuropa.
Escritura
merovingia
Las Galias era la región más romanizada del imperio. Entre
los s. V y VI alcanza un esplendor cultural importante. Los francos fueron los
que más directamente asumieron e hicieron propia la administración del Imperio
Romano. Tomaron no solamente la praxis administrativa sino también la
escritura, adoptando como propia durante los s. VII y VIII una escritura
cursiva muy artificiosa con el nombre de Escritura Merovíngica.
La escritura merovíngica es una escritura estrecha y alta,
con las letras pegadas unas a otras y muy alargadas. Los ojos de las letras son
oblongos (elipse estrecha), las astas con frecuencia son onduladas, y presenta
ligaduras irregulares e incluso impropias. A veces presenta ligaduras entre
letras que no son continuas. Las formas de los signos abreviativos también
adoptan un carácter ornamental. Esta escritura tiene como formas
características las siguientes:
o
a
(dos trazos curvos verticales)
o
b
(especie de hilo con círculo abajo)
o
e
o
o
con cuernecillos
o
t
o
g
Se difundió entre los s. VIII y IX, tanto en el reino franco
como de su influencia (Baviera, Bologna, etc.). En los principales centros
monásticos, además de la uncial o semiuncial, realizaban diversos modelos para
adaptarla al uso librario o bien para cursivizar la semiuncial. Este esfuerzo
cristalizó en diversos modelos adscribibles a centros culturales como Tours,
Luxeuil, Corvie o Saint Gal? La escritura de este tipo deriva en dos tipos:
-
Escritura
merovíngica tipo A (o de Luxeil). Se caracteriza por la segunda línea quebrada
en la “a” abierta. El ejemplo más característico es un leccionario del s. VII.
Se relaciona directamente con la cancillería de los reyes merovingios: letras
altas y estrechas, caídos de p, r y s redoblados. “t” con ojo a la izquierda.
-
Escritura
de Laon A-Z. Es del s. VIII de dicho monasterio, más redondeada y menos
compacta. Característica es la “a” con el primer trazo quebrado y una “z” con
el trazo de abajo curvado.
-
Escritura
de Corbie. A mediados del s. VIII será este monasterio quien tome la primacía y
ejerce su influencia sobre una zona amplia (Amiens, Reims, Fleury, etc.). En
este monasterio se utilizaron en un siglo cinco o seis tipos de escrituras
diferentes, de los cuales los más importantes son:
§
Tipo
Corbie AB. Se caracteriza por las letras de dichas letras. La “a” tiene forma
de u abierta y la “b” tiene forma de t redondeada por abajo.
§
Tipo
B.
§
Tipo
ENA. “a” abierta con pequeñas curvas al final. La “n” es capital y la “e” es
alta y no cierra el ojo y se levanta sobre la línea de escritura.
§
Tipo
Leutchavius. Es un tipo intermedio entre la escritura semiuncial y la cursiva.
Toma ligaduras de la cursiva. Tiene como forma más característica el uso de una
N capital con un trazo intermedio casi horizontal.
§
Tipo
Maurdramnus. Es un tipo de escritura utilizado durante el gobierno de este abad
a principios del ultimo cuarto de s. VIII, aparece en la biblia de este abad.
Su escritura es considerada como la más antigua representación de la minúscula
carolina. Es característico el punto de engrosamiento de los trazos de unión de
la “f”, “s” y “r”.
§
Tipo
H. Propia de Borgoña. Es una “h” con el asta muy inclinada hacia la izquierda.
A.
Escrituras postclásicas
en el centro de Europa
En la Germania a partir del s. VIII tenemos muchos contactos
con la escritura latina a través de los misioneros, tanto continentales como
irlandeses. Los monasterios más importantes en esta zona son los de ¿Funda y
Losch? Hay una fuerte influencia de la escritura franca e insular, siendo
escrituras pesadas con asta redoblada, de tipo uncial o minúsculo y con
abreviaturas generalmente de tipo insular.
También en Suiza se encuentra el tipo de escritura
“minúscula rética”, siendo sus centros principales Sengal, Moira, etc. Se
parece a las escrituras del norte de Italia.
Escritura
Insular en Inglaterra
En las Islas Británicas, cuando los romanos se retiran, se
había organizado un clero local sin gran organización. Fue este clero local
quien evangelizó Irlanda. A finales del s. VI san Gregorio Magno envió una
misión dirigida por el Canterbury quien se desplazó a las islas con diversos
códices. En Irlanda se desarrolla un fuerte movimiento monástico, pasando
también a las islas británicas un contingente importante de francos huyendo de
persecuciones religiosas del s. V.
Por estos códices llevados por los francos por un lado y por
los contingentes romanos habrían pasado los sistemas abreviativos romanos
(notae iuris), pero su arraigo fue elitista por lo que las escrituras
utilizadas fueron eminentemente la escritura uncial y una propia del lugar, que
conocemos como “escritura semiuncial insular”, tanto en mayúscula como en
minúscula.
El origen de esta escritura no está claro, pues hasta el s.
XI se utilizaba tanto en Inglaterra como en Irlanda el mismo tipo de escritura.
Existen dos tesis: la tradicional que considera esta escritura irlandesa y otra
más reciente que sitúa el origen de esta escritura en la zona norte de
Inglaterra. La escritura insular presenta dos tipos:
·
Mayúscula insular. Es una escritura de formas redondeadas, de
trazo pesado y grueso y poco desarrollo de las astas. Se caracteriza también en
una culminación de triángulo invertido en el vértice de las astas. Aparece en
los códices más lujosos (Libro de Kells) y se utilizó en los s. VII y X. Sus
letras más características son:
o
B
redondeada
o
D
uncial o minúscula
o
G
parecida a J
o
F
o
N
con trazo central casi horizontal abajo
·
Minúscula insular. Tiene más elementos cursivos, en las formas de
las letras así como en las ligaduras que presenta. Se utilizó para manuscritos
de menor importancia. Pervivió en Inglaterra hasta la conquista del s. XI
(conquista normanda de 1066) y en Irlanda sobrevivió durante más tiempo. Pasó a
la imprenta con el nombre de caracteres gaélicos, convirtiéndose en enseña
independista irlandesa.
Se caracteriza por la
aparición de arcos agudos, caídos prolongados y por una serie de ligaduras que
son propias como por ejemplo las de “ti”, “li” y “si”, así como “ma” y “mo”.
Formas características son:
o
a
abierta o cerrada
o
p
con círculo cuadrado
o
q
con círculo triangular
o
r como ondeando
o
s
como r
Para los títulos con frecuencia se utiliza un alfabeto, pero
con influencia del alfabeto rúnico, de manera que en los manuscritos irlandeses
se pueden encontrar ejemplos de esta tipología:
o
A
o
M
o
T
o
B
o
O
o
L
El sistema abreviaturas es correspondiente a las notae iuris. Ejerció gran influencia
hacia el continente en la Alta Edad Media debido a las misiones monásticas
irlandesas.
B.
La escritura beneventana
Aparece de una manera un poco misteriosa, porque los
manuscritos que se encuentran a finales del s. VIII (período vacío desde el s.
VI) presentan unas características propias de una minúscula de tipo librario.
Esta escritura se considera como la fase inicial de la escritura beneventana[3], la propia del sur de
Italia en esta época.
Se realiza en base a unas formas alfabéticas comunes a toda
Italia, en concreto con monasterios del norte de Italia como Nonantola. La
canonización de esta escritura se alcanza en el s. X en la ciudad de Benevento,
capital de un extenso ducado de príncipes lombardos. Esta ciudad ejerció una influencia que
permitió la extensión por el sur de Italia. Se utiliza desde los s. VIII al
XIII, aunque se pueden encontrar ejemplos aislados hasta el s. XVI, en todo el
sur de la península italiana y en la zona de Zara en Dalmacia, hasta donde
influyó el monasterio de Montecassino.
A partir del s. XI se produce una diversificación de formas.
Por un lado, se refuerza el papel cultural del monasterio de Montecassino. Por
otro lado, en la zona oriental asistimos a un reforzamiento de la influencia
bizantina. Esta influencia dio lugar a que en el s. XI surgiera en torno a Bari
una forma particular caracterizada por las formas redondeadas, módulo grande,
escaso desarrollo de los ástiles y trazados sin contrastes (debido al uso de un
calado de epunta dura). Se deben estas características al ejemplo de los
manuscritos griegos por influencia bizantina, dando lugar a una escritura
conocida como Beneventana de Bari que se utilizó en Apulia (Italia) y Zara
(Dalmacia).
Las características más notables son:
-
Uso
de tilde como línea horizontal con punto sobrepuesto.
-
Nota
tironiana de “est” como punto y coma con línea en medio.
-
“C”
crestada que es como una c con tupé.
En esta misma época el
monasterio de Montecassino esgrime otro tipo de características, la Beneventana
Cassinese. Se caracteriza por un trazado fuerte contrastado, conseguido
mediante el uso de una pluma con bisel tallado a la izquierda, que provoca
trazos verticales, horizontales y oblicuos de izquierda a derecha gruesos, y
los oblicuos de derecha a izquierda finos. Se caracteriza por la alineación de
los trazos horizontales de las letras, que parece como si estuvieran atravesadas
por una línea horizontal. Su canon se alcanza en la segunda mitad del s. XI.
Llama mucho la atención que los trazos verticales se fragmentan, pareciendo
rombos. Las letras a veces se aprietan, de forma que con frecuencia forman
nexos. Se difunde por la Italia meridional continental con monasterios deApulia
y Dalmacia, en confluencia con el tipo de Bari más logrado y que da un mayor
número de manuscritos, dando lugar
algunas formas mixtas.
A partir del s. XII-XIII se hace más
artificiosa y comienza a tener influencia de la carolina, de la que toma
algunas formas, hasta que sea sustituida por la escritura gótica siendo la
precarolina más longeva. La escritura carolina fue incluida por los normandos
de Sicilia y luego por los Staufen, además de por la progresiva difusión del
monacato cisterciense. Perduró la beneventana cassinese en los monasterios de
Montecassino y Cava di Tirreni. En conventos femeninos aislados perdura hasta
el s. XVI.
Las formas clásicas de la Beneventana son:
-
A
como dos ces unidas
-
E
-
R
-
3
en forma exponencial para indicar omisión de “m” final
-
Ligaduras
o
Ei
o
Gi
o
Li
o
Ri
o
Ti
o
Eius
4.3.- La escritura latina en la Península Ibérica: la
escritura visigótica.
En la obra de los literatos visigodos (San Isidoro, San
Braulio, etc…). Formación de una escritura de rasgos propios, sin embargo no se
sabe donde ni cuando se formó. Hay varias hipótesis según los centros
culturales: Sevilla, Toledo, Tarragona. Se supone que la escritura estaría
formada en la segunda mitad del s. VII, pues en el s. VIII se produce la
invasión musulmana, adueñándose de toda la península y encontramos en este
momento una unidad total en todo el territorio peninsular, tanto en tierras
conquistadas como sin conquistar.
La evolución se había operado en dos sentidos: por un lado
la escritura visigótica redonda, que derivaría de la nueva escritura común,
mientras que la visigótica cursiva habría evolucionado de la cursiva nueva. S.
VIII al XII con esporádicas apariciones más tardías. Habría sido sustituida con
una cronología diversa:
-
S.
IX desaparece en Cataluña, por la influencia de Carolina debido a la
pertenencia de Cataluña al reino franco.
-
S.
XIII que encontramos muestras en monasterios aislados, fundamentalmente de la
zona de Galicia.
-
En Castilla y León habría desaparecido a lo
largo del s. XI, sustituida por la carolina traída por los monjes de origen
franco, que a su vez trajeron la liturgia romana. Se cita el Concilio de León
de 1080 que prohibiría la visigótica para los libros litúrgicos sacros.Sin
embargo, la introducción de la carolina fue gradual y se fue dando
fundamentalmente a lo largo del s. XII de la mano de los cluniacenses
(benedictinos) y el rito mozárabe sustituido por el rito romano.
Las primeras manifestaciones que se citan son las que
aparecen en el Códice 27 de la Biblioteca Municipal de Autun (Francia), en las
notas marginales que demuestran un visigótico primitivo. Las letras más
características son:
-
“a”
siempre abierta y unida a la letra que la sigue. A veces en la escritura
cursiva se levanta sobre la línea de escritura, pero si sigue c, m o s.
-
“g”
es siempre de tipo mayúsculo (deriva de la capital pero con la cola más larga,
parecida a la g que usamos nosotros). Cuando es cursiva presenta una forma más
o menos de 8, y liga con la letra siguiente con una ligadura que sale con la
línea central.
-
“d”
puede presentar forma uncial o minúscula
-
“e”
cuando va ligada se alza sobre las otras letras, con forma de épsilon. Cuando
es cursiva puede presentar en la forma de ojo cerrado el trazo curvo redoblado.
-
“f”
presenta un caído prolongado. En las formas cursivas puede adoptar forma de e
con caído largo.
-
“i”
puede ser alta (l nuestra), sobre todo a principio de palabra o bien entre
vocales cuando adquiere valor semiconsonántico. Puede ser corta cuando sigue a
letra alta. Puede caer bajo la línea de escritura cuando forma parte del grupo
“ti” seguido de vocal.
-
“k”
parecida a la R capital con el último trazo paralelo a la línea de escritura.
-
“o”
puede llevar una especie de cuernecillo que la prolonga en las cursivas.
-
“P”
puede ser puntiaguda en el ojo. La “q” también.
-
“r”
forma un ángulo antes del trazo horizontal. Se une a la letra que la sigue
-
“s”
no forma ángulo con el trazo horizontal. No se une con ninguna letra.
-
“t”
se hace en tres trazos con el ojo cerrado. Cuando va ligada a la letra
siguiente con e, i, l r n s, tiene una forma de 3, pero sigue unida. La
diferencia con la “e” es que la “t” liga por el trazo superior.
-
“u”
se diferencia de la “a” en que el segundo trazo es vertical y no curvilíneo, y
en ocasiones es de pequeño tamaño y va sobrepuesta a la línea de escritura.
Cuando va ligada a “q” toma forma vertical.
-
“x”
forma parecida a “z” pero vuelta del revés. Puede tomar forma en la cursiva
como un tridente.
-
“z”
puede ser, o bien nuestra z, o bien como una z baja (en plan dseta).
En los códices se distingue en ti (fuerte) si sigue
consonante o (suave) si sigue una vocal. En el primer caso se escribe corta y
en el segundo baja. Esta distinción del s. IX se mantiene hasta el s. X donde
se observa ya con regularidad hasta finales del s. XII. Esta distinción
coincide con un uso similar en la escritura beneventana, se supone que fue
adoptada para facilitar la escritura en los manuscritos litúrgicos.
En la escritura visigótica redonda no son frecuentes los
nexos. De hecho, las letras cuando se unen se deforman un poco. B C D M G H I
(alta) M y P Q U X y Z nunca se unen a la siguiente. Las letras I N O S lo
hacen muy raramente. Normalmente se unen A E F K L R T. Las que más dificultad
pueden ofrecer son E R T.
En las cursivas las únicas que no se unen son: B D H I
(alta) P Q U Z. Las letras cuyo valor se quería anular se pone un punto bajo (puntatio), para anular del todo se
tachan con una raya.
En cuanto los numerales visigóticos,
tenemos la “T” con valor de mil y la “X aspada” con valor de 40. En numerales
romanos, una raya superpuesta multiplica por mil, por tanto es la unidad (I)
multiplicada por mil. La “X aspada” es la suma de X + L = 40. En la Edad Media
se continúa la tradición romana, exceptuando la norma que impide repetir un
signo más de tres veces.
En abreviación, en la escritura cursiva puede adoptar formas
curvadas, aunque lo más normal en la escritura visigótica es la tilde con el
punto sobrepuesto para abreviar. Las abreviaciones más normales son:
-
“per”
(signo parecido o igual a pro)
-
“qui”
(parecido a quod)
-
Tras
“m” “n” “r” o “t”, una línea vertical o ligeramente inclinada o un símbolo
parecido a una clave de sol indica –um. Ej. m/ = mum.
-
Este
mismo signo, junto a “b”, “m”, “n” o “t” suple a –us. Ej. b/ = bus.
-
El
mismo signo, en forma exponencial (representado entre punto y coma y s), junto
a “b”, “d”, “i alta”, “m” y “n” suple a –us. Cuando acompaña a “q” suple a –ue.
-
Un
signo en forma de línea quebrada (rayo, especie de “s” que puede alargarse y subir
hacia arriba) delante de “b”, “l”, “n” o “t” suple a –is.
-
Una
línea angulada (< ) en los alzados de “b”, “d” e “i alta” suple a –us.
-
Por
último, son muy características unas letras mayúsculas de trazo más alto que se
caracteriza por una serie de trazos decorativos que le confieren un origen
antiguo.
o
“A”
o
“C”
o
“M”
con trazo central prolongado hasta la línea de escritura
o
“N”
con trazo central corto
o
“O”
(forma de corazón)
o
“S”
o
“T”
con trazo izquierdo redondeado
o
“U”
-
Es
característico el anagrama de “kaput” y que se coloca al principio de capítulo.
-
También
es característico una especie de crismón.
También encontramos una
influencia oriental hebráica en las contracciones en las que se suprimen casi
todas las vocales y permanecen la mayoría de consonantes. Ej. Ihrslm =
Iherusalem.
A su vez, pronunciaciones locales tenemos
confusiones de “d” con “t”, de “p” con “b”, uso impropio de la “h”, etc. que
reflejan la pronunciación local y que permiten adscribir ciertos códices al
área hispana o al menos a modelos hispanos. Los principales centros de
escritura visigótica fueron Ripoll, Roda y Vic en Cataluña, San Juan de la Peña
en Aragón, Burgos, Santo Domingo de
Silos, San Pedro de Berlanga, San Millán de la Cogolla, San Pedro de Cardeña y
Albelda en Castilla. León, Albanés y Tui en el reino de León. También se
producen códices de escritura visigótica en la zona ocupada por los musulmanes,
como Córdoba o incluso Toledo.
Elías Avery Lowe distingue 4 períodos de producción:
-
S.
VIII-IX. Escritura alta, pesada, algo torpe, con mala separación de palabras,
ástiles gruesos y el último trazo vertical de h, m y n que se repliega hacia su
interior en la parte baja. Es frecuente como forma abreviativa la raya con
punto superpuesto para suplir “m” y el punto y coma para suplir “-us, -ue”.
-
S.
IX-X. Letras más bajas, más finas, con los alzados en forma de maza (como el as
de bastos), con mejor separación de palabras y en que el último trazo vertical
de m, n y h descansaría sobre la línea de escritura. Junto al punto y coma se
utilizaría la abreviatura de –us de arriba.
-
S.
X-XI. Es el período de esplendor. Escritura proporcionada de letras más altas
que anchas. Los trazados de “h”, “m” y “n” se doblan hacia el exterior. Los
trazos verticales de “h”, “b”, “d” e “i alta” tienen un remate arriba. Se
utiliza el semicolon (punto y coma) con “q”.
-
S.XI-XII.
La escritura se hace tosca, más insegura, propia de los centros secundarios. El
trazado es de líneas gruesas y cortas, con elementos artificiosos, y con una
influencia muy clara de la escritura carolina: coge de esta la “a uncial”, la
“e uncial”, los nexos de “rt” y “nt”, la abreviatura de “per” al modo carolino
o la aparición de abreviaturas mediante letra sobrepuesta que era ajeno a la
visigótica.
5.- La vuelta a la unidad gráfica. La escritura carolina,
su origen y su expansión por Europa. La introducción de la escritura carolina
en la Península Ibérica.
5.1.- La vuelta a la unidad gráfica.
5.2.- La escritura carolina, su origen y su expansión por
Europa.
El primer problema que plantea la
escritura carolina es su origen o génesis. Tradicionalmente se ha vinculado a
la figura de Carlomagno y a la llamada Escuela Palatina. Gracias a la figura de
Vita Caroli, sabemos que Carlomagno no sabía escribir, y que su interés se
despertó tarde y malamente. Sin embargo,
queda claro el interés del emperador por
la cultura: la lectura y la escritura. Se puede reforzar por la iniciativa,
cuyo desarrollo completo queda a cargo de otro. Por ejemplo: promovió una
enseñanza a fin de invocar a Dios con formas concretas, como parte de la
reforma litúrgica.
Existen varias teorías sobre el
origen de la escritura carolina, vinculándola a territorios que en el siglo XIX
comienzan a surgir:
Teoría francesa: Leopoldo Delisle, consideró en
1876 que la reforma de la escritura había sido promovida por la Abadía de San
Martín de Tours, por influencia de Alcuino de York. Un intelectual del círculo
del emperador. Esta teoría se objeta que los veinticinco manuscritos,
estudiados por Delisle, que sirvieron de
base no todos eran escritos en San Martín de Tours. Cuando Alcuino llegó a la
Abadía de Tours era un hombre mayor, lo que era difícil pensar que un hombre de
edad avanzada y de origen anglosajón pudiese cambiar su escritura de golpe.
Existía una objeción y muchos manuscritos escritos en la Abadía de Tours eran
anteriores a la llegada de Alcuino, que gobernó entre 996-811.
Teoría Germánica: Teoría que traslada el origen
de la escritura carolina hacia el Este.
Esta teoría mantiene que se había formado en la Corte de Aquisgrán durante el reinado
de Pipino, en el tercer cuarto del siglo VIII. Se fundamenta en dos
manuscritos:
·
Evangeliario de Godescalco
(781-783):
es el manuscrito más antiguo escrito para Carlomagno.
·
La Escuela Palatina: tiene una secuencia muy larga,
al igual que la escuela de Traductores de Toledo.
Teoría más rechazada: proponía el origen fuera de la
órbita del Imperio, colocando en Roma y desde aquí se difundió al norte. Se
basa en un documento: Liber Diurnus
Romanorum Pontificum.
Teoría
Francesa: da primicia al escritorio de Corvie, pone el acento en la escritura
Maudramus que aparece en la Biblia de Amïens, siendo el ejemplo más antiguo de
escritura carolina conocida y datada (3º cuarto del siglo VIII), ya que los
rasgos que presenta no son muy significativos.
La
reforma que se hace es para tener más legibilidad. La escritura carolina será
la confluencia de la búsqueda de una escritura legible y regular para uso
librario, que se había dado a partir de diversas escrituras de tradición
tardoantigua:
-
Minúsculas usuales
-
Escritura semiuncial.
Las tendencias actuales,
tienden a señalar un origen poli-genético de la escritura carolina. Sería el
resultado de una búsqueda de una escritura legible y regular adaptada al uso
librario, que se habría dado a partir de diversas escrituras en uso de
tradición tardo-antigua, fundamentalmente las minúsculas usuales y la escritura
semiuncial. Habría sido pues, el resultado de la búsqueda de una escritura que
permitiera producir con rapidez y economía textos legibles. En esta tendencia
habrían tenido un papel fundamental Amiens y Corbie.
Con
la aparición de esta nueva escritura, cristalizaría fundamentalmente en el
último cuarto del siglo VIII (772-780) en la zona de la Francia Carolingia, es
decir, Este y oeste de la zona de Alemania actual y coincide con una reforma de
liturgia iniciada por Pipino y terminado por Carlomagno, para imponer a los
texto de una unidad de litúrgica romana y para renovar los conocimientos de
gramática con el fin de dar mayor corrección que se plasma en la Catedral de
Aquisgrán en el 782.
Con
las escrituras precarolinas, la minúscula es unitaria, coherente y poco
sensible a movimientos internos. En la unidad de esta escritura desde el siglo
IX al XII se ha querido ver la unidad de la cristiandad occidental.
En
el siglo XII se verá sometida a la influencia de un estilo nuevo, en el siglo
XIII, comenzará aparecer la Gótica, la cual es evolución de la carolina.
2. La consolidación de la escritura carolina y
su expansión
En relación con las
escrituras precarolinas, la minúscula carolina se muestra unitaria en sus
caracteres, coherente y poco sensible a movimientos internos; es decir que las diferencias que se ven en su período de
uso y territorios son muy poco significativos siendo pues un periodo unitario
aunque los especialistas han destacado variantes regionales que no afectarían
en gran medida. Se distingue eso sí
entre una carolina primitiva propia del s. IX- X (con formas precarolinas como
la a abierta) y otra más tardía de finales siglo IX a principios de siglo XII.
A lo largo del s. IX
además la minúscula carolina comienza a utilizarse en la Cancillería imperial
desplazando a la escritura merovíngica que desaparecerá finalmente en los
documentos durante el reinado de Luis el Piadoso, sucesor de Carlomagno. En los
diplomas imperiales se mantiene una primera línea con caracteres alargados, ya
presente antes de la irrupción de la carolina. (En sentido horario). En el uso
diplomático la carolina acoge una serie de elementos decorativos que también pasará
a la escritura gótica en los documentos y establecerá la diferenciación entre
la escritura gótica de los documentos y los libros. La decoración carolina
aparece a modo de:
- Trazo sinuoso
- Prolongaciones de
algunas letras
- Alargamiento de alzados y caídos y su
prolongación en sentido horario en sus extremos: En el cuerpo del texto los
alzados y caídas se prolongan por encima y por debajo de la línea siendo más
alargados que en la escritura libraría; así los alzados giran a la derecha y
los caídos a la izquierda
Esta búsqueda ornamental de los documentos corresponde a la
finalidad que se quiere obtener ya que se pretende acentuar la solemnidad y
simbolismo del acto jurídico resaltando el aspecto visual que lo recoge. La
redacción del documento para perpetuar el acto jurídico es excepcional de
manera que no todos los actos jurídicos se recogen por escrito de ahí que se
quiera resaltar la solemnidad del momento que excitara la memoria de los laicos
a quienes el documento sólo se les leía y enseñaba.
A lo largo de los s. X y XI la escritura carolina se va
difundiendo para la documentación pública de Cancillería y, más adelante, para
la privada.
La escritura carolina se expandió rápidamente por la zona de
Francia, el oeste de Alemania, Austria, Suiza y N. de Italia, estados
pontificios y, a partir de la conquista de las islas británicas en el s. XI. En
la P. Ibérica penetrará en diversas oleadas según zonas. En Cataluña, dadas las
relaciones con el reino Franco será el primer territorio donde penetre la escritura
carolina en el s. IX sustituyendo rápidamente a la escritura visigótica. Hay un
período de formas híbridas aunque a principios del s. IX.
En el resto de la península penetra más tardíamente, desde
mediados del s. XI, en general a mano de los monjes cluniacenses y acompañando
a la liturgia romana. La carolina que llega a la Península es, asimismo, una
carolina tardía con influencias góticas. Primero penetra en el reino de
Castilla y León a través del camino de Santiago y, más tarde, en Aragón de forma
que la sustitución definitiva se da en la primera mitad o a lo largo del s.
XII.
3. Características
generales del alfabeto carolino
- Alfabeto de formas
regulares y constantes
- Todas las letras minúsculas a excepción de la “n” que en
los primeros tiempos puede ser capital. (Ver en semiuncial) (La n minúscula es
igual que la actual)
- Letras aisladas con ligaduras escasas que derivan: unas de
la cursiva: “ct, et, nt, rt, st” y otras de la uncial como las de “or” que
modifican las letras de manera poco significativa.
- Escaso número de abreviaturas y de formas muy constantes.
Las abreviaturas serán más constantes a partir del s. XI, época tardía de esta
escritura.
- Tendencia creciente a separar las palabras asociada a la
lectura silenciosa.
4. Etapas de la cronología carolina.
Se pueden distinguir cuatro períodos de
la escritura carolina:
a) Primitivo: fines s. VIII y principios s. IX:
caracterizada por un trazado simple y regular.
- Puede presentar formas derivadas
de la cursiva como la “a” abiertas por arriba.
- Ligaduras de “et, ct, st, rt”.
- “a” uncial formas muy abiertas
con trazo vertical muy oblicu. “n” capital en ocasiones.
- G con ojo interior muy abierto
- Astas o alzados de “b, d, l, h”
en forma de huso
- Trazos iniciales de “m, n, i, u”
simples y sin trazo de arranque y trazos últimos de “m, n” replegados hacia
dentro (hacia la izda.)
b) S. X: características de mayor pobreza en la
ejecución de los códices paralelas al llamado “siglo de hierro” cuando muchas
instituciones religiosas se ven sometidas a la presión de señores vecinos,
especialmente en Francia. La dureza de las condiciones quedará pues manifiesta
en una escritura más irregular y manuscritos más pobres de forma que:
- Elementos cursivos (ligaduras…) más pobres de modo que las
ligaduras se limitan a “ct, st”
- A abierta es excepcional
- G cierra el ojo inferior
- Aparece el uso de “e” caudada (e con rabo) reflejando una
pronunciación en la que los diptongos “ae, oe” se resuelven o pronuncian en
“e”.
- Desaparición engrosamiento superior de los alzados y los
extremos giran ligeramente hacia la izquierda.
- Los códices datados son muy extraños pese a que son muy
importantes para determinar la evolución de las formas escritorias y las
características de la escritura en cada región.
c) s. XI: Desde finales del s. X se empieza a notar
cierta mejoría en los códices y formas de escritura que continuará durante el
s. XI
- La letra es más derecha
- Con mayor verticalidad del trazado de la A
- Elementos cursivos muy raros
- Desaparece la a abierta
- Aparece, ocasionalmente, la “s” de tipo capital a final de
palabra. (es la s mayúscula actual)
- La separación de palabras se hace más clara y frecuente
- El trazo inicial de las letras formadas por trazos cortos
verticales i m, n u y el caído de la “p” presentan un trazo de ataque y el
conjunto tiende hacia formas más derechas, incluso, con cierta angulosidad.
- Comienza a utilizarse un guioncito para indicar corte de
palabra a final de línea.
- E caudada se hace con más frecuencia y aparece con más
frecuencia que el diptongo de “ae” e incluso empieza a aparecer la “e simple”,
sin cauda.
- Empiezan a formarse ciertas variedades regionales en
diversas regiones de Europa ya que la evolución no es sincrónica.
d) s. XII: La escritura se hace más angulosa, el
trazado más contrastado y empiezan a quebrarse los trazos y curvas.
- E se utiliza ya sin cauda sustituyendo al diptongo “ae” “oe·
- Las palabras aparecen
claramente separadas.
5. La escritura carolina en los documentos.
A lo largo del siglo IX, además, la
minúscula carolina empieza a utilizarse para documentos en Cancillería
Imperial, en lugar de la merovíngica, desapareciendo esta última, durante el
reinado de Luis el Piadoso (sucesor de Carlomagno).
En los siglos X-XI, la escritura carolina se va difundiendo
para la documentación pública y después para los documentos privados. En estos
momentos, todas las escrituras son minúsculas, se va a dar combinaciones de
mayúsculas y minúsculas, para resaltar partes concretas del texto. Las
mayúsculas no se usaban de forma regular, sólo para enfatizar determinadas
partes.
En los diplomas Imperiales se mantiene una primera línea con
caracteres alargados y en el cuerpo del texto los alzados y caídos se prolongan
por encima y por debajo de la línea, prolongándose hacía la izquierda o derecha
en sentido horario en sus extremos.
En el uso diplomático, la carolina destaca como búsqueda
ornamental, con la prolongación de alzados y caídos. Esto corresponde a
una finalidad que quiere acentuar la
solemnidad del acto jurídico, resaltando el aspecto visual del documento que lo
recoge, por lo que esta ornamentación responde a una solemnidad del que se quiere rodear al acto jurídico,
decorándolo o acentuando la presentación, para excitar la memoria de los laicos
al verlo, incluyendo al destinatario.
Estas características de la carolina diplomática van a pasar
a documentos en la escritura gótica lo que establece la diferencia entre la
escritura gótica en libros y en documentos.
Hay que tener presente que desde fines del siglo XI, se
introduce la carolina en Castilla, pero
en el siglo XII la introducción del monacato cisterciense a él Benedictino, van
favoreciendo la introducción de la carolina. En el Concilio de León 1090, estableció que fueran utilizadas las
letras gálicas, es decir, la escritura carolina con la finalidad de dividir al
clero.
En Castilla el primer manuscrito es del 1105, encargado por
el Arzobispo de Toledo. Durante el reinado de Alfonso VI de Castilla, se
utilizó en los documentos la minúscula y cursiva visigótica y la carolina. En
los documentos de Doña Urraca se utilizan también una y otra escritura, pero
gana terreno la Carolina, que para desaparecer en el reinado de Alfonso VII. En
este momento aparecen dos personajes importantes:
·
Canciller (Hugo).
·
Notario (Giraldus)
En Cataluña a principios del siglo X, ya
está introducida la Carolina y las últimas reminiscencias visigóticas han
desaparecido. Mientras que en Navarra aparece en la mitad del siglo XII en el
reinado de Sancho el Sabio.
5.3.- La introducción de la escritura carolina en la
Península Ibérica.
6.- La aparición de la escritura gótica: su origen y
difusión. La escritura gótica en la Península Ibérica: la Corona de Castilla.
La escritura gótica en la Corona de Aragón y el Reino de Navarra.
6.1.- La aparición de la escritura gótica: su origen y
difusión.
A diferencia de lo que sucede con la escritura carolina, que
lo que hace es sustituir el resto de lenguas de Europa en su origen, el paso de
la carolina a la gótica, se trata de una evolución. De manera que se pueden
señalar una serie de elementos mixtos que van mostrando ya características de
la escritura gótica. En esta evolución se habla de carolina clásica, carolina
gotizante, carolina gotizada y escritura gótica.
Esta evolución progresiva, coincidirá con una evolución
también en la forma de vida y las tradiciones culturales, como por ejemplo el
reforzamiento de la autoridad de las monarquías apoyadas en las teorías
elaboradas por los juristas y favorecidas por la pugna entre el Imperio y el
Papado. La expansión económica que se da entre comienzos de siglo XI, hasta
finales del XIII produce un aumento demográfico, una expansión del comercio y
de la producción manufacturera, incremento de la vida urbana y aparición de las
ferias y mercados.
En el orden religioso, además aparecen las órdenes
mendicantes, las cuales son órdenes urbanas, como los franciscanos o los
dominicos. Su labor es la de imponer el contacto con la población de las
ciudades y hacen de la predicación su actividad esencial.
En el orden cultural, las escuelas urbanas toman el relevo a
las monásticas. Es por esto que las órdenes religiosas pierden la hegemonía de
que habían gozado en el campo de la producción del libro, que pasa a ser un
oficio artesano laico, organizado en libros. Esto sucede sobre todo en las
ciudades universitarias, donde hay una demanda mayor, como por ejemplo Paris o
Bolonia.
Otra de las características, es que ahora el libro no será
un libro de consumo mayoritariamente eclesiástico, puesto que ahora los grandes
señores van a coleccionar libros como objetos de lujo.
Aparecen ahora las universidades que son el fruto del
desarrollo de las escuelas catedralicias y de las escuelas monacales. Aparecen
como agrupaciones de maestros y discípulos, que se caracterizan por mantener
cursos regulares, otorgar grados de validez universal y admitir a personas de
todo origen.
Una de las cosas que favorece el aumento de la producción
libraría, es la aparición del papel, a finales del siglo XIII.
2.- Origen de la
escritura gótica
Los primeros rastros de una influencia gotizante, se dan en
los últimos 35 años del siglo XI en la región del reino Anglo-normando. En la
segunda mitad del siglo XI, comienza a tomar fuerza en Francia septentrional, Inglaterra y Alemania,
el uso de un instrumento escritorio que ya estaba en uso en Inglaterra: la
pluma con bisel tallado hacia la izquierda, es decir con la patita de la
izquierda más cortita. Al usar este instrumento, se produce un claroscuro, que
hace que la escritura quede como fraccionada en trazos y provoca un contraste
claro entre los trazos gruesos, que quedan muy anchos, y los finos, que quedan
muy finitos.
Esta característica de la escritura gótica, ha llevado a que
se relacione la escritura gótica en su origen con la escritura beneventana y
con la insular, puesto que éstas también utilizan el instrumento de la pluma
con bisel. Pero este estilo grafico, en realidad no se puede explicar solamente
por un hecho técnico, puesto que este nuevo estilo aparece en relación o al
mismo tiempo que aparecen las primeras manifestaciones de escritura gótica, En
realidad debemos relacionarlo con un nuevo tipo de producción libraría.
No obstante, este estilo gráfico no se puede explicar
solamente por un hecho técnico sino por el advenimiento de un nuevo tipo de
libro, nuevas formas de leer y estudiar. Así, por ejemplo otros factores:
·
Necesidad de separar las palabras, para hacer
una lectura más cómoda. A esto obedece una orientación común de las bases de
los trazos verticales que apoyan todos sobre la línea de escritura, con una
ligera prolongación a la derecha.
·
El uso de S capital a final de palabra y de una
U aguda al principio.
·
Una separación de palabras más precisas y un
acercamiento de las letras dentro de la misma palabra.
·
Afirmación del libro de tipo escolástico
producido en las universidades, conlleva una nueva organización de la página y una organización
más precisa de la estructura del texto. Con este fin, se utilizan recursos tales
como:
Ø
Uso de iniciales con colores diferenciados
Ø
Uso de mayúsculas
Ø
Uso de rúbricas
·
División del texto, puntuación y un uso fijo de
las abreviaturas, especialmente, la aparición de abreviaturas específicas para
determinadas materias, que tienen la finalidad de hacer más rápida la lectura a
los estudiosos.
Todo esto dio lugar a que hubiera diferentes tipos de
góticas en diferentes lugares, e incluso resistencias de la carolina tardía o
la beneventana en el sur de Italia. Aunque hay quien opina que más que de un
tipo de escritura, tendríamos que hablar de un estilo (habría diferentes dentro
de la escritura gótica). Estos tipos, definidos por Hajnal, serian:
-
Escrituras con los alzados y caídos prolongados
bajo la línea (verticales)
-
Escrituras con los alzados y caídos prolongados
bajo la longitud de la palabra (horizontales)
-
Escrituras con iniciales trazadas con una
concepción plástica que imita el trabajo del pincel.
-
Escrituras con los alzados sembrados de trazos
en forma de espolones, protuberancias o trazos paralelos.
-
Escrituras de módulo pequeño y uniforme, muy
cursivas y aplastadas
-
Escrituras de anchos aplastados
-
Escrituras con los alzados y caídos prolongados,
próximos a las escrituras librescas.
Estos tipos están muy extendidos, siendo la enseñanza
universitaria la que unifica todas las escrituras europeas. Sin embargo, Hajnal
no apoya esta teoría en ningún testimonio.
Lo que sí hay que tener presente es que la caligrafía
gótica, presente en todos estos tipos, presenta una uniformización, unas
características comunes, cuyo uso es ampliamente internacional.
A pesar de los estilos, tenemos características globales,
comunes a todos ellos. Las características generales de la escritura gótica en
conjunto son:
·
La fractura del trazo: El diseño nudoso y la
ruptura de las curvas, resolviéndose éstas en ángulos. Se debe simplemente al
uso de una punta tallada a la izquierda, que por el movimiento natural de la
mano produce este efecto.
·
El contraste entre los trazos gruesos y finos,
destacado en las escrituras más caligráficas y en menor medida en las
documentales y sobre todo en las cursivas.
Esto se debe a que las escrituras caligráficas se realizan normalmente
con pluma y el resto con cálamo, que no causa este resultado.
·
Aspecto estrecho y apretado de la escritura, lo
que da un aspecto tupido y que se debe al hecho de que las letras dentro de las
palabras, y las palabras dentro de las líneas, están bastante apretadas, y
además, las líneas entre sí también están bastante apretadas, lo que le da su
característico aspecto tupido.
·
Escaso desarrollo de los alzados y caídos,
especialmente en las escrituras librarias. Sin embargo, no impide que las
letras tiendan a la verticalidad, ya que las letras son más altas que anchas.
·
Ritmo uniforme de los trazos inferiores de las
astas. Esto afecta tanto a las letras altas como a las cortas hechas con trazos
verticales, que apoyan todas sobre la línea de escritura y, en general, giran
hacia la derecha con un trazo corto, la llamada línea de salida.
·
Alto número de abreviaturas: Uso de E simple para
los diptongos AE y OE.
·
Uso de un fino tracito sobre la I, que es el
antecedente del punto. Sirve fundamentalmente para individualizar la I.
·
Desaparece también el grafismo de la conjunción
ET carolina, sustituido por la nota tironiana.
·
También es importante resaltar el uso de S
capital a final de palabra, y de V angulosa con valor de U.
·
Abreviatura de US a principio de la palabra, con
el mismo valor que tenía a final de palabra.
·
Existencia de un alfabeto mayúsculo especial que
se utiliza para las inscripciones y para los títulos. Consiste en una mezcla de
escritura capital, uncial y de
minúsculas agrandadas, caracterizada por el redoble de los trazos.
6.2.- La escritura gótica en la Península Ibérica: la
Corona de Castilla.
En el
reinado de Fernando III el Santo tenemos un periodo de transición o puente
entre la carolina documental y la gótica cursiva. En este momento, los
documentos expedidos por la cancillería presentan una buena caligrafía, con un
contraste entre gruesos y finos patente aunque no demasiado acusado,
quebramiento de las curvas, astiles muy elevados que se inclinan hacia la
izquierda, y caídos no tan desarrollados. Entre los documentos de la
cancillería podemos distinguir diversos tipos de ejecución diferencial, aunque
en todos los casos es una escritura cuidadosa y poco espontánea.
A partir
del reinado de Alfonso X el Sabio, se va a acentuar la distancia entre las
escrituras caligráficas y las cursivas; lo suficiente como para decir que en la
cancillería real vamos a encontrar dos tipos diferentes de escritura con
aplicación a diferentes categorías de documentos:
·
Por
un lado, un tipo muy cuidado conocido como “letra de privilegios”
·
Por
otro, un tipo más cursivo que recibe el nombre
de “letra de albalaes”, nombre que le dio Esteban de Terreros. Esta letra de albalaes va a utilizarse
aproximadamente entre 1250 y el reinado de Pedro I, a mediados del siglo XIV. A
partir de este reinado vamos a encontrar un tipo de escritura que es una
evolución de la letra de albalaes y que recibe el nombre de “precortesana”, que
durará hasta 1425, en que se impone un tipo de escritura conocido como
“cortesana”.
A partir
de 1425 y hasta 1525 aproximadamente, se impone para el uso documental la
escritura llamada cortesana, que predominará en la cancillería de Enrique IV y
de los reyes Católicos, y también en los primeros tiempos de Carlos I.
Al mismo
tiempo, y aproximadamente desde el reinado de los reyes Católicos, comienza a
utilizarse una escritura para uso documental que es una evolución de la
escritura cortesana y que acentúa su cursividad aumentando los enlaces,
aumentando la deformación de las letras, los rasgos compartidos entre letras…,
que recibe el nombre de escritura procesal, cuya última manifestación que
recibe el nombre de procesal encadenada, se configura como una escritura que en
apariencia es como una serie de bucles en los que en ocasiones se trazan líneas
enteras sin levantar la pluma. Este hecho causa una escasa definición de las
formas y una gran dificultad de la lectura, ya percibida en la época, y que se
consideraba popularmente como una argucia de los notarios para cobrar más. Esta
escritura va a durar en uso hasta mediados del siglo XVII.
Estas
escrituras, la cortesana y la procesal, van a pasar a América, llevadas por la
administración castellana.
Las
características de la escritura documental castellana en este periodo
están divididas entre los diversos tipos:
-
Letra de privilegios: comienza a utilizarse en el siglo XIII y
perdurará con diversas modificaciones hasta el XVI. Presenta como caracteres:
·
Claro
contraste entre los cuerpos de las letras, pequeño, y los astiles, que se
elevan y se curvan hacia la derecha en su extremo, mientras que los caídos se
curvan a la izquierda, sin prolongarse demasiado hacia abajo: se realiza horizontalmente
·
Tendencia
a la unión de curvas contrapuestas y uso de R redonda tras letra curvilínea
·
Poco
uso de las abreviaturas
·
Letras
bien separadas, casi sin nexos
o
A
de capelo poco pronunciado que forma ángulo recto u obtuso con la línea de
escritura
o
C
bien diferenciada de T
o
D
de tipo Uncial
o
G
con la parte superior en forma de círculo y con tendencia a cerrar el caído
o
R
de tipo capital, usada con valor de R fuerte (doble) en posición inicial
o
S
alta que no cae bajo la línea de renglón. A final de palabra se utiliza S de
tipo capital
o
Z
en forma de 5
Es una
escritura que difiere poco de la gótica utilizada en los libros, por ejemplo en
el desarrollo de los alzados y caídos, y es obra de escribas especializados,
por lo que a partir de mediados del siglo XIV se queda anquilosada.
Letra
de Albalaes:
tiene el mismo origen de la letra de privilegios, pero su evolución es hacia
formas cada vez más cursivas, mientras que la letra de privilegios se mantiene
como elemento caligráfico.
·
Dentro
de cada palabra las letras se unen entre sí, lo cual puede dificultar en
ocasiones la lectura
·
El
cuerpo de las letras es pequeño y contrasta con el gran desarrollo de los
astiles, tanto alzados como caídos. En este caso el contraste es mayor que en
el de la letra de privilegios
·
El
cuerpo de las letras es estrecho en origen, pero a partir del siglo XIV se irá
haciendo un poco más ancho.
·
Los
caídos tienen tendencia a subir, buscando la línea de escritura, formando de
este modo un trazo paralelo con el fundamental de la letra. Esto da lugar, en
el siglo XIII y algo en el XIV, a un ángulo agudo en el extremo inferior de los
caídos. Existe esta misma tendencia pero con formas más redondeadas en los
alzados.
Esta
técnica va a alcanzar su mejor expresión en las letras F y S alta, que sí cae
bajo la línea de escritura. Estas letras van a duplicar los trazos, por lo que
aparenta que hay dos letras. En el siglo XIII presentan un caído prolongado que
puede llegar a la parte superior, pero en el XIV lo que se hace es trazar dos
líneas separadas: primero se traza la parte superior y después la línea
paralela descendente. Esta duplicación de los caídos de F y S es la
característica más llamativa de la letra de Albalaes.
Las letras
características son:
o
La
D uncial, cuyo astil vuelve paralela a la línea de escritura para enlazar con
la línea siguiente, pudiendo en ocasiones formar ángulo
o
G
con la cabeza trazada en forma de U que cierra en la parte superior, con una
línea recta que enlaza con la letra siguiente
o
R
con un caído a veces muy prolongado, o a veces normal
o
S
a final de palabra con doble curva, que a veces adopta forma de Sigma griega,
que es la última evolución del trazo
o
T
y C que se pueden confundir. El trazo horizontal de la T rebasa por la
izquierda el trazo vertical, y esto ayuda a distinguirlas.
o
La
U y la N también pueden ser confundidas
o
La
Z tiene forma más o menos de 5
o
La
V, es decir, la U angulosa, a principio de palabra, tiene el primer trazo alto
y prolongado, pero se distingue de la B en su inclinación de izquierda a
derecha.
-
Letra pre-cortesana: Es un puente entre la letra de Albalaes y la
Cortesana, una transición entre los dos tipos. Presenta ya rasgos de la
cortesana, sin tenerlos muy acusados, y se distingue de la letra de Albalaes
cada vez más. El origen de esta escritura está claramente en una evolución de
la letra de Albalaes.
·
Desaparece
la duplicación sistemática de alzados y caídos
·
Se
atenúa el contraste entre los cuerpos de las letras y los astiles, que no serán
tan desarrollados
·
Aumentan
considerablemente los nexos o ligaduras
·
Aumento
del claroscuro. Mientras que la de Albalaes no tiene contraste, la cortesana
tiene un fuerte contraste
·
La
letra tiende a ser más redondeada y menos aguda. Los caídos se alargan buscando
la línea de escritura, pero sin envolver todavía la palabra o la letra
completa, como ocurrirá con la cortesana.
-
La
principal característica de la letra cortesana es el alargamiento de estos
trazos, que acaban por envolver completamente la palabra, y que en ocasiones
tiene sentido de abreviaturas.
La
escritura en Castilla en estos siglos es la misma para los documentos
cancillerescos y los documentos privados, lo que se debe fundamentalmente a que
son los notarios los que escriben ambos tipos, siendo notarios los empleados de
la cancillería. Sin embargo, a partir del siglo XIV, va a comenzar a haber una
distinción en el sentido de que los notarios particulares irán escribiendo con
una letra cada vez más descuidada y cursiva, creando unos tipos que en el siglo
XV darán con la Escritura Procesal.
La Cortesana
es una escritura que aparece entre 1400 y 1425, perdurando hasta 1525, siendo
sustituida en la cancillería por la humanística. La procesal quedará para
registros y copias.
Las
características más llamativas de la escritura cortesana son:
-
Es
una escritura fuertemente contrastada, con formas redondeadas y con multitud de
trazos envolventes, que le dan su aspecto característico
-
Abundancia
de ligaduras, que deforman bastante en ocasiones la forma básica de las letras
-
Las
letras más características son:
·
A
que puede presentar tres formas: Con forma de U cerrada con un trazo recto
horizontal que enlaza con la letra siguiente; cerrada por abajo - y –
·
La
B suele formar lazo para enlazar con la letra anterior
·
C
en ligadura, con el primer trazo vertical inclinado. Liga con la letra
siguiente mediante el trazo horizontal (el vertical). Se puede confundir con la
T, que hace más o menos lo mismo, aunque en ésta el trazo horizontal sobrepasa
ligeramente el vertical
·
La
D forma lazo para ligar con la letra anterior y a veces presenta el ojo abierto
·
E
que en general cierra el ojuelo, y también puede presentar
·
La
F cae bajo la línea de escritura y puede formar lazo en la parte superior o
inferior
·
La
G es una letra muy característica que presenta la cabeza en forma de U cerrada
por arriba con un trazo recto, ligando con la letra siguiente. En ocasiones, el
caído puede cerrar el ojo.
·
La
H acorta mucho el trazo inicial de manera que, en ocasiones, en los extremos
más cursivos el caído gira hacia la derecha, pareciendo una F, o incluso más todavía.
·
La
L, M, N no presentan problemas
·
La
P suele dejar el ojo abierto por arriba, realizándose con un solo trazo,
pudiendo entonces cerrarse con otro trazo por arriba o no. También puede tener
la forma de 8.
·
La
R en ocasiones cae bajo la línea de escritura y forma un trazo recto, de forma
que en ligadura con la T puede parecer una Q.
·
La
S puede también ser de doble bucle cuando es alta, y a final de palabra puede
tener forma de Sigma, pudiendo adoptar esta forma también a principio de
palabra, ligando por el trazo superior con la letra siguiente.
·
La
T tiene forma normal, pero en ligadura deforma mucho, y es una de las letras
que más ligaduras tiene, como por ejemplo con la R.
·
La
U presenta la doble forma que ya conocemos: la forma aguda (V, con valor de U)
y la U normal
·
La
Y siempre forma un ángulo
·
La
Z tiene forma de 5
6.3.- La escritura gótica en la Corona de Aragón y el Reino
de Navarra.
En el
archivo de la Corona aragonesa podemos distinguir dos periodos:
Letra
Catalana
Desde el
siglo XIII hasta el primer cuarto del siglo XIV: Encontramos la llamada letra
“Aragonesa” o bien “letra Catalana”. El nombre de letra catalana se lo dio
Francesco Cesare, y es una escritura derivada de las escrituras carolinas
precedentes, con claros precedentes en la cancillería con los reinados de
Alfonso el Trovador y de Pedro el Católico. Se caracteriza por un acusado
contraste entre el cuerpo pequeño de las letras y el desarrollo de los alzados
y caídos.
Es una
escritura no contrastada, es decir, de trazos finos, y las letras más
características son:
·
Una
A de origen carolino que puede aparecer abierta por la base, generalmente con
poco o ningún desarrollo del capelo
·
B
con ojo en el astil superior
·
La
C de dos golpes de pluma: uno vertical y otro horizontal
·
D
de tipo uncial que forma ojo hacia la izquierda, con un alzado bastante tumbado
·
F
que puede redoblar el caído en ocasiones, en forma parecida a como lo hacía la
letra de Albalaes.
·
La
G es una de las letras más características: tiene la cabeza redonda y un caído
que forma una especie de 8 tumbado, original.
·
La
H puede presentar alguna variante, aunque lo normal es que caiga bajo la línea
de escritura y se incline hacia la derecha
·
La
K tiene una forma característica, como una L unida a una X.
·
La
M y la N pueden prolongar el último trazo bajo la línea de escritura, e
inclinarse hacia la izquierda.
·
La
P puede presentar o bien caído recto, o bien girado formando ojo, al igual que
la Q.
·
La
R es una letra recta con el trazo horizontal que a veces tiene una forma
parecida a la de X. También puede aparecer redonda. La mayúscula o capital es
parecida a la castellana.
·
La
S a final de palabra es capital
·
La
T se puede confundir con la C
·
La
Z puede presentar forma de 3, como en la cursiva moderna.
Escritura
bastarda
Esta
escritura dura en uso aproximadamente hasta mediados del siglo XV, momento en
el que aparece una escritura influida por la bastarda francesa. Se va
imponiendo a partir del siglo XV, conviviendo desde el siglo XIV formas básicas
de la gótica aragonesa pura y formas híbridas. A partir de mediados del siglo
XIV van a desarrollarse las escrituras bastardas. Presenta estas
características:
-
Es
una escritura cursiva que representa una especie de compromiso entre las
cursivas documentales y las escrituras librarias, por lo que aplica algunas de
las características de la libraria a la cursiva:
·
Escrituras
fuertemente contrastadas, a diferencia de la anterior.
·
Fuerte
tendencia a romper las curvas, convirtiéndolas en ángulos
·
Es
muy característico de estas escrituras un trazado apuntado de los caídos, de
modo que son anchos por arriba y apuntados por abajo.
Las letras
más características son:
-
La
A de letra minúscula en general
-
La
D que muchas veces presenta el ojo abierto por la izquierda o bien lo quiebra
en ángulo
-
La
G es siempre minúscula
-
La
R prolonga hacia la derecha el trazo vertical, y en ocasiones llega a enlazar
con la letra siguiente por abajo.
-
Son
muy características también las formas angulosas en las letras.
En este
período, además, para los epígrafes e inscripciones públicas se utiliza la
minúscula textual libraria, dejando de utilizarse exclusivamente la mayúscula
gótica. Esto se aprecia en lápidas, sellos… Esta escritura va a perdurar
sustancialmente hasta el segundo viaje de Alfonso el Magnánimo a Nápoles,
alrededor de 1440.
Escritura
humanística
A partir
de entonces va a penetrar en la corona de Aragón la influencia de la escritura
humanística, ya extendida entre los círculos cultos de Italia. Esta influencia
de la escritura humanística va a actuar de manera que a lo largo del segundo
cuarto del siglo XV penetra en la cancillería aragonesa, creando formas mixtas.
Vemos que
la letra se hace más abierta, menos compacta, las letras son más redondeadas, y
aparecen algunas formas características de la humanística, sobre todo la G de
tipo humanístico, que es la misma que la carolina. En esta escritura híbrida,
de aspecto claro y redondeado, hay algunas formas que se hacen por asimilación
del ductus de la humanística sobre
las propias de la cancillería, las cursivas góticas. Esto significa que las
letras más similares son las que menos se modifican, y las que se modifican en
mayor medida serán las más características. En ella se harán documentos y
registros reservándose la “littera antiqua”, la humanística redonda pura,
únicamente para epígrafes y títulos.
Esta littera antiqua se utiliza para un tipo
de códice particular, el códice humanístico, abundante en las llamadas
“biblioteca de Estado”, que crean los príncipes para aumentar su magnificencia.
Son códices muy trabajados y caros, con una decoración muy rica pero limitada a
la primera página y a la última, y a los principios de páginas y divisiones.
Tienen un contenido muy limitado, con obras en latín de destacados humanistas y
eruditos. Estos códices se van a concentrar en las bibliotecas de los
principies, como la de Módena, la aragonesa de Nápoles…
De esta
manera, la escritura humanística penetra en Aragón a lo largo del segundo
cuarto del siglo XV, y en la segunda mitad del XV se difunde gracias a la
cancillería y de los notarios en sentido descendente, es decir, que primero
penetra en la administración central y de ahí va pasando hasta llegar a los
escalones más bajos de la administración.
En la
corona de Castilla, la escritura humanística entrará relativamente pronto, pero
se limitará a círculos cultos o que habían viajado a Italia, y de forma más
tardía penetrará también en el uso común.
7.- La edición de documentos y
manuscritos.
Bibliografía
ASCOLI, Francesco: Penna, inchiostro e calamaio: gli strumenti per la scrittura e la loro storia = Pens, ink, and inkwells: the history of writing instruments, Torino, Allemandi, 2008.
ASCOLI, Francesco: Penna, inchiostro e calamaio: gli strumenti per la scrittura e la loro storia = Pens, ink, and inkwells: the history of writing instruments, Torino, Allemandi, 2008.
CARRERI, Maria, SHORT, Ian, NIXON, Christine y STIRNEMANN,
Patricia: Livres et écritures en français
et en occitan au siècle: catalogue illustré, Roma, Viella, 2011.
Excelente resumen, muchas gracias por compartirlo.
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